Tatuajes en los dientes o dentales

Tatuajes en los dientes

Sin lugar a dudas, el tatuaje es una forma de expresión estética tan vieja como la humanidad misma, que en nuestros días ha logrado la aceptación social y el estandarte de vanguardia. El tatuaje dental es una de las muchas y atractivas maneras en que cualquiera puede expresar su interior, sus principios y su estilo de vida gráficamente.

Desde los años 60, muchos odontólogos utilizaban pepitas de oro para realzar las amalgamas y dar un aspecto más vital a la dentadura de sus pacientes. En los setenta los dientes rellenos de oro (la amalgama se introducía por un orificio practicado en la pieza) se pusieron de moda, y otorgaban un aspecto agresivo. Los raperos de los noventa pusieron de moda el “bling bling”, que entre sus expresiones contaba con la cobertura de los dientes con oro, plata y otros metales ostentosos.

Contrario a lo que se cree, el tatuaje ya no provoca rechazo ni es foco de infecciones. Hoy en día, especialmente en su rama odontológica, el tatuaje es una práctica sana y reversible. Cualquier odontólogo cuenta con la experiencia y el instrumental necesarios para realizar un tatuaje dental.

Se pueden realizar desde coronas de porcelana permanentes con atrevidos diseños sobre los molares, hasta sencillos dibujos en los dientes frontales. Las coronas están selladas detrás del diente, de manera que no se desprenden. La tendencia actual son las iniciales sobre los dientes superiores. Estos tatuajes pueden borrarse con facilidad, incluso si se trata de incrustaciones con piedras preciosas, y ser cambiados por otros diseños al gusto del paciente. Son muy económicos. La compañía Grant (www.rongrant.com) realiza desde hace 25 años pintura especial para este tipo de tatuajes.

Entre los jóvenes norteamericanos, la realización de tatuajes dentales se ha tornado ligeramente popular. Esos dibujitos están hechos sobre coronas de porcelana en las muelas, nada más. Lo que no dice es que eso es irreparable, peor que los tatuajes en la piel, que se podrían borrar con dificultades. Esos, no. Consiste en tatuajes en los dientes visibles, en los de adelante, sobre el diente, y fácilmente borrables por el dentista, cuando el paciente no los quiera más o desee cambiarlos por otros. Se pueden poner iniciales, piedras preciosas y muchos adornos más, que han prendido en la imaginación más que los aros en la lengua y demás ubicaciones. Por lo general, se usa una sola inicial de oro en un solo diente, o una sola piedra (rubí, esmeralda, etc.) o algunos dibujos preestablecidos. Si se quiere cambiar la inicial o la piedra, el dentista lo puede hacer con facilidad y sin dañar el diente. Y no es caro.

¡Consulte a su dentista!