Hace poco pensaba en la cantidad de personas que buscan invertir en la internet y que tienen ideas muy buenas pero no pueden hacerlas reales por una cuestión muy simple: no saben hacerlo ellas mismas.
En el caso de internet, hay gente que quiere invetir; para por ejemplo crear una comunidad temática, desde cero, generar toda la plataforma. Hace falta para esto un desarrollador, un programador que la invente. Entonces, el inversor, tiene dinero. Pero el programador tiene un poder enorme.
Hace poco un amigo que vive en estados unidos me cuenta que el último año de su vida ha sido un infierno. Ha querido desarrollar sitios, grandes proyectos de portales, tenía la idea muy clara, la voluntad muy enfocada, el capital para invertir: sin embargo, los recursos humanos no eran fáciles de captar. Los programadores, se escurren de sus manos. Se rebelan. Se van de viaje. El proyecto tambaléa, la inversión, todo puede irse a pique. Sus nervios fueron infernales, me cuenta. La ausencia de más detalles se debe a la intensidad de su último año laboral. Le fue bien diseñando páginas web, pero el desarrollo de su sueño, aún esta a medio camino y representa un verdadero problema al cual nadie querría meterse.
Desarrollar un sitio puede ser fácil en la imaginación, pero en la práctica, sin el conocimiento adecuado que hace falta, no se puede ejecutar con tanta facilidad. Quizá, se puede aprovechar de un grupo de trabajo pre-existente que simpatice con el proyecto. Pero según algunos entendidos, la mejor forma es ser uno mismo el programador. Así nacen los grandes sitios y portales online... los desarrollan sus primeros dueños y después, se venden a grandes compañías.
La opción más viable es que el co-fundador de la empresa sea un programador. Tienes la idea, consigues la mente brillante y la ponen a andar... ¿pero si mañana el co fundador te dice pagame xxx $ o el sitio se cae? -esta es una hipotesis ajena a mi persona, adolesco de tanta paranoia, gracias a dios.-
Hablando de grandes compañías de internet: Google... ¿Han visto cómo viven sus programadores y empleados? Google sabe del valor del desarrollador y lo cuida.
En el caso de internet, hay gente que quiere invetir; para por ejemplo crear una comunidad temática, desde cero, generar toda la plataforma. Hace falta para esto un desarrollador, un programador que la invente. Entonces, el inversor, tiene dinero. Pero el programador tiene un poder enorme.
Hace poco un amigo que vive en estados unidos me cuenta que el último año de su vida ha sido un infierno. Ha querido desarrollar sitios, grandes proyectos de portales, tenía la idea muy clara, la voluntad muy enfocada, el capital para invertir: sin embargo, los recursos humanos no eran fáciles de captar. Los programadores, se escurren de sus manos. Se rebelan. Se van de viaje. El proyecto tambaléa, la inversión, todo puede irse a pique. Sus nervios fueron infernales, me cuenta. La ausencia de más detalles se debe a la intensidad de su último año laboral. Le fue bien diseñando páginas web, pero el desarrollo de su sueño, aún esta a medio camino y representa un verdadero problema al cual nadie querría meterse.
Desarrollar un sitio puede ser fácil en la imaginación, pero en la práctica, sin el conocimiento adecuado que hace falta, no se puede ejecutar con tanta facilidad. Quizá, se puede aprovechar de un grupo de trabajo pre-existente que simpatice con el proyecto. Pero según algunos entendidos, la mejor forma es ser uno mismo el programador. Así nacen los grandes sitios y portales online... los desarrollan sus primeros dueños y después, se venden a grandes compañías.
La opción más viable es que el co-fundador de la empresa sea un programador. Tienes la idea, consigues la mente brillante y la ponen a andar... ¿pero si mañana el co fundador te dice pagame xxx $ o el sitio se cae? -esta es una hipotesis ajena a mi persona, adolesco de tanta paranoia, gracias a dios.-
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