La noticia me parece bastante conocida (como decir... conozco gente que padeció la misma situación) una joven belga fue a hacerse un tatuaje y acabó con 56 tattoos.
La joven dice que fue a hacerse un par de tatuajes de unas estrellitas abajo del ojo y "se quedó dormida": cuando despertó tenía 56 estrellas en la cara.
La noticia es bastante bizarra (lean el final de todo para ver el desenlace y el costo del tatuaje).
Según publica el periódico, 'Het Laatste Nieuws', Kimberley Vlaeminck, una chica de 18 años fue a tatuarse tres estrellas debajo del ojo y se encontró con 56. La adolescente belga quiere denuciar a su tatuador porque, según ella, la tatuó en contra de su voluntad.
El domingo pasado Kimberley se fue con su hermana y su padre a la tienda 'Tatoo Bos' de Courtrai, en Bélgica. Le pidió al tatuador pintarle tres estrellas cerca de su ojo izquierdo.
Durante el trascurso la chica se habría quedado dormida y una vez que se despertó se dio cuenta del 'trabajo' indeseado que le había hecho en la cara.
"Me desperté a tiempo, antes de que me tatuara la nariz", explica Kimberley. "Después he visto lo que me hizo. Conté 56 estrellas. Es horrible", añade.
La joven ha declarado no querer salir de casa por culpa de su aspecto embarazoso. El origen del equívoco sería una incomprensión lingüística ya que el tatuador es rumano. "Creo que no entendió qué quería hacerme", dijo la joven.
"Ahora espero que el láser me pueda ayudar a quitarme este trabajo monstruoso que tengo en la cara", señala la adolescente.
El artífice del daño, Rouslain Toumaniantz, rumano de 36 años que niega las acusaciones. "Mi cliente estuvo despierta durante toda la intervención", ha dicho. "No la he hipnotizado ni drogado, ella estaba de acuerdo", añadió.
"Los problemas vinieron cuando el padre y el novio han visto el tatuaje, que costó 65 euros", comenta.
Investigando más el caso de esta joven belga y sus tatuajes encontré una noticia más reciente que dice que mintió para que no la castigaran.
Al final toda la farsa la descubrió la cadena televisiva Ned 3, quienes la consiguieron engañar diciéndole que las cámaras estaban apagadas para 'invitarla' a confesar la verdad.
La adolescente acabó admitiendo que los tatuajes eran de su agrado, salvo por unas estrellas junto a la nariz, lo mismo que dijo el tatuador, el rumano Rouslain Toumaniantz, al que llegó a denunciar. "Mi cliente estuvo despierta durante toda la intervención. No la hipnotice ni drogué, ella estaba de acuerdo. Los problemas vinieron cuando el padre y el novio vieron el tatuaje", dijo.
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