Pornografía y Cine Pornográfico

Pornografía

El término pornografía procede del griego: πορνογραφíα, porne es "prostituta" y grafía, "descripción", es decir, "descripción de una prostituta". Designa en origen, por tanto, la descripción de las prostitutas y, por extensión, de las actividades propias de su trabajo. Hay que decir, sin embargo, que el término es de aparición muy reciente pues en la Antigua Grecia nunca se usó la palabra "pornografía". Modernamente se entiende por pornografía un conjunto de materiales, imágenes o reproducciones de la realización de actos sexuales con el fin de provocar la excitación sexual del receptor.

Actualmente existe una corriente de pensamiento que considera a la pornografía como una nueva forma de arte, que tiene por objeto mostrar la belleza de la sexualidad humana. Los que sostienen este parecer señalan que muchas formas de arte en un principio fueron menospreciadas, infravaloradas o incomprendidas, como ocurrió con las obras de arte del Postimpresionismo del pintor holandés Vincent Van Gogh, al cual nunca se le reconoció ningún valor significativo a sus obras durante su vida, tanto fue así que incluso una señora de su época usó uno de sus cuadros para tapar un hoyo de su gallinero. Manifiestan que el mundo cambia constantemente y siempre ha cambiado, que cambian los intereses o aparecen nuevos intereses, y cambia el arte y aparecen nuevas formas de arte.sin ref. La real academia española define a la pornografía como "el carácter obsceno de las obras literarias o artísticas" Es decir, todo lo que ofenda al pudor y que se represente artísticamente. En el segundo simposio nacional multidisciplinario de sexualidad humana, en Argentina, se ha considerado que la actual pornografía desvirtúa la sexualidad humana, expresándola en formas violentas; explícitas o implícitas; y siempre en una relación de poder y servidumbre de la mujer hacia el hombre o, en ocasiones, inversamente.

La pornografía se manifiesta principalmente a través de tres medios: el cine, la fotografía y la literatura, aunque también admite representaciones a través de otros medios como las revistas pornográficas, la escultura, la pintura, e inclusive el audio (teléfono erótico, entre otros).

Bien podría decirse que la pornografía es casi tan vieja como el mundo. En tiempos prehistóricos se dibujaban o se hacían estatuillas con caracteres sexuales exagerados: senos enormes tal y como las Venus paleolíticas o falos prominentes. Sin embargo, en aquella época, la intención de estas representaciones no era excitar sexualmente sino pedir a los dioses fertilidad y buenas cosechas.

En la India hay templos hinduistas construidos hace más de 2.500 años con decorados en relieve o esculturas que muestran parejas en el momento de la cópula. En China se han descubierto dibujos y grabados de la época de la dinastía Chin con representaciones en pleno acto sexual.

En las ruinas de las ciudades griegas se han encontrado desde jarrones con dibujos de parejas en el momento del coito hasta murales y textos con clara intencionalidad erótica. Las ruinas de la ciudad de Pompeya, en el sur de Italia, sepultada por una erupción en 79 d.c. son como una cápsula de tiempo que ha permitido conocer cómo se divertían los romanos. Los restos del principal burdel de la ciudad muestran numerosas escenas de sexo. El surgimiento del cristianismo convirtió a las manifestaciones gráficas de sexualidad en un tabú, pero no desaparecieron del todo pues resurgieron en el Renacimiento, bien abiertamente o bien de manera discreta o encubierta. La escultura que hizo Bernini de Teresa de Ávila la muestra en una pose que muchos interpretan como en un éxtasis orgásmico. En concreto el éxtasis místico se considera el equivalente espiritual al orgasmo físico.

La pornografía, tal como la conocemos hoy en día, surgió con la aparición de la fotografía. Pocos años después de que Daguerre inventara su daguerrotipo ya se hacían las primeras fotos de desnudos y las primeras fotos de parejas en el momento del coito. En Gran Bretaña existe una fotografía tomada hacia el año 1890 que muestra una mujer realizando sexo oral a un hombre, en lo que sería la primera foto pornográfica en un país anglosajón. La invención del cinematógrafo amplió aún más las producción de pornografía, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial. En los Estados Unidos, la llamada revolución sexual de los años sesenta permitió que temas de sexualidad se trataran más abiertamente. Una consecuencia indirecta de estos cambios sociales fue el aumento en la producción gráfica de material de contenido erótico. En la década de 1970 se realizaron una serie de películas, algunas con notable éxito comercial , entre ellas, Deep Throat (Garganta Profunda), Taboo e Inside Jennifer Wells.

