¿Como Prolongar El Sexo y el orgasmo?
Respirar profundamente o mantener un ritmo adecuado de penetración mientras se hace el amor son técnicas que los expertos recomiendan para prolongar el acto sexual, aunque con ellas se pierda sensibilidad. Incluso hay filosofías orientales que aconsejan no eyacular a los hombres para incrementar su energía.
La preocupación por prolongar la duración del coito surgió hace al menos 5.000 años, cuando las corrientes tántricas de la India y los ideólogos del Taoísmo en China empezaron a asegurar a través de sus respectivas filosofías que el elixir de la vida y, por tanto, de la salud, dependía de nuestra energía sexual, algo que básicamente se debía controlar a través de la contención de la eyaculación masculina.
La filosofía tántrica de origen hindú -aunque posteriormente se extendió a Nepal, Tíbet y Japón-, afirma que la energía del cuerpo circula por unos canales (nadis) en una dirección, sentido y cantidad determinadas y que, a través de la contención de esta energía se pueden alcanzar beneficios espirituales. La mejor forma de lograrlo es controlando la eyaculación masculina durante el coito, que sólo se debe producir en muy contadas ocasiones. Los tántricos creen que con la eyaculación se produce una gran pérdida de nutrientes y que su reposición supone un trabajo suplementario para el organismo y una pérdida de energía. Así, se considera que un ahorro seminal hace que el hombre se mantenga más dinámico, descansado y feliz, lo que le hará más fácil alcanzar su pleno desarrollo interior. El varón que practique el tantra, deberá por tanto satisfacer cuantas veces sea posible a su pareja sin llegar al orgasmo, o bien teniendo exclusivamente orgasmos secos.
La filosofía china del Tao es muy similar a la tántrica. Considera que el universo está dividido en dos fuerzas opuestas: yin y yang. Según su esquema, el hombre representa el yang -más activo y rápido- y la mujer el yin, y sólo a través de la contención de la primera fuerza se puede llegar a una compenetración absoluta entre la pareja, lo que a su vez les ayudará a alcanzar un perfecto estado de salud a ambos. Los maestros del Tao aseguran, al igual que los tántricos, que para mantener la energía, las eyaculaciones deben seguir un estricto calendario: en primavera se puede eyacular una vez cada tres días; en verano y otoño, dos veces al mes y, en invierno, nada en absoluto, ya que durante los meses de frío se debe acumular la energía del yang para alcanzar la felicidad. Sin embargo, a los principiantes que tienen problemas para cumplir este rígido calendario y que pueden sentir molestias en el escroto debido a la acumulación de líquido seminal, se les permite eyacular una vez cada tres días en cualquier época del año.
De qué depende
Los españoles dedicamos como media 16,9 minutos a culminar el coito -sin contar los preliminares-, según la última encuesta de hábitos sexuales (Durex Global Sex Survey, 1997). Esto nos sitúa por debajo de la media mundial , de 17,9 minutos, aunque por encima de países como Hong Kong o Rusia, donde sus habitantes apenas dedican doce minutos a cada acto sexual.
Número medio de minutos por acto sexual
*Solteros sin compromiso 21,1
*Solteros con relación estable 20,6
*Separados, viudos y divorciados 19,5
*Parejas sin hijos 19,4
*Parejas que usan preservativo 18,9
*Parejas de hecho 18,4
*Parejas que no usan preservativo 17,2
*Parejas con hijos 16,3
*Casados 14,3
Con un poco de ayuda
Algunos medicamentos para la eyaculación precoz o bien cuidar la alimentación pueden extender el acto sexual.
Alimentación
Según la bionergética china , el riñón alimenta energéticamente nuestros órganos sexuales. Por ello, es aconsejable incluir en nuestra dieta alimentos con grandes aportes minerales que activen la función renal, como cebolla, zanahoria, puerro, remolacha y rábanos.
Viagra
Aún no se ha comprobado que estas cápsulas, dirigidas a hombres con problemas de erección, ayuden a prolongar el coito de quienes no los sufren. Además, siempre deben ser prescritas por un médico.
