El agua como cura

El agua, elemento fundamental de la vida, presente en nuestros cuerpos, en nuestro Planeta, y en los alimentos que ingerimos a diario, aunque a veces no estemos tan concientes de su importancia, su presencia y colaboración diaria en nuestras vidas.
Limpia, refresca, purifica, da vida... y cura.

El maestro Yogui Ramacharaka en su libro "Sistema Hindú Yogui de la cura por el agua", recurre a autores y cientificos americanos y europeos, y utiliza terminología occidental. Se trata de un libro de divulgación, que apunta a un público netamente occidental.

El fundamento más claro del porqué recurrir al agua como purificación es este:


Para el yogui hindú el agua es el gran remedio de la Naturaleza, su energía.
Cree el indo en el eficaz uso del agua en tratamientos internos y externos. Se la cree leche que la Madre Naturaleza proporciona abundantemente a su prole.
Así lo demuestran los animales con su instinto. El hombre que se precia de civilizado se ha permitido desdeñar altivamente los sencillos fundamentos de esta teoría y buscar en otros sumamente complicados la virtud que es privativa de la Naturaleza.
Invitamos al lector a que en estas páginas asimile las enseñanzas sencillas que los yoguis han dado sobre el particular. Aunque sencillo, el sistema es muy ventajoso.
La sencillez caracteriza la verdad y la virtud.
En la complicación está el peligro.
Lo mejor de la Naturaleza es simple y común.



Cómo acceder a la curación a través del agua:

Los yoguis hindúes practican y enseñan las múltiples formas y aspectos del sistema del bienestar físico que llaman Yoga Hatha.
Un aspecto del Yoga Hatha es la hidroterapia yoguística, que bien merece ser considerada aparte por su importancia en la Medicina Naturista. Por cierto que la hidroterapia no es un sistema nuevo en el mundo occidental, pero los indos explican sus resultados terapéuticos por la teoría del prana, teoría que ignoran la generalidad de los facultativos occidentales, incluso la mayoría de los académicos y universitarios.
Aquí tratremos la posibilidad de asimilar el prana del agua y transformarlo en energía vital para remediar los trastornos fisiológicos y beneficiar la salud, la fuerza y el vigor corporal.
Por cierto que no es indispensable creer en la existencia de prana para recibir sus beneficios, porque las excelentes virtudes del agua están a disposición de todos, tanto creyentes como incrédulos.
No obstante, la experiencia enseña que cuando la mente acepta que el prana está en los manjares, en el agua y en el aire, se advierte más su influencia, vale decir, que se asimilará el prana mucho más fácilmente que si se desconociera o negara la existencia en todas las cosas de esta energía universal.
El prana existe. en el agua, aunque en diferente grado, según las condiciones físicas del líquido.
El agua corriente y viva contiene mucha mayor cantidad de prana que la estancada, o muerta.
También el agua de los pozos, aljibes, depósitos, balsas, etcétera, pierde, al aquietarse, gran parte de su prana, y mucho más aún cuando es hervida.
Puede recuperarse la pérdida de prana trasvasando el agua para airearla, y así puede restituírsela al agua destilada.
La ciencia occidental no atina a explicar claramente estos fenómenos y se reduce a decir que el agua potable ha de contener aire; pero los yoguis de la India saben que dichos fenómenos provienen de la presencia o carencia de prana en el agua.
Antes de beber el agua de mesa conviene pasarla repetidas veces de un vaso a otro porque durante el tiempo que ha permanecí do en el jarro u otro recipiente cualquiera en reposo, perdió parte de su prana y para restituírselo hay que airearla.
Quienes lo hagan así, notarán mucha diferencia entre el agua trasegado y la sin trasegar, con ventaja para la primera, la cual actuará en el organismo con efecto algo más Vigorizador y estimulante que el del agua ordinaria.


¿Para que podemos usarla específicamente más allá de lo cotidiano? Ramacharaka en este libro se refiere a los intestinos y la obstrucción intestinal, también de otros malestares como la acidez, la dispepsia, la cefalalgia y la indigestión, como así también aunque para algunos no pareciera tener conexión, los granos, el mal aliento, problemas en la piel, nerviosismo.


