Video Ultra Raro de uno de los primeros grupos punk de argentina.
Unico documento filmico de uno de los primeros grupos del punk argentino y el primero en aparecer en televisión. Acá los vemos en su persentación el el programa Musica Total, en 1983. Con Marcelo Montolivo (guitarra), Marcelo Pocavida (voz), Basura (batería) y Alejandro Rico (bajo). Este tema se encuentra editado en la compilación Invasión 88.
+ Punk en Argentina + Historia del Punk
ARTICULO SOBRE EL COMIENZO DEL PUNK ROCK EN ARGENTINA
Una desordenada y entusiasta manada de bandas tuvo su bautismo discográfico cuando un pequeño sello independiente lanzó la idea. Una década después, algunos de los protagonistas de aquella historia que ya está incorporada en los libros de la buena memoria rockera argentina, cuentan cómo y por qué fue lo que fue.
¿Cuál es la sustancia con que se construye un mito? En el caso de Invasión 88, el primer compilado punk de la historia rockera local, la materia inicial fue el vinilo. Transparente, para más datos. Pero también hubo adrenalina, ideología, rabia, sudor, broncas, algo de sabor a gloria y una tapa que está entre las mejores que parió el rock vernáculo: una obra de Mosquil al estilo de los fanzines ingleses, que se adelantó varios años a la estética de Spawn.
Una década más tarde, con el punk ya mayor de edad -21 años desde el estallido del ‘77-, el sello Malasaña prepara una segunda invasión (ver recuadro). Y sólo dos de los grupos incluidos en aquel compilado gozan de buena salud: Attaque 77 está en Los Angeles, grabando su noveno disco, y Flema se apresta a darle forma al cuarto. Las otras bandas se disolvieron sin demasiado suceso. Pero el testimonio de su efímera -aunque esencial- existencia quedó documentado en un disco al que no le queda mal el calificativo legendario. O algo así.
El año era 1988. Llegaban al país Iggy Pop y la gira de Amnesty, con Sting, Peter Gabriel y Bruce Springsteen. Pero la primavera alfonsinista era sólo un recuerdo: reinaba un invierno austral, sacudido por los levantamientos armados de Aldo Rico y sus secuaces. En ese momento hostil apareció un sello discográfico independiente, Radio Trípoli, liderado por dos jóvenes veteranos en trajinar la escena punk: Walter Kolm y Sergio Fasanelli. Empezaron editando los simples de Comando Suicida, Massacre Palestina, Sentimiento Incontrolable y Perfectos Idiotas. Fasanelli, conocido en el ambiente como Chuchu, había sido baterista de Comando, la banda más importante del hoy casi oculto movimiento skinhead, y fue a quien se le ocurrió que no sería mala idea lanzar un LP que agrupara bandas punk que habían desaparecido sin dejar testimonio grabado (como Los Laxantes y Los Baraja) junto a otras que recién salían a la luz. Aunque no lo sabían, Fasanelli y Kolm habían dado con la gallina de los huevos de oro, con el disco que les permitiría imponer el sello para el que luego grabarían Los Auténticos Decadentes, Memphis, Attaque 77 y Los Visitantes, entre otros.
Invasión 88 se presentó con un festival punk realizado el viernes 16 de diciembre de ese año, en Cemento, en el que tocaron todas las bandas incluidas en el compilado. “Se hicieron unas tres mil copias en vinilo y se vendieron todas. En el ‘94, hice una reedición de trescientos CD bajo el sello Discos Milagrosos y también desaparecieron enseguida”, recuerda Fasanelli. Hoy Chuchu, ya disuelto Trípoli, es encargado de marketing estratégico en la multinacional Universal (cuya filial argentina preside hoy su antiguo socio Kolm). Hoy, una copia del vinilo en buen estado se cotiza en unos 50 pesos, mientras que una del CD ronda los 30. “Las bandas que entraron en el disco eran las únicas que había. Creo que sólo quedaron afuera Mal Momento y Cadáveres de Niños”, asegura Fasanelli. En realidad, Cadáveres se negó a participar del compilado debido a la inclusión de Comando Suicida. Y no fue ese el único inconveniente que originó la presencia del grupo skinhead. Gamexane, guitarrista de Todos Tus Muertos, había sido parte de Los Laxantes, disueltos en 1983. El fue quien se encargó de masterizar Invasión 88: “Los temas de Los Laxantes que aparecieron en la edición de vinilo los habíamos grabado en la cocina de Félix (Gutiérrez, actual bajista de TTM) y cuando Chuchu me los pidió me pareció bien que estuvieran. Pero después me di cuenta de que en el disco estaba incluido Comando Suicida, que era una banda violenta, que estaba en la vereda de enfrente. Por eso, además de porque me peleé con Chuchu y Kolm, nuestras canciones no salieron cuando se reeditó en CD”.
