Estética Anarquista

Arte y Anarquismo
Por Andre Reszler

Conclusión del libro LA ESTETICA ANARQUISTA, Mexico, F.C.E., 1974
"La cultura debe su grandeza y su significación al hecho de que su irradiación desconoce las fronteras políticas y sociales", dice Rudolf Rocker en "Nacionalismo y Cultura". Y si es superior al Estado y sus realizaciones, se debe a que es, en el sentido mas profundo del termino, anarquista. Las grandes épocas creadoras coinciden con la autonomia de la ciudad y la organizacion federalista de la sociedad. Por consecuencia, en las épocas dominadas por el pensamiento o la accion politica, la cultura decae. El arte de la ciudad griega, el arte de la ciudad medieval, nacen del florecimiento de la persona en el seno de una comunidad de dimensiones humanas. "Hijo y padre de la libertad", el arte es el simbolo de la creatividad ilimitada del hombre y, en tiempos de tirania, el simbolo de la parte inalienable de su personalidad, de los sentimientos de amor y fraternidad.

Al estudiar la naturaleza del arte y su funcion social, el teorico anarquista rechaza los esquemas estrechos de los determinismos economicos y sociales, aun cuando a veces interprete tal aspecto del arte en sus relaciones con la fortuna de una clase social historica. Y tiende a considerarlo en su autonomia viviente haciendo al artista el unico arbitro de su creacion. El respeto al arte no le permite escapar ni a la tentacion iconoclasta de los hereticos de toda epoca, ni al odio irracional al "gran arte", al "artista genial". ¿No es la obra maestra el simbolo del poder del Principe, del Prelado? El creador unico ¿no debe su genio al despojo de las masas de su poder creador en provecho de uno solo? Pero no pretende ni la tabla rasa del nihilista, ni la igualdad en la uniformidad. El suenha con la "expansion horizontal" de la creacion popular y diversa.

Entre las dos escuelas vivientes del pensamiento estetico socialista, la anarquista y la marxista, el parentesco se situa a nivel de las dos inteciones primordiales: poner al desnudo los fundamentos sociales de la creacion literaria y artistica; definir el papel social (revolucionario) del arte. Fuera de esos rasgos generales, todo las separa.

En primer lugar, los origenes. A partir de una sensibilidad que por si sola da coherencia a sus interpretaciones del arte, son Godwin, Proudhon y Bakunin quienes esbozan los rasgos, necesariamente someros, de la vision anarquista de la creacion. La estetica marxista no se apoya en una sensibilidad propia. Aplica las leyes del materialismo dialectico o historico (o las tesis del joven Marx sobre la alienacion del hombre y del artista) al dominio de la estetica y se presenta medio siglo despues de la muerte de Marx y Engels. No ignora el fracaso de los fundadores del "socialismo cientifico", que no supieron reconciliar su vision determinista de la cultura con su gusto personal (y las "leyes del desarrollo desigual" que de el emanan), pero no puede obtener la coherencia de sus tesis sino gracias a la simplificacion de los fundamentos iniciales de la reflexion de Marx y Engels sobre arte y literatura.

La estetica anarquista se vuelve resueltamente hacia el porvenir, hacia lo desconocido. Contribuye, asi, poderosamente, a la eclosion de la cultura moderna. La estetica marxista no dirige su mirada muy lejos. se contenta con "regentear" o interpretar lo "real"; pone la obra que existe en relacion con la situacion economica, social y politica de la sociedad para deducir su significado social.

La estetica marxista contribuye a la modificacion de la cultura mediante una funcion esencialmente critica. Se situa como adversaria de la cultura burguesa - de una cultura de clase basada en el monopolio de la cultura -, de la filosofia del individualismo, de la angustia, y, sobre todo, de una cultura estetica minoritaria desprovista de toda realizacion social. La estetica anarquista ve en la creacion artistica y en la creacion social las realizaciones generales del hombre sublevado. Animandolo a liberarse del peso de la tradicion, desempenha respecto del artista una accion liberadora mas acusada, pero tambien, y sobre todo, una funcion creadora. Lo impulsa a buscar los caminos siempre renovados de la creacion.

La estetica marxista se presenta como guardian de la tradicion realista. La estetica anarquista es el guardian del espiritu de ruptura. Y puesto que tiene la mirada fija en el porvenir - la utopia - interpreta tal vez mejor la aspiracion del artista de hoy a la libre expresion de su fe de heterodoxo.

(CORRE@ # 13, p. 17; junio 1990)

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