La cloaca colectora que todos llevamos en nuestro organismo, y que la mayoría de las gentes convierten en ponzoñosa letrina, por ignorancia de las leyes naturales.
La cloaca intestinal, cuando no se procura su buen funcionamiento, por incomprensión o descuido, causa gran número de trastornos y dolencias que alteran la salud del indivíduo, a veces gravemente.

En cuanto a los baños que tomamos, nos da pautas a seguir y distintos métodos para bañarnos aprovechando al máximo los bienes del agua para nuestro cuerpo.


Baño higiénico

En primer término, las mejores horas para tomar el baño de higienización son por la mañana temprano, al levantarse; antes de almorzar, o por la noche, poco antes de acostarse, pero dos horas después, por lo menos, de cenar.
Ha de tenerse cuidado de no tomar alimento inmediatamente antes ni después del baño.
La temperatura del agua debe ser la normal, de acuerdo con la estación y la sensibilidad de la persona.
No debe tomarse el baño estando fatigado o cuando no se tiene una vitalidad normal.
Tienen los baños fríos y calientes su especial finalidad terapéutica, mientras que la del baño de limpieza es puramente higiénica.
Una vez dispuesta el agua en la bañera, ambas manos se envuelven en mitones de tela semejante a la de la s toallas turcas, y suficientemente anchos como para permitir el desembarazado movimiento de los dedos.
No conviene comprar los mitones en las tiendas, pues probablemente será difícil hallar los más apropiados.
Podrá confeccionarlos sin mayor dificultad el ama de casa valiéndose de una toalla turca ya vieja como materia prima.
Se ponen las manos enmitonadas en el agua y con una pastilla de jabón de buena calidad se frotan hasta que queden rebosantes de jabonosa espuma.
El supuesto personaje que tomamos de ejemplo se mete enseguida en la bañera para darse una fuerte fricción por todo el cuerpo, de pies a cabeza. con los mitones.
Después se quita los mitones, y a manos desnudas se vuelve a friccionar.
Realizado esto, si es posible, se cambia el agua, que ya ha de estar jabonosa y sucia, para enjuagar el cuerpo, lo mismo que después de una colada se enjuaga la ropa.
Ya enjuagado el cuerpo con agua clara, se seca con una toalla recia y bien limpia, de uso personal exclusivo.
No es preciso hacer presión violenta con la toalla al secarse, porque el fuerte roce puede irritar la piel.
Las células muertas y los desechos de la epidermis se eliminaron ya con la enjabonadura, por lo que la suave fricción de la toalla basta para conseguir el propósito del baño.,
Inmediatamente después conviene un poco de gimnasia doméstica u otro ejercicio que ayude a reaccionar sin fatiga.


Baño caliente

Tiene el baño caliente su eficacia, pero no ha de abusarse de él ni tomarlo por simple placer.
Ha de ser de unos 50º la temperatura del agua.
Se empieza del mismo modo que dijimos para el baño higiénico, con los mitones puestos y el enjabonamiento del cuerpo por espacio de cinco a diez minutos o hasta darse cuenta de que la epidermis está limpia.
Después se ha de tomar, antes de secarse, una ducha breve y rápida con agua de más baja temperatura que la del baño.
El agua caliente abre los poros, y si no se aplica luego el chorro o ducha de agua fresca es muy fácil sentir los efectos nocivos de un aire colado.
Quien tenga la costumbre de tomar diariamente un baño de limpieza con agua fresca no necesitará muchos baños calientes si goza de un estado normal de salud.
El baño caliente afloja el organismo, disminuye la frecuencia del pulso y de la respiración, relaja los músculos y ablanda las partes más duras de la epidermis.


