De a poco el número de mujeres que descubre el autoerotismo ha ido en aumento. Descubren su cuerpo, sus tiempos sexuales y mejoran su vida en la intimidad. Pero al masturbarse ellas, también mejoran la vida sexual de ellos. Y sí, parece que ellos también lo gozan.
La pequeña muerte en un dedo
De a poco el número de mujeres que descubre el autoerotismo ha ido en aumento. Descubren su cuerpo, sus tiempos sexuales y mejoran su vida en la intimidad. Pero al masturbarse ellas, también mejoran la vida sexual de ellos. Y sí, parece que ellos también lo gozan.
Cada día son más las mujeres que descubren el placer del autoerotismo y la satisfacción que pueden encontrar en la masturbación. Un tema hace poco tiempo tabú, que cada vez encuentra nuevas adeptas que lo practican sin culpa y sin inhibición
“Tengo 44 años y recién he descubierto la maravillosa sensación de poder disfrutar del sexo conmigo, sólo con mis pensamientos, esto me ha dado una libertad emocional increíble ya que una de las cosas que me mantenía en una relación de pareja insatisfactoria era precisamente el sexo (que no es malo con mi pareja) pero al sentir que puedo disfrutar sola me he liberado”. Este testimonio fue recogido en un chat por Internet en el que se discutía el tema de la masturbación.
Como Pamela, cada día son más las mujeres que descubren el placer del autoerotismo y la satisfacción que pueden encontrar en la masturbación. Un tema hace poco tiempo tabú, que cada vez encuentra nuevas adeptas que lo practican sin culpa y sin inhibición.
A pesar de que hay un número importante de mujeres que descubre la masturbación en la edad adulta, lo cierto es que este contacto individual con el placer es parte del desarrollo normal del ser humano. Puede que no sea consciente, pero desde niñas, dice el sexólogo Eduardo Pino, las mujeres se masturban. “Cuando empiezan a caminar se dan cuenta de que afirmarse en la baranda de la cuna les produce placer. Hay un período que se llama de sexualidad neutra, desde los 4 años a los 9, pero esa es una cuestión freudiana que no está vigente. La verdad es que a esas alturas las niñas también se masturban, pero no es una masturbación digital. Es con el roce de la cama, de la ropa, en la ducha”.
Antonia, de 23 años, reconoce masturbarse desde niña. La primera vez que sintió el deseo de hacerlo fue a los ocho años. Más tarde comenzó a experimentar con objetos y con los dedos.
“Yo usaba un envase de desodorante para masturbarme, pienso en fantasías y me toco, también lo hago con el dedo, me masajeo el clítoris hasta que alcanzo el orgasmo”, dice.
Es habitual que para otorgarse más dosis de placer se usen variados adminículos: envases tubulares, vegetales como pepinos, plátanos o zanahorias, o directamente vibradores, aparte de la estimulación digital aplicada directamente al clítoris.
Las mujeres reconocen que el masturbarse las ayuda a descubrirse y a conocer su cuerpo, ampliando los límites de su sexualidad. Aún así, lo hacen menos que los compañeros hombres. “A la mujer le gusta la ternura, le gusta que le hablen, que le digan que está rica, depende de una serie de factores para que ella entre en el campo del erotismo, en cambio el hombre es mucho más físico. Las mujeres suelen masturbarse cuando pierden la frecuencia sexual, cuando por alguna razón dejan de tener sexo, porque tienen una capacidad de abstinencia mayor que el hombre”, dice Pino. Pero aun así, el número estadístico ha ido en aumento. “Las estadísticas que se conocen en el mundo más o menos en los ’50 dicen que el 90 por ciento de los hombres se masturbaba y sólo el 40 por ciento de las mujeres lo hacía. Hoy esa brecha ha disminuido, y en una encuesta que hicimos en la Universidad de Santiago, con una muestra bastante importante, las mujeres tenían un porcentaje masturbatorio cercano al 70 por ciento”, expone el experto.