Condones y cremas retardantes
Su interior está bañado con una sustancia anestésica, normalmente benzocaína, que se funde durante el acto sexual, retrasando ligeramente la eyaculación. Los sexólogos no aconsejan su uso a personas que tengan una vida sexual normal.
Drogas
El alcohol suele retrasar la respuesta sexual, pero afecta a la sensibilidad. La cafeína, cocaína, anfetaminas y crack pueden facilitar inicialmente la excitación, pero crean crispación y rigidez.
Sustancias naturales
Según la fitoterapia, el ginseng, el eleuterococo y la damiana, si se consumen habitualmente (dos cápsulas al día), así como una hora antes del acto sexual, ayudan a prolongar el coito.
Anillos peneales y escrotales
Los primeros se colocan en la base del pene en erección y ayudan a mantenerla durante más tiempo. Los segundos presionan los testículos durante el acto y retrasan la eyaculación.
Pasito a pasito
Para retrasar el orgasmo, conviene que el hombre conozca los síntomas previos a la eyaculación: se hincha la vena inferior del pene y los testículos se endurecen y retraen. Entonces se pueden utilizar estas técnicas.
Técnica del ‘apretón’
Los sexólogos norteamericanos Masters y Johnson emplearon la técnica de la presión peneana contra la eyaculación precoz, pero ésta puede ser también aplicable a los varones que, sin ninguna patología sexual, quieran prolongar el coito. Es necesario que la mujer se encuentre encima del hombre. Cuando éste note que está a punto de tener un orgasmo, se lo debe de comunicar y, entonces ella debe sacar el pene de su vagina y apretar la parte baja del glande con los dedos durante tres o cuatro segundos. El pene perderá entre un 10 y un 30% de su erección. Se deberá esperar de quince a treinta segundos para realizar de nuevo una penetración y continuar con el coito.
Punto ‘REM’
Desde hace siglos, en China se practica la técnica del punto ‘Rem’: el hombre, cuando nota que queda poco tiempo para llegar al orgasmo, se presiona con los dedos índice y corazón de la mano la región situada entre el escroto y el ano mientras realiza una profunda inspiración, con lo que controla su eyaculación, sin necesidad de sacar el pene de la vagina. En las mujeres, este punto se encuentra situado entre la vagina y el ano e, igualmente, si se aprieta en los máximos momentos de excitación, permite controlar el orgasmo.
Dolor y contracción
Algunos hombres son capaces de controlar la eyaculación contrayendo fuertemente el esfínter anal. Otros, se muerden la cara interna de las mejillas, los labios o, incluso se pellizcan el cuerpo, ya que el dolor que sienten con ello les hacer perder la concentración que necesitan para llegar al orgasmo.
Máxima relajación
Esta técnica, creada por Shultz en 1960, se denomina entrenamiento autógeno y se basa en una actuación autohipnótica con la que el paciente alcanza la relajación. Para lograrlo, debes concentrarte en que uno de tus brazos tiene un gran peso, luego el otro, y así sucesivamente con todo el cuerpo. Luego debes concentrarte en sentir calor y, seguidamente, en retardar los latidos del corazón. Esto lo puede poner en práctica antes de iniciar el coito o en los momentos de máxima excitación.
En el agua
Es más fácil prolongar el coito si se realiza en el agua del mar o en una piscina, según los expertos. Mientras te metes en el agua, respira profundamente. Tras cada penetración -cuando estés muy excitado- nada unas cuatro brazadas. Repite esta operación y, si te agotas, prueba a flotar haciendo ‘el muerto’.
¿Más es siempre mejor?
