Los pueblos Toba y Wichi parecen estar condenados al exterminio de parte del Estado Argentino. El racismo y total desprecio por la vida de nuestro gobierno, que permite que los sojeros sigan destruyendo la selva para hacer dinero, mantiene a estas poblaciones aborigenes en condiciones de vida indignas. Desde la llegada de los europeos a América, el maltrato al aborigen sigue vigente. La situación es gravísima, el desastre humanitario lejos de ser atendido por los gobiernos, sigue progresando y mes a mes más ancianos y niños mueren por total falta de recursos, medicinas, alimentos, etc.
Los tobas son uno de los pocos grupos indígenas que quedan en Argentina y, según grupos de derechos humanos, se encuentran en situación de desastre humanitario.
Viven en el llamado bosque de El Impenetrable, el sitio más pobre en la región más pobre del país: la provincia de Chaco, en el noreste argentino.
Fuente: BBC Mundo - 2007 (Enlace)
Más de 10.000 tobas viven dispersos en El Impenetrable, un bosque que ya no hace honor a su nombre porque la tala indiscriminada de árboles y el avance de la agricultura han abierto grandes heridas en su tupida vegetación.
Amenazados
Como se ha perdido la rica flora y fauna del lugar, los indígenas se han quedado sin sus medios de sustento: la recolección de frutos y la caza.
"El desastre se produce cuando empieza la penetración, cuando entran máquinas para talar bosques de quebrachos centenarios y abrir espacios para cultivar la soja, hoy un gran negocio para Argentina", le dice a BBC Mundo el escritor chaqueño Mempo Giardinelli.
"¿Y adónde van los indígenas? ¿Qué hacen con sus tradiciones? Son abandonados. Aparecen así comunidades completamente despojadas de su hábitat".
Desnutrición
La BBC se trasladó al pueblo de Castelli, a las puertas de El Impenetrable. Allí un hospital público alberga a decenas de tobas extremadamente delgados, recostados en camas sucias dentro de salas infestadas por moscas.
Los adultos tienen la mirada perdida, parecen esperar la muerte. Los recién nacidos, con ojos desorbitados, lloran desconsolados.
La mayoría de los tobas hospitalizados sufren de desnutrición y enfermedades asociadas a la extrema pobreza, como la tuberculosis y el mal de Chagas.
Ricardo García, quien se recupera de una pulmonía, nos cuenta: "Falta alimento en mi casa, a veces pasamos una semana sin comer".
En los últimos meses se ha reportado más de una docena de tobas muertos por desnutrición, algo que ha conmocionado a un país que se jacta de crecer a un ritmo anual de hasta el 8%.
"Genocidio étnico"
En este momento, para los toba la prioridad es sobrevivir, no las elecciones.
Tras visitar el hospital de Castelli, nos internamos en las profundidades del bosque de El Impenetrable.
Nos acompañó Rolando Núñez, del Centro de Estudios Nelson Mandela, una organización de derechos humanos que distribuye alimentos a los tobas.
"Estas familias viven en condiciones de profunda pobreza y hambre permanente. Para nosotros es una situación de desastre humanitario o de genocidio étnico", comenta Núñez a BBC Mundo.
Como tantos otros tobas, el anciano Juan Sosa reside en una pequeña choza de barro y paja en un claro de El Impenetrable. La precaria vivienda cobija a los 16 miembros de su familia.
La esperanza
Crían unas pocas gallinas para comer. No tienen agua potable, sino que beben el líquido turbio que encuentran en pozos naturales de las inmediaciones.
Juan, quien sufre de tuberculosis, nos dice en un castellano rudimentario que sólo desea que el gobierno lo respete dándole una ayuda concreta: "Vinieron y palabra, palabra nomás. Yo no sé de dónde viene ese mundo que queda lejos".
A cientos de metros de allí vive el joven toba Marcelo Acosta, para quien la solución de los problemas de su comunidad se resume así: "Nosotros queremos igualdad y trabajo. Eso es lo más importante para nuestro futuro".
"Lamentablemente ningún candidato presidencial ha venido por aquí".
Las autoridades nacionales y provinciales dicen que están haciendo lo posible para ayudar a los tobas. Pero, por el momento, esta ayuda parece insuficiente para revertir un abandono que no es de ahora, sino que viene de décadas.