A ellos también les gusta
Para Álvaro fue todo un descubrimiento saber que su pareja se masturbaba, y si al principio lo hallaba medio extraño, con el tiempo comenzó a comprender cuáles eran las ventajas de que ella se diera autoplacer: “Entendí que las mujeres que lo hacen se conocen más, y para uno resulta más fácil porque lo guían sin ningún pudor, entonces uno además aprende las cosas que a ella le gustan y le desagradan, lo que se traduce en que uno además lo pase mejor en la cama”.
Rodrigo, por su parte, tiene 28 años, y ha estado con mujeres que se masturban y otras que no lo han hecho nunca y abiertamente exclama: “¡Viva la masturbación!”. Dice darse cuenta cuando una mujer se masturba o no, por el nivel de desinhibición que muestra y al momento de elegir, lo tiene claro: “Sin duda que el sexo funciona mejor con una mujer que se masturba, eso además es súper excitante, si de juegos sexuales se trata. Además hay un juego que tienen que ver la intimidad, la masturbación es más íntima que el propio acto sexual, entonces ver hacer algo que nadie más ha visto, y ser yo quien lo vea es realmente rico. Es bello, porque además ella lo pasa bien conmigo, en la medida que me deja entrar en su juego”.
Ese es otro factor que a ellas las ayuda, porque al conocerse mejor, pueden tener encuentros sexuales más libres, favoreciendo además a sus parejas, de tal forma que el masturbarse y tener una pareja, no parece ser una contradicción.
“Hay un dato importante”, señala el sexólogo: “Las mujeres que nunca se han masturbado tiene más dificultad para conseguir el orgasmo, en cambio las que lo hacen saben por dónde va la cosa. Al conocer bien su cuerpo sabe cómo conseguir el orgasmo y con más facilidad. No tiene problemas si no puede tener el orgasmo con penetración y tiene que hacerlo con maniobras suplementarias como el sexo oral o digital, la comunicación en el aspecto erótico sexual mejora, lo que hace que los hombres lo pasen mejor”. Así es que ya saben chicas, a ellos también les gusta.
Fuente: La Nacion
La pequeña muerte en un dedo
De a poco el número de mujeres que descubre el autoerotismo ha ido en aumento. Descubren su cuerpo, sus tiempos sexuales y mejoran su vida en la intimidad. Pero al masturbarse ellas, también mejoran la vida sexual de ellos. Y sí, parece que ellos también lo gozan.
Cada día son más las mujeres que descubren el placer del autoerotismo y la satisfacción que pueden encontrar en la masturbación. Un tema hace poco tiempo tabú, que cada vez encuentra nuevas adeptas que lo practican sin culpa y sin inhibición
“Tengo 44 años y recién he descubierto la maravillosa sensación de poder disfrutar del sexo conmigo, sólo con mis pensamientos, esto me ha dado una libertad emocional increíble ya que una de las cosas que me mantenía en una relación de pareja insatisfactoria era precisamente el sexo (que no es malo con mi pareja) pero al sentir que puedo disfrutar sola me he liberado”. Este testimonio fue recogido en un chat por Internet en el que se discutía el tema de la masturbación.
Como Pamela, cada día son más las mujeres que descubren el placer del autoerotismo y la satisfacción que pueden encontrar en la masturbación. Un tema hace poco tiempo tabú, que cada vez encuentra nuevas adeptas que lo practican sin culpa y sin inhibición.
A pesar de que hay un número importante de mujeres que descubre la masturbación en la edad adulta, lo cierto es que este contacto individual con el placer es parte del desarrollo normal del ser humano. Puede que no sea consciente, pero desde niñas, dice el sexólogo Eduardo Pino, las mujeres se masturban. “Cuando empiezan a caminar se dan cuenta de que afirmarse en la baranda de la cuna les produce placer. Hay un período que se llama de sexualidad neutra, desde los 4 años a los 9, pero esa es una cuestión freudiana que no está vigente. La verdad es que a esas alturas las niñas también se masturban, pero no es una masturbación digital. Es con el roce de la cama, de la ropa, en la ducha”.