Pero, ¿hasta qué punto tiene sentido empeñarse en prolongar el acto sexual? “Hasta ningún punto”, asegura Carlos de la Cruz, sexólogo de la Asociación Española de Profesionales de la Sexología. “Lo importante no es prolongar el coito, porque esto no implica una mayor calidad de la relación erótica; más bien todo lo contrario”, añade. Como él piensan muchos sexólogos, que aseguran que prolongar porque sí es desvirtuar la naturaleza del sexo, que pasa a ser una mera tabla de ejercicios coitales. Entonces, ¿por qué preferimos que dure más? “Porque siempre buscamos indicadores externos para compararnos con los demás, en vez de buscarlos en la propia relación. Si decimos que podemos hacer el amor durante dos horas seguidas, parecerá que somos mejores. Pero, si comparamos la calidad, no podremos saber quién es mejor, porque es algo intangible”, explica De la Cruz. Pero además, hay quien asegura que alargar el coito puede acarrear consecuencias negativas de distinta índole a la pareja:
Consecuencias físicas.
No hay ninguna investigación científica que indique que se puedan tener problemas físicos por contener la eyaculación o por tener orgasmos secos. “Otra cosa es el coitus interruptus, que puede producir a la larga congestiones pélvicas y varices genitales, en hombres y en mujeres”, explica el doctor Lam. Por otra parte, una penetración prolongada e intensa puede producir irritación genital -por lo que los dermatólogos recomiendan usar un lubricante- y aumenta las posibilidades de rotura del preservativo.
Consecuencias psíquicas.
La obsesión por prolongar el acto sexual “crea una dependencia del coito para mantener cualquier relación sexual”, explica Carlos de la Cruz, y podría llegar un momento en que se convierta en exclusivamente coital y se olviden otros juegos como los preliminares.
En buenas manos
“Las tensiones impiden la circulación de la energía corporal y, por tanto, perjudican a nuestra sexualidad”, explica Michael Reed Gach en su libro ‘Digitopuntura para amantes’. Los masajes mejoran la circulación, el oxígeno llega con más facilidad a todo el cuerpo y “ayuda a prolongar el coito”, explica Chema Robles, Director de la Escuela Superior de Técnicas Parasanitarias. ”Conviene preparar el cuerpo con un suave masaje con aceites esenciales”, de ylang-ylang o coriandro para la mujer y de sándalo o romero para el hombre, comenta Robles. Después, puedes presionar cada punto de digitopresión de uno a cinco minutos, mientras tu pareja respira profundamente.
*EN LAS INGLES Para empezar, presiona los dos puntos de la región pélvica, situados en el centro del pliegue donde la pierna confluye con el tronco. Puedes aplicarte tú mismo la presión o pedir que lo haga tu pareja antes del coito.
*EN LA ZONA LUMBAR Hay cuatro puntos situados en la parte baja de la espalda -accesibles cuando abrazamos a nuestro compañero o compañera- situados entre la segunda y la tercera vértebra lumbar y a entre dos y cuatro dedos de distancia respecto a la columna vertebral (corresponden a la línea de la cintura, al nivel del ombligo). Una presión de un par de minutos bastará para potenciar los riñones, responsables de la energía sexual.
*BASE DE LA COLUMNA Situados en la base de la columna, en los huecos de la región ósea del sacro; estos puntos se encuentran de uno a dos dedos al exterior de la región sacra, y equidistantes entre la parte superior del hueso de la cadera (cresta ilíaca) y la base del glúteo. Estimulan los nervios del sacro y de los genitales.
*BAJO EL OMBLIGO Existen tres puntos por los que supuestamente pasan todas las terminaciones nerviosas relacionadas con los genitales. Para localizarlos, traza una línea imaginaria entre el ombligo y el hueso del pubis: los puedes encontrar a entre tres y cuatro centímetros de distancia desde el ombligo hacia abajo.
*EN EL ESTERNÓN A cuatro dedos hacia abajo del centro del esternón se localiza un punto clave en la digitopresión. Cuando se ejerce presión sobre él, permite relajar todo el sistema nervioso central, por lo que está muy indicado en los momentos previos a la eyaculación, ya que al apretarlo es posible, en la mayoría de las ocasiones, retrasar el momento del orgasmo.