En la década de 1980 llegó al público a través de videos. Con la difusión masiva del video, millones de personas en todo el mundo pudieron ver películas porno en la privacidad de sus hogares, sin tener que asistir a un cine porno, lo que resultaba algo embarazoso. Las estrellas pornográficas como Cicciolina o Rocco Siffredi se hicieron populares y ampliamente conocidas. Con el surgimiento de internet, el porno ha alcanzado una expansión aún mucho mayor.Las películas de Jean Yves Le Castel, Rocco Siffredi y Cristoph Clark marcan un antes y un después en la historia del cine pornográfico.

Tipos de pornografía

Aunque pueden realizarse varias clasificaciones según los participantes, la temática o las posturas, una forma muy extendida de agrupar los géneros pornográficos es de menos a más explícito (ya sean las posturas de pose o las acciones representadas). De esta manera estarían:

Softcore


Es el género pornográfico en el que las escenas de sexo no se muestran de forma explícita. En el cine y la televisión, en particular, no incluye primeros planos de genitales (ni masculinos ni femeninos) y tampoco muestra en detalle penetraciones, felaciones, etc. Los/las actores/as o modelos suelen tapar una parte de sus cuerpos. En el caso de los hombres, no se enseñan penes ni testículos; en el caso de las mujeres, se admite el desnudo de cuerpo entero, con lo que sólo quedaría fuera una exposición frontal de la vagina o ano.

Este género lo han practicado y practican muchas mujeres y hombres más o menos famosos como, por ejemplo, Demi Moore en la película Striptease. También se emplea en la publicidad, aunque este uso ha sido criticado por organizaciones feministas.

Mediumcore o pornografía convencional

Es aquella donde los modelos enseñan la totalidad del cuerpo en posturas más o menos provocativas.

Las famosas revistas Playboy o Penthouse son quizá los ejemplos más conocidos de este tipo de pornografía. Pese a existir clasificaciones que las colocan en el apartado anterior.

Hardcore

Es el género pornográfico más extremo, pues muestra explícitamente el acto sexual, ya sea vaginal, anal u oral, o con aparatos o cualquier otro tipo de utensilios.

Este tipo de pornografía se subdivide según la orientación sexual: heterosexual, homosexual (masculino o femenino), y bisexual. Las primeras películas pornográficas y la gran mayoría de las películas actuales son heterosexuales, la películas gays son las segundas más vendidas y producidas. Existe también la variante del género transexual (hombres transformados en mujeres por medio del consumo de hormonas y uso de vestimenta) y la zoofilia (actos sexuales con animales).

La Industria del Cine Porno

El cine pornográfico (también llamado cine porno, o simplemente porno) es aquel en el que explícitamente se muestran los genitales mientras se realiza el acto sexual y cuyo propósito es el de excitar al espectador.

También existen dibujos animados pornográficos, destacando los de producción japonesa, conocidos como hentai.

Existen infinidad de diversos y diferentes géneros de cine porno. Hoy en día Hungría es el mayor productor europeo de cine porno, que difiere enormemente del norteamericano. Estados Unidos es el mayor productor de cine porno mundial, localizándose su epicentro en el área conocida como San Fernando Valley, frecuentemente también denominada como The Valley o The Porn Valley, situado en la ciudad de Los Ángeles, California, también conocida como La Capital Mundial del Porno. En 2005, la facturación de la industria del porno norteamericana superó notablemente a la de la industria cinematográfica convencional de Hollywood. Estados Unidos es el mayor país consumidor y productor de porno del mundo. La película pornográfica americana más conocida es probablemente Garganta profunda.

Subgéneros pornográficos

Aunque básicamente busquen sexo, lujuria y erotismo, las película pornográficas tienen diferente forma de hacerlo para el gusto del aficionado: En general el soft-core se refiere a la pornografía en donde hay sexo real, aunque se suela decir que no, la única diferencia es la no presencia de genitales muchas veces cambiando el angulo de vision de la camara se consigue ese efecto, y en el hardcore, por el contrario, sí se filma (o fotografía) la penetración, se ven los órganos genitales y muchas veces se hace el acto sexual de forma más salvaje de lo habitual. Hay dos clasificaciones importantes en el cine porno: Gonzo y Feature o argumental. Gonzo dicese de aquella pelicula en la que no se busca un interes por la historia narrada, sino que unicamente lo importante es filmar el acto sexual de manera explícita. Feature o argumental: es aquel cine porno en el cual hay una producción complicada, con guion, personajes, encabezamiento nudo y desenlace. Es una pelicula normal en la que el sexo esta presente y visible.