Antonia, de 23 años, reconoce masturbarse desde niña. La primera vez que sintió el deseo de hacerlo fue a los ocho años. Más tarde comenzó a experimentar con objetos y con los dedos.
“Yo usaba un envase de desodorante para masturbarme, pienso en fantasías y me toco, también lo hago con el dedo, me masajeo el clítoris hasta que alcanzo el orgasmo”, dice.
Es habitual que para otorgarse más dosis de placer se usen variados adminículos: envases tubulares, vegetales como pepinos, plátanos o zanahorias, o directamente vibradores, aparte de la estimulación digital aplicada directamente al clítoris.
Las mujeres reconocen que el masturbarse las ayuda a descubrirse y a conocer su cuerpo, ampliando los límites de su sexualidad. Aún así, lo hacen menos que los compañeros hombres. “A la mujer le gusta la ternura, le gusta que le hablen, que le digan que está rica, depende de una serie de factores para que ella entre en el campo del erotismo, en cambio el hombre es mucho más físico. Las mujeres suelen masturbarse cuando pierden la frecuencia sexual, cuando por alguna razón dejan de tener sexo, porque tienen una capacidad de abstinencia mayor que el hombre”, dice Pino. Pero aun así, el número estadístico ha ido en aumento. “Las estadísticas que se conocen en el mundo más o menos en los ’50 dicen que el 90 por ciento de los hombres se masturbaba y sólo el 40 por ciento de las mujeres lo hacía. Hoy esa brecha ha disminuido, y en una encuesta que hicimos en la Universidad de Santiago, con una muestra bastante importante, las mujeres tenían un porcentaje masturbatorio cercano al 70 por ciento”, expone el experto.
A ellos también les gusta
Para Álvaro fue todo un descubrimiento saber que su pareja se masturbaba, y si al principio lo hallaba medio extraño, con el tiempo comenzó a comprender cuáles eran las ventajas de que ella se diera autoplacer: “Entendí que las mujeres que lo hacen se conocen más, y para uno resulta más fácil porque lo guían sin ningún pudor, entonces uno además aprende las cosas que a ella le gustan y le desagradan, lo que se traduce en que uno además lo pase mejor en la cama”.
Rodrigo, por su parte, tiene 28 años, y ha estado con mujeres que se masturban y otras que no lo han hecho nunca y abiertamente exclama: “¡Viva la masturbación!”. Dice darse cuenta cuando una mujer se masturba o no, por el nivel de desinhibición que muestra y al momento de elegir, lo tiene claro: “Sin duda que el sexo funciona mejor con una mujer que se masturba, eso además es súper excitante, si de juegos sexuales se trata. Además hay un juego que tienen que ver la intimidad, la masturbación es más íntima que el propio acto sexual, entonces ver hacer algo que nadie más ha visto, y ser yo quien lo vea es realmente rico. Es bello, porque además ella lo pasa bien conmigo, en la medida que me deja entrar en su juego”.
Ese es otro factor que a ellas las ayuda, porque al conocerse mejor, pueden tener encuentros sexuales más libres, favoreciendo además a sus parejas, de tal forma que el masturbarse y tener una pareja, no parece ser una contradicción.
“Hay un dato importante”, señala el sexólogo: “Las mujeres que nunca se han masturbado tiene más dificultad para conseguir el orgasmo, en cambio las que lo hacen saben por dónde va la cosa. Al conocer bien su cuerpo sabe cómo conseguir el orgasmo y con más facilidad. No tiene problemas si no puede tener el orgasmo con penetración y tiene que hacerlo con maniobras suplementarias como el sexo oral o digital, la comunicación en el aspecto erótico sexual mejora, lo que hace que los hombres lo pasen mejor”. Así es que ya saben chicas, a ellos también les gusta.
Fuente: La Nacion
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