Respirar profundamente o mantener un ritmo adecuado de penetración mientras se hace el amor son técnicas que los expertos recomiendan para prolongar el acto sexual, aunque con ellas se pierda sensibilidad. Incluso hay filosofías orientales que aconsejan no eyacular a los hombres para incrementar su energía.
La preocupación por prolongar la duración del coito surgió hace al menos 5.000 años, cuando las corrientes tántricas de la India y los ideólogos del Taoísmo en China empezaron a asegurar a través de sus respectivas filosofías que el elixir de la vida y, por tanto, de la salud, dependía de nuestra energía sexual, algo que básicamente se debía controlar a través de la contención de la eyaculación masculina.
La filosofía tántrica de origen hindú -aunque posteriormente se extendió a Nepal, Tíbet y Japón-, afirma que la energía del cuerpo circula por unos canales (nadis) en una dirección, sentido y cantidad determinadas y que, a través de la contención de esta energía se pueden alcanzar beneficios espirituales. La mejor forma de lograrlo es controlando la eyaculación masculina durante el coito, que sólo se debe producir en muy contadas ocasiones. Los tántricos creen que con la eyaculación se produce una gran pérdida de nutrientes y que su reposición supone un trabajo suplementario para el organismo y una pérdida de energía. Así, se considera que un ahorro seminal hace que el hombre se mantenga más dinámico, descansado y feliz, lo que le hará más fácil alcanzar su pleno desarrollo interior. El varón que practique el tantra, deberá por tanto satisfacer cuantas veces sea posible a su pareja sin llegar al orgasmo, o bien teniendo exclusivamente orgasmos secos.
La filosofía china del Tao es muy similar a la tántrica. Considera que el universo está dividido en dos fuerzas opuestas: yin y yang. Según su esquema, el hombre representa el yang -más activo y rápido- y la mujer el yin, y sólo a través de la contención de la primera fuerza se puede llegar a una compenetración absoluta entre la pareja, lo que a su vez les ayudará a alcanzar un perfecto estado de salud a ambos. Los maestros del Tao aseguran, al igual que los tántricos, que para mantener la energía, las eyaculaciones deben seguir un estricto calendario: en primavera se puede eyacular una vez cada tres días; en verano y otoño, dos veces al mes y, en invierno, nada en absoluto, ya que durante los meses de frío se debe acumular la energía del yang para alcanzar la felicidad. Sin embargo, a los principiantes que tienen problemas para cumplir este rígido calendario y que pueden sentir molestias en el escroto debido a la acumulación de líquido seminal, se les permite eyacular una vez cada tres días en cualquier época del año.
De qué depende
Los españoles dedicamos como media 16,9 minutos a culminar el coito -sin contar los preliminares-, según la última encuesta de hábitos sexuales (Durex Global Sex Survey, 1997). Esto nos sitúa por debajo de la media mundial , de 17,9 minutos, aunque por encima de países como Hong Kong o Rusia, donde sus habitantes apenas dedican doce minutos a cada acto sexual.
Número medio de minutos por acto sexual
*Solteros sin compromiso 21,1
*Solteros con relación estable 20,6
*Separados, viudos y divorciados 19,5
*Parejas sin hijos 19,4
*Parejas que usan preservativo 18,9
*Parejas de hecho 18,4
*Parejas que no usan preservativo 17,2
*Parejas con hijos 16,3
*Casados 14,3
Con un poco de ayuda
Algunos medicamentos para la eyaculación precoz o bien cuidar la alimentación pueden extender el acto sexual.
Alimentación
Según la bionergética china , el riñón alimenta energéticamente nuestros órganos sexuales. Por ello, es aconsejable incluir en nuestra dieta alimentos con grandes aportes minerales que activen la función renal, como cebolla, zanahoria, puerro, remolacha y rábanos.
Viagra
Aún no se ha comprobado que estas cápsulas, dirigidas a hombres con problemas de erección, ayuden a prolongar el coito de quienes no los sufren. Además, siempre deben ser prescritas por un médico.