La crisis en la industria porno (2007)

La revolución que ha supuesto Internet, ha puesto a los pies de los caballos a la industria del porno, pues que los vídeos gratis, las descargas P2P en la red y los aficionados están llevando a los profesionales tradicionales a "la ruina total", ya que desde que el ciberespacio ofrece vídeos cortos, de bajísimo presupuesto, realizados por aficionados y, lo más importante, absolutamente gratis o a precios ridículos, la industria pornográfica establecida está perdiendo dinero a espuertas.

La crisis es tal, que ni siquiera venden DVD en el “top manta”. Ahora lo que se lleva son los vídeos muy cortos colgados en internet, con dos personas en el sofá de su casa, sin diálogo, sin ambientación, sin calidad, grabados por aficionados, como se podría grabar un bautizo.

De acuerdo con AVN, una revista del sector, las ventas y alquileres de DVD pornográficos supusieron en Norteamérica 2,7 miles de millones de euros en el 2006, cuando el año anterior habían llegado a 3,2. Y todo indica que este curso los ingresos seguirán cayendo.

Como consecuencia lógica de esta incesante pérdida de ingresos, los presupuestos de las películas pornográficas, ese género que para algunos está en extinción, son cada vez más exiguos.

La red, que en principio fue considerada una bendición para el sector, al crear un mercado global del que se podía disfrutar desde el anonimato de un ordenador, se está convirtiendo en la tumba para este sector. Sin duda es una de las ironías cybernéticas más grandes.

Tras leer esto me pregunto si en breve veremos a los “artistas del ramo” haciendo una huelga para protestar, con movilizaciones sindicales incluidas, y ¡como no! una campaña de apoyo animando al “usuario habitual” a comprar el “producto tradicional” frente a la apisonadora cybernética.

Ello por no hablar de las reclamaciones de subvenciones a estos “artistas”, o el hecho de que algunas CC.AA. presupuestarán fondos para el doblaje de las mismas a sus respectivos idiomas (no me cabe la más mínima duda de que Carod Rovira, sin doblaje, no se enteraría del argumento).

Jenna Jameson "la reina del porno" y su profecía (CNN)

La declaración de ‘la reina del porno’, Jenna Jameson, fue profética. Era el año 2003, cuando al recibir el premio AVN (equivalente al Óscar en su industria) por su participación en películas eróticas, sentenció:

“Si no queremos que internet se vuelva nuestro peor enemigo, debemos evolucionar la industria legal de la pornografía”.


Sabía lo que decía: en 2000 fundó la empresa Club Jenna (que en 2006 se asoció con Playboy), que si bien empezó como un sitio web que sólo vendía sus escenas, con los años se convirtió en el principal administrador de pequeños sitios porno de productores independientes de todo el mundo.

A lo que se refería esta artista estadounidense de 33 años era a invertir en tecnología de punta, como lo han hecho los sitios de descargas de música (legales e ilegales) y los de redes sociales, y ofrecer a los usuarios materiales de alta calidad multimedia, fáciles y rápidos de bajar, y originales, para atraerlos, ante una creciente oferta de contenidos hechos y distribuidos por ellos mismos.

Además, los usuarios ahora posan sus ojos y prestan sus oídos a muchos modelos de contenidos más, como las descargas de música para los iPod, los MP3 o los torrents, que permiten bajar películas completas o programas de televisión.

Si bien los materiales pornográficos (legales) siempre han resultado redituables en la red (la venta de suscripciones es de unos 30 dólares mensuales promedio por usuario y proporcionan descargas de videos y fotos y la venta de todo tipo de objetos), este año empezaron a mostrar indicios negativos.

De acuerdo con el conglomerado de medios pornográficos AVN Media Network, mientras que en 2005 la industria legal de la pornografía en línea generó ganancias de 4,280 millones de dólares (mdd) a nivel mundial, por la venta de suscripciones, para finales de 2006 la cifra descendió a 3,620 mdd.

Jeff Freeman, diseñador y defensor de los sitios porno legales y experto en el tema, explica que dichas bajas pueden incrementarse si los productores legales porno no aumentan la calidad de sus producciones. “Es una situación de urgencia para esta industria, que hoy tiene como principales competidores a sus mismos usuarios: ya cualquiera puede subir a la red un video porno hecho en casa.