Testimonio Fotográfico del Exterminio
Las fotografías tomadas por Virrey y publicadas en DigiReflex son fuertes y fueron tomadas en el 2005... la situación, sigue igual:
Para ver las fotos click acá
Los tobas son uno de los pocos grupos indígenas que quedan en Argentina y, según grupos de derechos humanos, se encuentran en situación de desastre humanitario.
Viven en el llamado bosque de El Impenetrable, el sitio más pobre en la región más pobre del país: la provincia de Chaco, en el noreste argentino.
Fuente: BBC Mundo - 2007 (Enlace)
Más de 10.000 tobas viven dispersos en El Impenetrable, un bosque que ya no hace honor a su nombre porque la tala indiscriminada de árboles y el avance de la agricultura han abierto grandes heridas en su tupida vegetación.
Amenazados
Como se ha perdido la rica flora y fauna del lugar, los indígenas se han quedado sin sus medios de sustento: la recolección de frutos y la caza.
"El desastre se produce cuando empieza la penetración, cuando entran máquinas para talar bosques de quebrachos centenarios y abrir espacios para cultivar la soja, hoy un gran negocio para Argentina", le dice a BBC Mundo el escritor chaqueño Mempo Giardinelli.
"¿Y adónde van los indígenas? ¿Qué hacen con sus tradiciones? Son abandonados. Aparecen así comunidades completamente despojadas de su hábitat".
Desnutrición
La BBC se trasladó al pueblo de Castelli, a las puertas de El Impenetrable. Allí un hospital público alberga a decenas de tobas extremadamente delgados, recostados en camas sucias dentro de salas infestadas por moscas.
Los adultos tienen la mirada perdida, parecen esperar la muerte. Los recién nacidos, con ojos desorbitados, lloran desconsolados.
La mayoría de los tobas hospitalizados sufren de desnutrición y enfermedades asociadas a la extrema pobreza, como la tuberculosis y el mal de Chagas.
Ricardo García, quien se recupera de una pulmonía, nos cuenta: "Falta alimento en mi casa, a veces pasamos una semana sin comer".
En los últimos meses se ha reportado más de una docena de tobas muertos por desnutrición, algo que ha conmocionado a un país que se jacta de crecer a un ritmo anual de hasta el 8%.
"Genocidio étnico"
En este momento, para los toba la prioridad es sobrevivir, no las elecciones.
Tras visitar el hospital de Castelli, nos internamos en las profundidades del bosque de El Impenetrable.
Nos acompañó Rolando Núñez, del Centro de Estudios Nelson Mandela, una organización de derechos humanos que distribuye alimentos a los tobas.
"Estas familias viven en condiciones de profunda pobreza y hambre permanente. Para nosotros es una situación de desastre humanitario o de genocidio étnico", comenta Núñez a BBC Mundo.
Como tantos otros tobas, el anciano Juan Sosa reside en una pequeña choza de barro y paja en un claro de El Impenetrable. La precaria vivienda cobija a los 16 miembros de su familia.
La esperanza
Crían unas pocas gallinas para comer. No tienen agua potable, sino que beben el líquido turbio que encuentran en pozos naturales de las inmediaciones.
Juan, quien sufre de tuberculosis, nos dice en un castellano rudimentario que sólo desea que el gobierno lo respete dándole una ayuda concreta: "Vinieron y palabra, palabra nomás. Yo no sé de dónde viene ese mundo que queda lejos".
A cientos de metros de allí vive el joven toba Marcelo Acosta, para quien la solución de los problemas de su comunidad se resume así: "Nosotros queremos igualdad y trabajo. Eso es lo más importante para nuestro futuro".
"Lamentablemente ningún candidato presidencial ha venido por aquí".
Las autoridades nacionales y provinciales dicen que están haciendo lo posible para ayudar a los tobas. Pero, por el momento, esta ayuda parece insuficiente para revertir un abandono que no es de ahora, sino que viene de décadas.
Testimonio Fotográfico del Exterminio
Las fotografías tomadas por Virrey y publicadas en DigiReflex son fuertes y fueron tomadas en el 2005... la situación, sigue igual:
El chaco "impenetrable" cuanta con extremos de vida. Un clima insoportable, con temp de 50 grados. Cuenta con poca agua, y contaminada con Arsénico.
Las comunidades abórigenes, viven hace decenas y decenas de años discriminados por "los criollos". Su presencia en la región no es bienvenida. Su pobreza es tal, que hace poco un periodista americano que los visitó, aseguró que Los wichis en argentina, están peor que los refugiados en Irak.
Para ver las fotos click acá
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