Condones y cremas retardantes
Su interior está bañado con una sustancia anestésica, normalmente benzocaína, que se funde durante el acto sexual, retrasando ligeramente la eyaculación. Los sexólogos no aconsejan su uso a personas que tengan una vida sexual normal.
Drogas
El alcohol suele retrasar la respuesta sexual, pero afecta a la sensibilidad. La cafeína, cocaína, anfetaminas y crack pueden facilitar inicialmente la excitación, pero crean crispación y rigidez.
Sustancias naturales
Según la fitoterapia, el ginseng, el eleuterococo y la damiana, si se consumen habitualmente (dos cápsulas al día), así como una hora antes del acto sexual, ayudan a prolongar el coito.
Anillos peneales y escrotales
Los primeros se colocan en la base del pene en erección y ayudan a mantenerla durante más tiempo. Los segundos presionan los testículos durante el acto y retrasan la eyaculación.
Pasito a pasito
Para retrasar el orgasmo, conviene que el hombre conozca los síntomas previos a la eyaculación: se hincha la vena inferior del pene y los testículos se endurecen y retraen. Entonces se pueden utilizar estas técnicas.
Técnica del ‘apretón’
Los sexólogos norteamericanos Masters y Johnson emplearon la técnica de la presión peneana contra la eyaculación precoz, pero ésta puede ser también aplicable a los varones que, sin ninguna patología sexual, quieran prolongar el coito. Es necesario que la mujer se encuentre encima del hombre. Cuando éste note que está a punto de tener un orgasmo, se lo debe de comunicar y, entonces ella debe sacar el pene de su vagina y apretar la parte baja del glande con los dedos durante tres o cuatro segundos. El pene perderá entre un 10 y un 30% de su erección. Se deberá esperar de quince a treinta segundos para realizar de nuevo una penetración y continuar con el coito.
Punto ‘REM’
Desde hace siglos, en China se practica la técnica del punto ‘Rem’: el hombre, cuando nota que queda poco tiempo para llegar al orgasmo, se presiona con los dedos índice y corazón de la mano la región situada entre el escroto y el ano mientras realiza una profunda inspiración, con lo que controla su eyaculación, sin necesidad de sacar el pene de la vagina. En las mujeres, este punto se encuentra situado entre la vagina y el ano e, igualmente, si se aprieta en los máximos momentos de excitación, permite controlar el orgasmo.
Dolor y contracción
Algunos hombres son capaces de controlar la eyaculación contrayendo fuertemente el esfínter anal. Otros, se muerden la cara interna de las mejillas, los labios o, incluso se pellizcan el cuerpo, ya que el dolor que sienten con ello les hacer perder la concentración que necesitan para llegar al orgasmo.
Máxima relajación
Esta técnica, creada por Shultz en 1960, se denomina entrenamiento autógeno y se basa en una actuación autohipnótica con la que el paciente alcanza la relajación. Para lograrlo, debes concentrarte en que uno de tus brazos tiene un gran peso, luego el otro, y así sucesivamente con todo el cuerpo. Luego debes concentrarte en sentir calor y, seguidamente, en retardar los latidos del corazón. Esto lo puede poner en práctica antes de iniciar el coito o en los momentos de máxima excitación.
En el agua
Es más fácil prolongar el coito si se realiza en el agua del mar o en una piscina, según los expertos. Mientras te metes en el agua, respira profundamente. Tras cada penetración -cuando estés muy excitado- nada unas cuatro brazadas. Repite esta operación y, si te agotas, prueba a flotar haciendo ‘el muerto’.
¿Más es siempre mejor?
