Los griegos tenían una hermosa palabra -Kosmos- para referirse a la Totalidad ordenada de la existencia, una totalidad que incluía los reinos físicos, emocionales, mentales y espirituales. Desde su punto de vista, la realidad última, pues, no era tanto el cosmos (la dimensión estrictamente física) como el Kosmos (que incluye las dimensiones físicas, emocionales, mentales y espirituales). El Kosmos no se refería sólo a la materia inanimada e in¬sensible, sino a la Totalidad viva compuesta por la materia, el cuerpo, la mente, el alma y el espíritu.
- Wilber, Ken.
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