Baño frío

El baño frío resulta un excelente tónico vigorizador para los que disfrutan de recia vitalidad y pletórica salud.
Es perjudicial, en cambio, para los niños de pecho, los ancianos y las Mujeres débiles, y todos aquellos que sufran ciertos quebrantos.
Los efectos saludables del baño frío despertaron la afición de muchas gentes al extremo de hacer de él una especie de fetiche.
En algunos casos esta ciega afición, que no se preocupa de las condiciones y circunstancias de tiempo, lugar y temperamento, ha producido resultados desastrosos.
Nada hay más confortativo y vigorizador que un baño frío para las personas de complexión robusta y plena vitalidad.
La exultación que provoca es mucho más sana y duradera que la que, se logra apelando a ciertos específicos con los. que se comercia.
Pero es imprudente e insensato administrarlo a los niños y jóvenes en la edad del crecimiento, a las muchachas que están llegando a la pubertad, a los inválidos y ancianos, y a las personas de complexión muy débil o de temperamento enfermizo.


Instrucciones generales

El baño de limpieza debe tomarse frecuentemente o todos los días.
No se debe tomar el baño caliente más de una vez por semana.
Si está de viaje, el individuo observará que él baño común de limpieza bastará para eliminar la suciedad acumulada, sin necesidad de tomar el baño caliente.
Los baños calientes relajan demasiado, y por eso no se han de tomar a menudo.
Se puede tomar diariamente el baño frío o bien una o dos veces a la semana.
No obstante, no ha de estar demasiado fría el agua, y ha de estudiarse la reacción como guía de la más conveniente temperatura.


Baño rápido

Quienes deseen gustar los depuradores y placenteros efectos del baño matinal, pero que carecen de los necesarios elementos para tomarlo con toda comodidad, por no tener cuarto de baño en su casa, pueden proceder del modo siguiente:
Preparen una gran palangana con agua del tiempo. Átense a la cintura una toalla recia y ancha. Desnúdense de medio cuerpo arriba, y frótense nuca, cabeza, espalda y pecho con la esponja enojada, y con ambas manos después en segundo término y renovada el agua.
Todo esto ha de hacerse rápidamente, con dos minutos de duración a lo sumo para cada una de las dos operaciones.
Se enjuga enseguida la piel con la toalla desceñida de la cintura, y después se concluye de secar con una nueva toalla.
Sorprenderán verdaderamente los efectos vigorizadores de esta parca aplicación de agua fría.
Actúa como eficaz tónico vigorizador del organismo y lo resguarda de resfríos, pulmonías y catarros.


Baños locales

Se conocen y usan muy variadas formas, de esta clase de baño El, baño de medio cuerpo, denominado en 1a hidroterapia occidental semicupio, se administra en una bañera con agua hasta 40 cm. de altura, en la que el cuerpo se sumerge de cintura abajo, y se friccionan piernas y muslos con una esponja, por lo que también se lo llama baño de piernas.
Este baño se administra con agua fría. o agua caliente, como convenga a la naturaleza de la enfermedad, cuando no pueda el paciente soportar la acción del agua en el pecho o la espalda; esto es, en el tronco.
El semicupio frío es sedante y actúa contra la fiebre cuando no dura más allá de tres minutos y se provoca enseguida la reacción, bien por el frotamiento al enjugarse, seguido de ejercicio, o acostando al enfermo en una cama que esté calentada de antemano.
El baño de piernas caliente o semicupio es de efectos muy revulsivos si dura de diez a quince minutos, con cuidado de ir agregando a la bañera agua caliente en igual cantidad que se quita la que se vaya enfriando, a fin de que se mantenga en lo posible durante todo el baño la misma temperatura.


Baño de asiento

Es necesaria para este baño una bañera de fondo circular, con apropiado respaldo para poder apoyarse como si se estuviera acomodado en un asiento, y de ahí el nombre del baño.
El agua ha de ponerse en la bañera de modo que, ya uno sentado, llegue hasta el ombligo, por lo menos, sin alcanzar al pecho.
Comúnmente, el baño de asiento se administra con agua en reposo, ya fría, ya caliente, según indicación facultativa; pero ya lo manifestamos el agua en reposo no contiene cantidad suficiente de prana, por no estar aireada, en razón de lo cual son mucho más eficaces los baños de asiento con agua viva.


Baños de asiento con agua viva

Al efecto no sirve la bañera que se usa en los baños de asiento con agua en reposo. Ha de tener la misma configuración, pero de fondo doble, dispuesto de manera que el agua entre por unos agujeros practicados en la mitad de la altura de la superficie interna, y después de usada salga por otros agujeros dispuestos en el fondo de la bañera.