Y son cada vez más los sitios de descarga gratuitos”, dice Freeman. “Una producción porno de calidad puede hacerse con 50,000 dólares; otras, se realizan hasta con menos de 5,000. Eso ha quitado calidad y originalidad. La gente ya no se conforma con eso”.

Y es que la industria porno no carece de fondos: fuera de la red, según el gobierno de EU, generó ganancias por 12,600 mdd en 2006. “El problema es que no han entendido que en internet la calidad visual es lo que vende”, señala Freeman.

Esto, contrario a la lógica, ha propiciado que a pesar de que las ganancias online de los sitios porno legales bajan, el número de usuarios y sitios gratuitos aumenta: AVN asegura que en 2005 eran 250 millones de suscriptores mundiales de este tipo de sitios, mientras que en 2006 llegó a 280 millones. De ellos, estima que sólo uno de cada 1,000 paga por contenidos.

La amenaza de la que se habla es aplastante: los sitios legales ascienden a 9,000, según cálculos del FBI, mientras que los gratuitos e ilegales suman ya 400,000.

“Qué irónico –dice Freeman–, lo que ayer le diera impulso a una industria, hoy parece quitárselo”.

Las dimensiones económicas de la Industria Pornográfica

¿En un año la evolución de las redes de intercambio puso a tambalear a la industria tradicional de la pornografía? La web 2.0, pensada para los usuarios (que ahora se desnudan y se sacan fotos por gusto) sumado al intercambio imparable de archivos hace colapsar las industrias tradicionales del entretenimiento. La adaptación es la única posibilidad que tienen los fabricantes de entrenimiento, en este caso "para adultos". Lo mismo le sucede a las discográficas y a muchas editoriales. Contradiciendo el enfoque anterior, se habla de una industria porno que sigue vigente pegándose a la tecnología. Esta noticia es del 2006:

La industria del porno apuesta por la tecnología de punta

Los líderes de un mercado que supera el negocio de los videojuegos y hasta la taquilla del mismísimo Hollywood, se reunieron en las Vegas, en un evento paralelo a la Feria Internacional de Electrónica (CES). 09.01.2006, 12:09

EFE.- La industria del porno se siente como en casa en Las Vegas, la capital del pecado donde un año más en estos días se celebró la mayor convención del entretenimiento para adultos.

Se trata de todo un universo paralelo a la Feria Internacional de Electrónica (CES) que atrae a más de 20.000 aficionados capaces de pagar entre 40 y 50 dólares por cabeza con tal de conocer en persona a la estrella favorita de sus sueños eróticos.

Pero tras lo que parece una anécdota pintoresca en medio de la seriedad tecnológica de la principal muestra internacional de la electrónica se esconde una industria de peso que mueve millones, 12.615 millones de dólares en el 2005 para ser exactos.

Esa es la cifra proporcionada por la llamada "biblia" del porno, la revista "Adult Video News" (AVN), que en su número de enero publica el primer estudio en profundidad sobre los ingresos de esta industria.

Se trata de un mercado que a base de películas porno, juguetes sexuales, publicaciones o espectáculos de "strip-tease" supera el negocio de los videojuegos y hasta la taquilla del mismísimo Hollywood.

Ante el volumen de este mercado no es de extrañar que profesionales del mundo de los videojuegos como Mark Friedler se lo tomen en serio y aprovechen la convención de Las Vegas para buscar nuevas tecnologías con las que sacar mayor partido de este filón.

"De todos los modos posibles: Los últimos avances tecnológicos en el espectáculo" es el título de la ponencia moderada por Friedler donde el viernes se expusieron los últimos avances en la industria del porno.

La oferta es variada y en buena parte vinculada a la Internet.

Para HotMovies.com el futuro está en la venta de películas porno al minuto mediante la Internet.

"La mayor parte de los hombres sólo quieren las imágenes para adultos", recordó Richard Cohen, fundador de HotMovies.com y asociado con 925 estudios para ofrecer más de 32.000 películas en la Internet por la que se pague por cada minuto visto.

El planteamiento es sencillo: En la mayor parte de los casos el usuario sólo ve unos pocos minutos de filme cada vez.

Además están sus preferencias sexuales, interesado sólo en las secuencias más candentes o especializado en un tipo de acto.

Entice TV, una de las 350 compañías presentes en esta feria, sugiere como mejora la capacidad de ver páginas porno de la Internet en la televisión con calidad digital.

