Bajo el titulo "Cómo lograr que la pareja sobreviva al tiempo" Infoshit (Infobae) publica un articulo que si bien no me parece muy bueno, puede ser útil para algunos lectores.
Este articulo nos muestra cómo algunos medios abordan estos temas buscando captar a su audiencia.
Ustedes juzguen y dejen sus comentarios:
Cómo lograr que la pareja sobreviva al tiempo
Para algunos "sostener el vínculo a través de los años es muy difícil". Qué rol juega la maternidad. Profesionales dijeron a Infobae.com que la clave es adaptarse
Pregunta que más de uno se hará a la hora de encarar una relación “para toda la vida”. Hasta que la muerte nos separe suena a mucho tiempo. Y la manera en que cada pareja se adapte al paso de los años será clave.
Infobae.com consultó a dos profesionales y les preguntó si los años en la sexualidad juegan a favor o en contra.
Para la licenciada Cristina Castillo, al iniciar una relación se supone que la pasión dura eternamente, “pero no siempre se lleva bien con la convivencia”.
“La sexualidad no es la misma con los años, no es ni mejor ni peor, es distinta. No se tiene misma energía a los 20 que a los 40; tanto el hombre como la mujer crecen y tienen ritmos diferentes”, aseguró.
La profesional es integrante del Equipo de Pareja y Familia del Centro Dos y destacó que la rutina aparece cuando no hubo modificación de la relación. “Rutina es tener misma sexualidad que a los 20, es no entender o aceptar que las personas cambiaron”.
“A veces se escucha decir que 'se acabó el amor' o que los cónyuges ya no se desean” cuando lo que ocurre es que ninguno salió de ese tiempo de los 20.
En tanto, la licenciada Andrea Gómez es psicóloga especialista en sexualidad humana y miembro del comité del Celsam. Para ella, la manera en que una pareja llevó toda la vida su sexualidad es como la van a vivir en la edad más “complicada”.
“La sexualidad no se termina”, aseguró y remarcó: “Si se trata de una pareja que no tuvo una vida sexual rica, tal vez llegue a esa edad de la misma manera”. O puede ocurrir -destacó asegurando eso de que cada pareja es un mundo- que “tal vez quienes relegaron su sexualidad para atender su función paterna se dedican a 'recuperar tiempo' cuando los hijos crecen.
En ese sentido, comentó que “hay muchas parejas que sólo viven la sexualidad para lograr la fecundación”, con lo que cuando los hijos nacen, crecen y se van, la sexualidad no tiene función para ellos.
Castillo hizo hincapié en el hecho de que cuando el tiempo avanza “la mujer suele perder inhibiciones”. Pero ocurre que el hombre tampoco es el mismo y quizá no puede sostener la vitalidad de los años anteriores.
En ese sentido -según ella- la mujer corre con ventaja, dado que pierde inhibiciones y temores de quedar embarazada, por ejemplo. Es por eso que ella llama a “desterrar la idea de que la sexualidad se termina y pensar que no va a ser la misma, dado que existe otro erotismo, independientemente del cuerpo”.
“Si una pareja tuvo siempre una actividad sexual plena para ambos, eso augura un buen futuro para ambos”, aseguró Gómez, para quien, de igual manera, “si no hubo diálogo o la mujer dispuso de su sexualidad sólo para ejercer su maternidad es probable que no conozca su cuerpo, que no sepa qué le da placer o que sienta vergüenza de hablar de cosas que no hablaron en 30 años”.
Así, el diálogo, el respeto mutuo, el desarrollo de un espacio íntimo, probar cosas nuevas, hablar de los gustos y fantasías (y saber que pueden realizarlas con su propia pareja) serían algunas de las “claves” que Gómez “recomendó” a tener en cuenta.
“La sexualidad se construye dentro de uno mismo y en el vínculo con la pareja”, consideró Gómez, al tiempo que destacó la importancia del diálogo como medio de “expresar lo que se quiere y lo que no”.
“Sostener lo mismo es aburridísimo, es esperable que las personas cambien; sólo así se puede mantener el vínculo con el partenaire”, aseguró por su parte Castillo para quien “las parejas en las que `no pasa nada` (nunca ni un sí ni un no) son las que esconden más problemas”.
Para ella, en aquellas relaciones que parecen idílicas hay un punto de inhibición fuerte, dado que “siempre debe haber reacomodamiento”.
La maternidad, un antes y un después
“Es el momento de la vida que más pone a prueba una pareja”, consideró Castillo, quien resaltó que “muchas parejas comienzan en ese momento un quiebre que efectivizan después”.
La profesional aseguró que “la mujer tiene en su hijo algo que la completa y es `trabajo` del varón sacar al hijo de ese lugar; quejarse y que la mujer logre sacar al recién llegado de ese centro”.
Otra cosa que suele ocurrir es que “una vez que un hombre convierte en madre a una mujer no la desea más”, explicó Castillo, quien detalló: “No pueden tomar como `mina` a una mujer que es la madre de su hijo”.
Es una época en que se pone en vilo la pareja. Si bien el hombre los seis primeros meses tiene que acompañar, “debe demandar y sacar a la mujer de esa madre”.
