Psytrance para un rockero

Mi amigo del barrio llamado "Lusa" es un tipo bastante rockero. Cuando era pibe era el mejor jugador de futbol del colegio, pero el rock lo curtió en sus gustos y en su marula de pelo ruludo. Fui a visitar a Lusa una tarde de lunes y ni bien nos dirigimos hacia "la piesa del fondo", donde celebramos las reuniones usualmente, puse un cd de psychedelic trance en el equipo de música popularmente conocido como "huevito". Mi amigo, como suele suceder con la gente que no esta acostumbrada, no conoce o no tuvo (aún) la experiencia de la celebración cosmica, mostro un claro rechazo a los 144 golpes por minuto, el momento musical que traje a la reunión era rechazado de forma muy educada.

Precisamente el ritmo hipnótico del psytrance, la propuesta de la danza y la fiesta como ritual, como experiencia atemporal colectiva, ha resignificado en mi vida la noción de "fiesta".

Entonces mi amigo me dice, mientras se escuchan los mantras digitales a todo volumen, "se viene la censura", osea, que en cualquier momento va a sacar el cd y va a poner musica con estribillo.

Entonces, busco la manera de llegar a el. Y le soy sincero:

"Lusa, te voy a decir una cosa. Cuando tenias 13 años y vino tu mejor amigo y te dijo: Man, tocate el pito, frotalo de arriba hacia abajo suavemente y te va a gustar. Tu amigo sabía que te iba a gustar: ¡Acaso no da placer la masturbación! Ese acto te enseña que tenes una sexualidad personal, un mundo para explorar; de hecho, una nueva dimension de posibilidades se abre en tu mente. Bueno, yo te lo digo igual, porque es algo muy parecido: escuchar musica electronica mantricay bailar, vibrar al ritmo de ese sonido, ya sea a la mañana, al mediodía, a la tarde, a la noche: esta de puta madre, es un viaje, te hace sentir bien y abre un mundo de posibilidades. Tu amigo te contó un descubrimiento que hizo, yo tambien."

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