Además de Los Laxantes, la otra banda punk de comienzos de los 80 que permanecía inédita hasta publicarse Invasión 88 era Los Baraja. “Yo me desilusioné mucho del punk -.memora Marcelo Montolivo, guitarrista de aquel grupo y hoy líder de Medusa-, porque pensaba que iban a serpersonas que pensarían diferente. Y al final fue lo de siempre: estaban todos borrachos, tirados, pensaban que el punk era romper todo, emborracharse, pelearse, no bañarse... Y para mí era otra cosa, quizás una muy utópica y hasta tonta vista desde hoy, que era la idea de cambiar el mundo, como en el tiempo del hippismo o la psicodelia. Los temas de Los Baraja salieron en el disco porque Chuchu me los pidió. Yo no comulgaba con el punk del 88, no estaba dentro de ese movimiento y me parecía que ya había pasado.”
La edición en vinilo de Invasión 88 venía acompañada de un libro, que abría con una suerte de manifiesto de lo que se entendía como ideología punk. Pero la mayoría de las bandas que participaban del disco ni siquiera estaban enteradas de qué se trataba todo eso. Claudio Fernández, de Malasaña, recuerda que en esa época había dos tribus bastante diferentes: “Estaban los anarco-pacifistas y los anarco-quilomberos. Los primeros tenían espíritu militante, letras politizadas, y se resistían al capitalismo y la represión policial. Los otros pensaban que todo eso era muy cansador: había que leer, algo muy difícil cuando uno está escabiado o de pastas. Fueron estos últimos los que grabaron Invasión 88. El disco cuenta sólo una parte de la historia, pero es representativo de lo que se vivía en aquellos días”. “Aquel disco fue importante para abrirle la cabeza a la gente respecto a otro tipo de rock -.asegura Fasanelli-. A mí no me importaba todo lo ideológico que aparecía en el librito, por eso en la reedición no lo incluí. A mí me gusta hacer discos, es mejor que trabajar de ascensorista. Y los he hecho, desde Comando Suicida a Bersuit, sin preocuparme de lo que piensa cada banda.”
Casi todos los entrevistados coinciden en que, a medida que crecieron, la “adrenalina adolescente” del punk rock se fue diluyendo dentro de ellos. Y según Fernández, si el ambiente punk ya no es el mismo no se debe al devorador monstruo capitalista de las compañías multinacionales ni a la represión policial (siempre activa, eso sí): “Muchos se casaron, se compraron un coche cero kilómetro y una corbata. No fue el sistema el que los cambió, sino una concha”.
de Pagina 12, Suple No. Por ROQUE CASCIERO y PABLO PLOTKIN
Unico documento filmico de uno de los primeros grupos del punk argentino y el primero en aparecer en televisión. Acá los vemos en su persentación el el programa Musica Total, en 1983. Con Marcelo Montolivo (guitarra), Marcelo Pocavida (voz), Basura (batería) y Alejandro Rico (bajo). Este tema se encuentra editado en la compilación Invasión 88.
+ Punk en Argentina + Historia del Punk
ARTICULO SOBRE EL COMIENZO DEL PUNK ROCK EN ARGENTINA
Una desordenada y entusiasta manada de bandas tuvo su bautismo discográfico cuando un pequeño sello independiente lanzó la idea. Una década después, algunos de los protagonistas de aquella historia que ya está incorporada en los libros de la buena memoria rockera argentina, cuentan cómo y por qué fue lo que fue.
¿Cuál es la sustancia con que se construye un mito? En el caso de Invasión 88, el primer compilado punk de la historia rockera local, la materia inicial fue el vinilo. Transparente, para más datos. Pero también hubo adrenalina, ideología, rabia, sudor, broncas, algo de sabor a gloria y una tapa que está entre las mejores que parió el rock vernáculo: una obra de Mosquil al estilo de los fanzines ingleses, que se adelantó varios años a la estética de Spawn.
Una década más tarde, con el punk ya mayor de edad -21 años desde el estallido del ‘77-, el sello Malasaña prepara una segunda invasión (ver recuadro). Y sólo dos de los grupos incluidos en aquel compilado gozan de buena salud: Attaque 77 está en Los Angeles, grabando su noveno disco, y Flema se apresta a darle forma al cuarto. Las otras bandas se disolvieron sin demasiado suceso. Pero el testimonio de su efímera -aunque esencial- existencia quedó documentado en un disco al que no le queda mal el calificativo legendario. O algo así.