Y para WantedList.com el futuro está en la aplicación al mundo del porno de las nuevas técnicas de alquiler de películas por correo y sin pagar recargo a cambio de un precio fijo mensual.

Todos estos avances están interesados en una mejora de la fuente de mayores ingresos dentro de la industria del porno: sus películas.

Como subraya el estudio de AVN, durante el 2005 se produjeron en Estados Unidos 13.600 películas porno.

La cifra es aún más espectacular si se compara con las 311 producciones salidas en 2005 de Hollywood con sueños de Oscar.

El cine pornográfico supone un 55 por ciento de los ingresos de la industria para adultos.

Pero como muestran los pasillos del hotel centro de esta convención, el otro 45 por ciento es el que le da más color a esta industria con sus estrellas, sus juguetes y sus espectáculos.

Un mundo de erotismo al alcance de la mano o así se piensan los asistentes ante tal despliegue de carne que culminó el sábado en un Hotel con la celebración de la 23 edición de los premios de AVN, algo así como los Oscar del porno.

"Cientos de mujeres con apenas algo de ropa y que se dedican al sexo como forma de vida. Cuando los hombres ven algo así su cerebro deja de funcionar", asegura la estrella del porno Taylor Wane.

Como aconseja la revista "Variety", para conquistar a la musa de tus sueños eróticos funcionan las mismas técnicas que con el resto de las mujeres: los modales.

"Si me tocas un seno probablemente te daré un puñetazo pero si preguntas, la cosa puede ser diferente", aconseja la especialista en el terreno erótico Stormy Daniels.

"De la oscuridad a un negocio millonario" (Univision)

LOS ANGELES, California - Varias jóvenes voluptuosas se desvisten ante la mirada atenta de un hombre bronceado, listo para el rodaje. Detrás de esta escena, se erige una industria que mueve anualmente más de 60 mil millones de dólares en el mundo, alimentada por una demanda creciente de consumidores de sexo a domicilio.

Anatomía de la industria del sexo

Con "atención personalizada", la industria pornográfica vende sexo a millones de personas a través de la televisión e internet, que han convertido a uno de los negocios más viejos y desdeñados del mundo en uno de los más sólidos y redituables.

En las habitaciones de los grandes hoteles, desde el hogar o en una oficina en cualquier rincón del planeta, por internet o a través de la televisión por cable o satelital: el "cine para adultos" está al alcance de la mano.

Unas 30 millones de personas están diariamente conectadas a la red en busca de imágenes de sexo explícito en alguna de las 260 millones de páginas web que ofrecen pornografía, según un estudio de N2H2, una empresa de análisis de internet.

En todo el mundo, unas 250 millones de personas son consumidoras de los productos y servicios de esta industria, que registra beneficios de unos 60 mil millones de dólares anuales, según la revista Forbes.

Sólo Estados Unidos recibe ganancias estimadas entre 9 mil y 13 mil millones de dólares al año, de acuerdo a cifras extraoficiales. De ellos, cerca de 6 mil millones corresponden a la venta de películas en DVDs y cíntas de video.

En el gigante del norte, considerado la meca del porno, las ganancias por venta de sexo -que incluye cine para adultos, servicio de acompañantes, revistas, clubes nocturnos y sex shops, entre otros- duplican a la de los principales canales de televisión del país.

En Brasil -el principal productor de cine XXX en América Latina- este sector factura unos 30 millones de dólares por año, según la Asociación Brasileña de Empresas del Mercado Erótico.

Y ese mercado está en amplia expansión: Después de la devaluación, estadounidenses y europeos desembarcan en Brasil para rodar películas baratas, movilizados por sus playas de ensueño y bellísimas mujeres.

La demanda de este tipo de películas ha crecido tanto que afamadas y lujosas cadenas de hoteles mundiales, al igual que canales de televisión pagos y sitios de entrenimiento en internet sucumbieron a la tentación de distribuir el sexo clase XXX en sus pantallas.

"Somos un negocio de primer orden, punto y aparte", afirmó Steven Hirsch, presidente de los estudios Vivid, el principal distribuidor de películas de sexo explícito a grandes compañías del entretenimiento, como AOL Time Warner, AT&T y Direct TV.

Unas 30 millones de personas están diariamente conectadas a la red en busca de imágenes de sexo explícito en alguna de las 260 millones de páginas web que ofrecen pornografía, según un estudio de N2H2, una empresa de análisis de internet.

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