Pero, ¿hasta qué punto tiene sentido empeñarse en prolongar el acto sexual? “Hasta ningún punto”, asegura Carlos de la Cruz, sexólogo de la Asociación Española de Profesionales de la Sexología. “Lo importante no es prolongar el coito, porque esto no implica una mayor calidad de la relación erótica; más bien todo lo contrario”, añade. Como él piensan muchos sexólogos, que aseguran que prolongar porque sí es desvirtuar la naturaleza del sexo, que pasa a ser una mera tabla de ejercicios coitales. Entonces, ¿por qué preferimos que dure más? “Porque siempre buscamos indicadores externos para compararnos con los demás, en vez de buscarlos en la propia relación. Si decimos que podemos hacer el amor durante dos horas seguidas, parecerá que somos mejores. Pero, si comparamos la calidad, no podremos saber quién es mejor, porque es algo intangible”, explica De la Cruz. Pero además, hay quien asegura que alargar el coito puede acarrear consecuencias negativas de distinta índole a la pareja:
Consecuencias físicas.
No hay ninguna investigación científica que indique que se puedan tener problemas físicos por contener la eyaculación o por tener orgasmos secos. “Otra cosa es el coitus interruptus, que puede producir a la larga congestiones pélvicas y varices genitales, en hombres y en mujeres”, explica el doctor Lam. Por otra parte, una penetración prolongada e intensa puede producir irritación genital -por lo que los dermatólogos recomiendan usar un lubricante- y aumenta las posibilidades de rotura del preservativo.
Consecuencias psíquicas.
La obsesión por prolongar el acto sexual “crea una dependencia del coito para mantener cualquier relación sexual”, explica Carlos de la Cruz, y podría llegar un momento en que se convierta en exclusivamente coital y se olviden otros juegos como los preliminares.
En buenas manos
“Las tensiones impiden la circulación de la energía corporal y, por tanto, perjudican a nuestra sexualidad”, explica Michael Reed Gach en su libro ‘Digitopuntura para amantes’. Los masajes mejoran la circulación, el oxígeno llega con más facilidad a todo el cuerpo y “ayuda a prolongar el coito”, explica Chema Robles, Director de la Escuela Superior de Técnicas Parasanitarias. ”Conviene preparar el cuerpo con un suave masaje con aceites esenciales”, de ylang-ylang o coriandro para la mujer y de sándalo o romero para el hombre, comenta Robles. Después, puedes presionar cada punto de digitopresión de uno a cinco minutos, mientras tu pareja respira profundamente.
*EN LAS INGLES Para empezar, presiona los dos puntos de la región pélvica, situados en el centro del pliegue donde la pierna confluye con el tronco. Puedes aplicarte tú mismo la presión o pedir que lo haga tu pareja antes del coito.
*EN LA ZONA LUMBAR Hay cuatro puntos situados en la parte baja de la espalda -accesibles cuando abrazamos a nuestro compañero o compañera- situados entre la segunda y la tercera vértebra lumbar y a entre dos y cuatro dedos de distancia respecto a la columna vertebral (corresponden a la línea de la cintura, al nivel del ombligo). Una presión de un par de minutos bastará para potenciar los riñones, responsables de la energía sexual.
*BASE DE LA COLUMNA Situados en la base de la columna, en los huecos de la región ósea del sacro; estos puntos se encuentran de uno a dos dedos al exterior de la región sacra, y equidistantes entre la parte superior del hueso de la cadera (cresta ilíaca) y la base del glúteo. Estimulan los nervios del sacro y de los genitales.
*BAJO EL OMBLIGO Existen tres puntos por los que supuestamente pasan todas las terminaciones nerviosas relacionadas con los genitales. Para localizarlos, traza una línea imaginaria entre el ombligo y el hueso del pubis: los puedes encontrar a entre tres y cuatro centímetros de distancia desde el ombligo hacia abajo.
*EN EL ESTERNÓN A cuatro dedos hacia abajo del centro del esternón se localiza un punto clave en la digitopresión. Cuando se ejerce presión sobre él, permite relajar todo el sistema nervioso central, por lo que está muy indicado en los momentos previos a la eyaculación, ya que al apretarlo es posible, en la mayoría de las ocasiones, retrasar el momento del orgasmo.
Muy buenooooo!!!!!!!!!!!!
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