Baño escocés de asiento

Se administra, en cuanto a la materia y la forma, de la misma manera que los de agua viva o corriente, pero caliente primero y fría después, durante pocos minutos cada vez, hasta que la alteración de las dos temperaturas empiece a resultar molesta.


Baños minerales

Contienen las aguas minerales muchísima mayor cantidad de energía universal o prana que las aguas ordinarias, aunque no hay agua natural, en rigor, que no merezca el nombre de mineral, pues todas tienen mayor o menor número y cantidad de sales en disolución.
Pero el calificativo de aguas minerales se ciñe a las que más señaladamente contienen ciertas sales que les confieren un carácter determinado.
Son dignas de notar entre éstas las que, según Ios estudios de Beequerel y los esposos Curie, contienen sales de torio, actinio, uranio y radio. elementos químicos cuyos átomos rebosan de prana y comunican a las aguas que llevan disueltas sus sales la virtud especial denominada científicamente radiactividad y que, en realidad, es una manifestación más intensa de prana, cuya influencia en el organismo humano está bien comprobada.
Se ha de tener en estos casos muy en cuenta, sin embargo, la ley de equilibrio y correlatividad, pues tanto el calor como la luz y el magnetismo y la electricidad son beneficiosos agentes para el hombre cuando se ajustan al potencial del organismo, pero se tornan nocivos y aun mortales cuando exceden sus límites.
Así, una corriente eléctrica de magnitud e intensidad adecuadas a la resistencia del sistema nervioso del organismo humano puede remediar un trastorno o dolencia de naturaleza nerviosa, porque la modalidad eléctrica de la energía pránica se transmuta entonces en vital energía, o también puede ocurrir que si la persona no está convenientemente aislada del suelo, la mate una corriente eléctrica de voltaje mayor a la resistencia del organismo humano.
El de agua de mar es el baño más antiguo de agua mineral. A pesar de serlo en tan alto grado, no se la llama mineral, pese a que es evidente su' saludable efecto en el organismo, sobre todo cuando se acompaña el de sol al baño de mar.
La acción de los baños de agua mineral que llaman química los occidentales, aunque en realidad es pránica, depende sobre todo de los principios o sustancias volátiles o gaseosas que lleva el agua en disolución; pero contribuyen asimismo en segundo término a su eficacia los principios fijos que dan señalada característica al agua mineral.
Como dijimos al tratar de la piel, este órgano tiene notable poder de absorción, y así, no sólo absorbe el ácido carbónico, el sulfuro de hidrógeno y todos los gases que contenga el agua mineral, sino también las sustancias sólidas, aunque finalmente ya diluidas.
No obstante, nadie debe proceder de manera caprichosa en punto tan importante para la salud.
Ha de consultarse, por el contrario, a un entendido hidroterapeuta, quien indicará qué clase de baño de agua mineral conviene y cómo y de qué modo debe tomarse, pues todo lo que pudiéramos decir acerca del particular en líneas generales no serviría para aplicarlo a casos concretos, porque cada cual, según su temperamento y circunstancias personales, requiere distinto y adecuado tratamiento, el que surge de la observación individual.


Baños compuestos

Así se llaman aquellos en que se agregan al agua ciertas sustancias vegetales, como salvado, aceite, almidón, malta, hierbas aromáticas, etcétera, o bien algunas sales, como el cloruro sádico y el bicarbonato del mismo metal. Entre las hierbas aromáticas más empleadas en los baños se cuentan el serpol, la salvia, el espliego o alhucema, la melisa, el sauco, la menta, la manzanilla y la mejorana.
En la actualidad la química simplifica la operación, un tanto enojosa y larga, de preparar estos baños, pues nos proporciona los aceites etéreos de tales hierbas, de los que con un gramo sobra para producir el deseado efecto en la piel.

Comentarios

  1. CON RELACION AL BAÑO CALIENTE , LO PRACTICO TODOS LOS DÍAS, ¿COMO ME AFECTARÁ?

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