Fuente: Infobae
Autor: V. Chavez
Este articulo nos muestra cómo algunos medios abordan estos temas buscando captar a su audiencia.
Ustedes juzguen y dejen sus comentarios:
Cómo lograr que la pareja sobreviva al tiempo
Para algunos "sostener el vínculo a través de los años es muy difícil". Qué rol juega la maternidad. Profesionales dijeron a Infobae.com que la clave es adaptarse
Pregunta que más de uno se hará a la hora de encarar una relación “para toda la vida”. Hasta que la muerte nos separe suena a mucho tiempo. Y la manera en que cada pareja se adapte al paso de los años será clave.
Infobae.com consultó a dos profesionales y les preguntó si los años en la sexualidad juegan a favor o en contra.
Para la licenciada Cristina Castillo, al iniciar una relación se supone que la pasión dura eternamente, “pero no siempre se lleva bien con la convivencia”.
“La sexualidad no es la misma con los años, no es ni mejor ni peor, es distinta. No se tiene misma energía a los 20 que a los 40; tanto el hombre como la mujer crecen y tienen ritmos diferentes”, aseguró.
La profesional es integrante del Equipo de Pareja y Familia del Centro Dos y destacó que la rutina aparece cuando no hubo modificación de la relación. “Rutina es tener misma sexualidad que a los 20, es no entender o aceptar que las personas cambiaron”.
“A veces se escucha decir que 'se acabó el amor' o que los cónyuges ya no se desean” cuando lo que ocurre es que ninguno salió de ese tiempo de los 20.
En tanto, la licenciada Andrea Gómez es psicóloga especialista en sexualidad humana y miembro del comité del Celsam. Para ella, la manera en que una pareja llevó toda la vida su sexualidad es como la van a vivir en la edad más “complicada”.
“La sexualidad no se termina”, aseguró y remarcó: “Si se trata de una pareja que no tuvo una vida sexual rica, tal vez llegue a esa edad de la misma manera”. O puede ocurrir -destacó asegurando eso de que cada pareja es un mundo- que “tal vez quienes relegaron su sexualidad para atender su función paterna se dedican a 'recuperar tiempo' cuando los hijos crecen.
En ese sentido, comentó que “hay muchas parejas que sólo viven la sexualidad para lograr la fecundación”, con lo que cuando los hijos nacen, crecen y se van, la sexualidad no tiene función para ellos.
Castillo hizo hincapié en el hecho de que cuando el tiempo avanza “la mujer suele perder inhibiciones”. Pero ocurre que el hombre tampoco es el mismo y quizá no puede sostener la vitalidad de los años anteriores.
En ese sentido -según ella- la mujer corre con ventaja, dado que pierde inhibiciones y temores de quedar embarazada, por ejemplo. Es por eso que ella llama a “desterrar la idea de que la sexualidad se termina y pensar que no va a ser la misma, dado que existe otro erotismo, independientemente del cuerpo”.
“Si una pareja tuvo siempre una actividad sexual plena para ambos, eso augura un buen futuro para ambos”, aseguró Gómez, para quien, de igual manera, “si no hubo diálogo o la mujer dispuso de su sexualidad sólo para ejercer su maternidad es probable que no conozca su cuerpo, que no sepa qué le da placer o que sienta vergüenza de hablar de cosas que no hablaron en 30 años”.
Así, el diálogo, el respeto mutuo, el desarrollo de un espacio íntimo, probar cosas nuevas, hablar de los gustos y fantasías (y saber que pueden realizarlas con su propia pareja) serían algunas de las “claves” que Gómez “recomendó” a tener en cuenta.
“La sexualidad se construye dentro de uno mismo y en el vínculo con la pareja”, consideró Gómez, al tiempo que destacó la importancia del diálogo como medio de “expresar lo que se quiere y lo que no”.
“Sostener lo mismo es aburridísimo, es esperable que las personas cambien; sólo así se puede mantener el vínculo con el partenaire”, aseguró por su parte Castillo para quien “las parejas en las que `no pasa nada` (nunca ni un sí ni un no) son las que esconden más problemas”.
Para ella, en aquellas relaciones que parecen idílicas hay un punto de inhibición fuerte, dado que “siempre debe haber reacomodamiento”.
La maternidad, un antes y un después
“Es el momento de la vida que más pone a prueba una pareja”, consideró Castillo, quien resaltó que “muchas parejas comienzan en ese momento un quiebre que efectivizan después”.
La profesional aseguró que “la mujer tiene en su hijo algo que la completa y es `trabajo` del varón sacar al hijo de ese lugar; quejarse y que la mujer logre sacar al recién llegado de ese centro”.
Otra cosa que suele ocurrir es que “una vez que un hombre convierte en madre a una mujer no la desea más”, explicó Castillo, quien detalló: “No pueden tomar como `mina` a una mujer que es la madre de su hijo”.
Es una época en que se pone en vilo la pareja. Si bien el hombre los seis primeros meses tiene que acompañar, “debe demandar y sacar a la mujer de esa madre”.
Fuente: Infobae
Autor: V. Chavez
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