El año era 1988. Llegaban al país Iggy Pop y la gira de Amnesty, con Sting, Peter Gabriel y Bruce Springsteen. Pero la primavera alfonsinista era sólo un recuerdo: reinaba un invierno austral, sacudido por los levantamientos armados de Aldo Rico y sus secuaces. En ese momento hostil apareció un sello discográfico independiente, Radio Trípoli, liderado por dos jóvenes veteranos en trajinar la escena punk: Walter Kolm y Sergio Fasanelli. Empezaron editando los simples de Comando Suicida, Massacre Palestina, Sentimiento Incontrolable y Perfectos Idiotas. Fasanelli, conocido en el ambiente como Chuchu, había sido baterista de Comando, la banda más importante del hoy casi oculto movimiento skinhead, y fue a quien se le ocurrió que no sería mala idea lanzar un LP que agrupara bandas punk que habían desaparecido sin dejar testimonio grabado (como Los Laxantes y Los Baraja) junto a otras que recién salían a la luz. Aunque no lo sabían, Fasanelli y Kolm habían dado con la gallina de los huevos de oro, con el disco que les permitiría imponer el sello para el que luego grabarían Los Auténticos Decadentes, Memphis, Attaque 77 y Los Visitantes, entre otros.
Invasión 88 se presentó con un festival punk realizado el viernes 16 de diciembre de ese año, en Cemento, en el que tocaron todas las bandas incluidas en el compilado. “Se hicieron unas tres mil copias en vinilo y se vendieron todas. En el ‘94, hice una reedición de trescientos CD bajo el sello Discos Milagrosos y también desaparecieron enseguida”, recuerda Fasanelli. Hoy Chuchu, ya disuelto Trípoli, es encargado de marketing estratégico en la multinacional Universal (cuya filial argentina preside hoy su antiguo socio Kolm). Hoy, una copia del vinilo en buen estado se cotiza en unos 50 pesos, mientras que una del CD ronda los 30. “Las bandas que entraron en el disco eran las únicas que había. Creo que sólo quedaron afuera Mal Momento y Cadáveres de Niños”, asegura Fasanelli. En realidad, Cadáveres se negó a participar del compilado debido a la inclusión de Comando Suicida. Y no fue ese el único inconveniente que originó la presencia del grupo skinhead. Gamexane, guitarrista de Todos Tus Muertos, había sido parte de Los Laxantes, disueltos en 1983. El fue quien se encargó de masterizar Invasión 88: “Los temas de Los Laxantes que aparecieron en la edición de vinilo los habíamos grabado en la cocina de Félix (Gutiérrez, actual bajista de TTM) y cuando Chuchu me los pidió me pareció bien que estuvieran. Pero después me di cuenta de que en el disco estaba incluido Comando Suicida, que era una banda violenta, que estaba en la vereda de enfrente. Por eso, además de porque me peleé con Chuchu y Kolm, nuestras canciones no salieron cuando se reeditó en CD”.
Además de Los Laxantes, la otra banda punk de comienzos de los 80 que permanecía inédita hasta publicarse Invasión 88 era Los Baraja. “Yo me desilusioné mucho del punk -.memora Marcelo Montolivo, guitarrista de aquel grupo y hoy líder de Medusa-, porque pensaba que iban a serpersonas que pensarían diferente. Y al final fue lo de siempre: estaban todos borrachos, tirados, pensaban que el punk era romper todo, emborracharse, pelearse, no bañarse... Y para mí era otra cosa, quizás una muy utópica y hasta tonta vista desde hoy, que era la idea de cambiar el mundo, como en el tiempo del hippismo o la psicodelia. Los temas de Los Baraja salieron en el disco porque Chuchu me los pidió. Yo no comulgaba con el punk del 88, no estaba dentro de ese movimiento y me parecía que ya había pasado.”
La edición en vinilo de Invasión 88 venía acompañada de un libro, que abría con una suerte de manifiesto de lo que se entendía como ideología punk. Pero la mayoría de las bandas que participaban del disco ni siquiera estaban enteradas de qué se trataba todo eso. Claudio Fernández, de Malasaña, recuerda que en esa época había dos tribus bastante diferentes: “Estaban los anarco-pacifistas y los anarco-quilomberos. Los primeros tenían espíritu militante, letras politizadas, y se resistían al capitalismo y la represión policial. Los otros pensaban que todo eso era muy cansador: había que leer, algo muy difícil cuando uno está escabiado o de pastas. Fueron estos últimos los que grabaron Invasión 88. El disco cuenta sólo una parte de la historia, pero es representativo de lo que se vivía en aquellos días”. “Aquel disco fue importante para abrirle la cabeza a la gente respecto a otro tipo de rock -.asegura Fasanelli-. A mí no me importaba todo lo ideológico que aparecía en el librito, por eso en la reedición no lo incluí. A mí me gusta hacer discos, es mejor que trabajar de ascensorista. Y los he hecho, desde Comando Suicida a Bersuit, sin preocuparme de lo que piensa cada banda.”
Casi todos los entrevistados coinciden en que, a medida que crecieron, la “adrenalina adolescente” del punk rock se fue diluyendo dentro de ellos. Y según Fernández, si el ambiente punk ya no es el mismo no se debe al devorador monstruo capitalista de las compañías multinacionales ni a la represión policial (siempre activa, eso sí): “Muchos se casaron, se compraron un coche cero kilómetro y una corbata. No fue el sistema el que los cambió, sino una concha”.
de Pagina 12, Suple No. Por ROQUE CASCIERO y PABLO PLOTKIN
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