Tiempo y vibraciones

Fragmento del libro "Manual de Iluminación para Holgazanes" autoria de Thaddeus Golas.

Tiempo y vibraciones

Podemos alterar nuestra vivencia del tiempo modificando nuestras vibraciones, del mismo modo como alteramos nuestra percepción del resto del universo físico.
Nuestros conceptos, sentimientos y relaciones finitas tienen comienzos y finales en el tiempo, pero nosotros no.
Cuando estamos totalmente expandidos en el nivel-espacio, el tiempo es siempre ahora.
No hay agua en tu mente cuando contemplas un lago.
Dicho de otra forma, la percepción de un objeto duro no posee, en sí misma, dureza. La conciencia de la confusión no se encuentra confundida.
La conciencia de la locura no está loca. La conciencia del paso del tiempo no demora tiempo alguno: no hay tiempo en ella.
"Medimos" el tiempo por medio de la repetición compulsiva de interacciones en el nivel-masa. Y mientras más expandida se encuentre nuestra conciencia, menos estamos implicados en la compulsión.
Nuestra vivencia subjetiva del paso del tiempo se diferencia frecuentemente de lo que indica el reloj.
Muchos de nosotros ya conocemos las distorsiones temporales que ocurren cuando nos encontramos volados con marihuana; y, por supuesto, los sicodélicos más fuertes extreman aún más las cosas.
¿ Cómo ocurre esto?
Nos será muy útil echar una ojeada a la fuente misma de la vivencia del tiempo, porque veremos lo práctico que es observar tu propio nivel de vibración antes de reaccionar frente a lo que piensas que es una realidad externa.
Imagina que la percepción es una especie de radar: emites una onda, que luego rebota contra un objeto y regresa. No es necesario decir que los hechos son más complejos que esta imagen, pero el parecido es suficiente para que nos resulte útil.
Por ejemplo, digamos que alguien sacude una mesa, y una taza comienza a deslizarse. Si tus vibraciones perceptuales son muy lentas, tus ondas te entregarán un mensaje referente a la posición de la taza cuando comience a caer, otra ráfaga cuando esté a medio camino del suelo y otra cuando se estrelle. Pero si estás vibrando rápidamente, tendrás muchos mensajes cuando la taza comienza a caer, informándote de la dirección que lleva, y sentirás como si tuvieras mucho tiempo para estirar la mano y atraparla si lo deseas.

Toma cuidadosamente nota de que cuando tus vibraciones son lentas, sientes que todo lo que ocurre se desenvuelve demasiado rápido como para que logres controlarlo.
Puede que entonces te sientas obligado a esforzarte mucho más por ejercer algún control.
Puede que trates de establecer hábitos ordenados de conducta, y que te resientas con la gente desordenada.
Este es uno de los orígenes del juego del poder.
Puede que trates de escapar de las cosas que te perturban, yéndote al campo o ahogando tu conciencia con drogas pesadas o alcohol.
Pero mientras más rápido estés vibrando y más mensajes obtengas de tu ambiente, los sucesos parecerán desarrollarse con mayor lentitud, y mayor será tu sensación de que controlas la situación.
Mientras más amas, más rápido vibras, menos necesitas sentir que controlas algo, y no temes al cambio ni a la variedad. Experimentas todo en forma más profunda, más pausada y con mayor amor.
Mientras más alta la proporción de expansión a contracción en ti, más expandido y amoroso eres, más rápido vibras.
La realidad secundaria es útil, en el sentido de que siempre te entrega un cuadro nítido de tu nivel de vibración.
Si el mundo parece hermoso y seguro, estás vibrando rápido; si parece sombrío, aburrido o temible, estás vibrando en forma lenta, y necesitas amarte a ti mismo por estar vibrando de esta forma.
Nunca tienes que cambiar lo que estás viendo, dentro o fuera de ti; es la forma como lo ves lo que tienes que cambiar.
Es inútil intentar huir de cualquier dificultad contrayendo tu conciencia.
Tendrás que escalar nuevamente el mismo cerro por el que rodaste cuesta abajo: tendrás que hacerla tarde o temprano, en esta vida o en otra, porque nuestra verdadera naturaleza está más allá del tiempo.
Nunca apartes tu atención en forma impulsiva de una escena porque se vea fea, desagradable o dolorosa.
Toma una decisión consciente -las palabras bastan- de amarte a ti mismo por sentir rechazo.
Si te es posible, mantén tu atención en ello hasta sentirlo hermoso, o al menos hasta que te sea indiferente.
No es necesario que busques escenas desagradables para probarte, o acordarte de todo lo malo que hay en el mundo; pero cuando una escena se manifieste en tu presencia, permanece ahí lo más conscientemente que puedas.
Quedarse con ella es importante. Si te apartas repentinamente, podrás esconderte en tu cuarto o abandonar la ciudad, pero tú, como entidad, seguirás atascado en un nivel bajo de vibración, en una negación.
Podrá parecer una extrañísima coincidencia si después de haber apartado tu atención bruscamente de una escena desagradable, te andes topando a cada instante con escenas similares.
Esto te va a desconcertar, y seguirá ocurriendo hasta que puedas tolerar o amar el desagrado que sientes; sólo entonces subirán tus vibraciones.
¡Míralo, ámalo y entonces apártate!
Está muy bien canalizar tu atención hacia lo que te resulta agradable.
¿ Para qué otra cosa es la libertad?
Y, mientras exista el libre albedrío, siempre habrá seres cuya vibración no te agrade, independientemente del nivel en que estés.
Todo consiste en apartarte en una forma tal que no te quedes atascado.
Después de unas pocas veces en que logres amar sucesos raros, estarás lo suficientemente sensible como para darte cuenta cuando alguien va a aprovecharse de ti o a provocar vibraciones negativas (cuando la taza comienza a caer, por decirlo así) y podrás moverte en la forma correcta antes de encontrarte demasiado comprometido.
No sientas que es "poco espiritual" percibir posibilidades malignas en otras personas: no se trata de una paranoia si el objeto de tu miedo es real.
No es ni más ni menos que un karma de negligencia el que ignores los primeros avisos de alarma.
Mantén tu mente abierta y sin resistencia a ninguna posibilidad: de ese modo obtendrás la información que te permitirá alejar la manifestación del mal en tu vida. Pon atención, aquí y ahora. Está bien decir que No.

No importa lo que otros hagan: tú eres el Único responsable de lo que te ocurre.

Lo que ocurre afuera no determina, ni siquiera en un grado mínimo, tus sentimientos y experiencias: tu vida está enteramente gobernada por tus vibraciones, por lo que ellas te comunican y por la forma en que tú respondes.
Mientras más lentas sean tus vibraciones, más desagradable será tu vida: bregarás con más conflicto, masa y dolor.
Los hechos se desarrollarán demasiado rápido para que logres controlarlos; sin embargo, el tiempo parecerá interminable, porque no verás salida.
Pero cuando elevas tu nivel de vibración, puedes esquivar limpiamente los choques síquicos y físicos; y, literalmente, te es posible cambiar al mundo para mejor.
El amor es la magia más poderosa de todas.
Cuando aprendas a amar al infierno, te encontrarás en el cielo.

Comentarios