Este artículo lo encontre en el sitio web de ciberpsique.net y es autoría de Samael Aun Weor; me parece que aporta a este tema de una forma muy contundente.
Los seres humanos somos animales en constante evolución. Hay algunos que creen que la glandula pineal es una glandula "atrofiada", sin embargo, en un ser en evolución constante no puede haber nada atrofiado. Los humanos hemos evolucionado del cerebro reptídico único a los tres cerebros que tenemos actualmente. Algunas personas creen que estamos camino al desarrollo de un cuarto cerebro, probablemente uno que no es físico.
Además, la glandula pineal es identificada como el séptimo chakra.
Curiosamente, cuando este chakra está abierto, el individuo probablemente experimente con frecuencia su espiritualidad en forma muy personal y exclusiva. Esta espiritualidad no se define dogmáticamente, ni se expresa con palabras. Se trata más bien, de un estado de ser, un estado de trascendencia de la realidad mundana al infinito. Va más allá del mundo físico y crea en el individuo una sensación de plenitud. (Leer más acerca del 7mo charka o sobre qué son los chakras)
LA GLANDULA PINEAL
La glándula pineal está situada en la parte posterior del cerebro. Esta glandulita tiene tan sólo cinco milímetros de diámetro. Está rodeada de una fina arenilla muy importante. La glándula pineal es un pequeño tejido rojogris. Esta glandulita está íntimamente relacionada con los órganos sexuales. La glándula pineal secreta ciertas hormonas que regulan todo el progreso, evolución y desarrollo de los órganos sexuales. La ciencia oficial asegura que después de que estas hormonas han logrado su objetivo, cual es el desarrollo total de los órganos sexuales, entonces degenera en un tejido fibroso que ya no es capaz de secretar hormonas. Descartes aseguraba que esta glándula era el asiento del alma. Los orientales aseguran que esta glándula es un tercer ojo atrofiado.
Cuando la ciencia médica del mundo occidental descubrió que esta glándula es tan sólo un pequeño tejido rojogris situado en la parte posterior del cerebro, entonces rechazó la afirmación de Descartes y de los orientales. Mejor hubiera sido no sentar dogmas científicos y estudiar todos los conceptos en forma ecléctica y didáctica.
Los yogis de la India aseguran que la glándula pineal es la ventana de Brahama, el ojo de diamante, el ojo de la polividencia que mediante cierto entrenamiento especial nos da la percepción del ultra.
La ciencia occidental debería estudiar estos conceptos de la yoga oriental. La ciencia occidental no es toda la ciencia. Es urgente estudiar también la ciencia oriental. Necesitamos una cultura integral, total.
El microscopio nos permitió percibir objetivamente lo infinitamente pequeño. El telescopio nos permitió ver lo infinitamente grande. Sí la glándula pineal nos permite ver el ultra de todas las cosas deberíamos estudiar la yoga oriental, y desarrollar esa maravillosa glándula. Los yogui de la India tienen practicas con las cuales se puede lograr una superfunción especial de la glándula pineal. Entonces percibimos el ultra. Negar estas afirmaciones de la YOGA oriental, no es científico. Es necesario estudiar y analizar.
Los sabios orientales dicen que de la potencia sexual depende la potencia de la glándula pineal. Ahora podremos explicarnos las bases científicas de la castidad.
No hay duda de que todos los grandes videntes Bíblicos fueron grandes pinealistas. La castidad científica combinada con ciertas prácticas les permitió ver el ultra de la naturaleza.
Los gnósticos dicen que en la glándula pineal está el átomo del espíritu santo. La Biología esta resuelta a investigar todas estas cosas. Los orientales afirman que en la glándula pineal se halla el loto de los mil pétalos. No hay duda que esa es la corona de los santos.
Los hombres de genio tienen la glándula pineal muy desarrollada. En los cretinos se ha descubierto que la glándula pineal se halla atrofiada.
Los grandes fenómenos de fascinación de masas tan comunes en la India, sólo son posibles cuando el Fakir autentico, tiene la glándula pineal lleno de gran vigor.
Las secreciones de las glándulas endocrinas son absorbidas directamente por la sangre. La sangre arrastra todas las secreciones de las glándulas endocrinas a otros órganos o glándulas, que entonces se ven impulsadas a un mayor esfuerzo, a un trabajo más intenso. La palabra hormona viene de una palabra griega que significa "excitar". Realmente las hormonas tienen el poder de excitar a todo el organismo, de obligarlo a trabajar.
Las secreciones de las glándulas endocrinas influyen también sobre la mente. Ahora nos explicamos por qué los indostanés se dedican a controlar la mente. Por medio de la mente podemos regular nuestras funciones hormonales.
Algunos sabios indostanes han permanecido enterrados durante muchos meses sin morir.
La Biología no puede permanecer indiferente a esto. Los Biólogos necesitan investigar todas esas maravillas del Asia.
Don Emmanuel Kant admite un "nisus formativus" para nuestro cuerpo físico. Los sabios orientales creen que ese nisus formativus en un cuerpo fluídico que se halla en contacto con el sistema nervioso gran simpático, y con el sistema nervioso liquido. No hay duda de que ese cuerpo fluídico es el cuerpo astral de los médicos medievales. Dentro del cuerpo astral está la mente humana y todos aquellos principios puramente anímicos.
Los sentidos de ese cuerpo astral parecen dimanar como flores de loto desde el fondo mismo de las glándulas endocrinas. Aquel loto de los mil pétalos mencionado por los yoguis de la India, es un sentido anímico del cuerpo astral.
El desarrollo especial de la glándula pineal nos permite percibir el cuerpo astral, y sus sentidos anímicos que como flores de loto emanan de las mismas glándulas endocrinas.
La ciencia médica juega con la mecánica de los fenómenos, pero no conoce el fondo vital. El desarrollo especial de la glándula pineal nos permite ver el mismo fondo vital.
Los seres humanos somos animales en constante evolución. Hay algunos que creen que la glandula pineal es una glandula "atrofiada", sin embargo, en un ser en evolución constante no puede haber nada atrofiado. Los humanos hemos evolucionado del cerebro reptídico único a los tres cerebros que tenemos actualmente. Algunas personas creen que estamos camino al desarrollo de un cuarto cerebro, probablemente uno que no es físico.
Además, la glandula pineal es identificada como el séptimo chakra.
Curiosamente, cuando este chakra está abierto, el individuo probablemente experimente con frecuencia su espiritualidad en forma muy personal y exclusiva. Esta espiritualidad no se define dogmáticamente, ni se expresa con palabras. Se trata más bien, de un estado de ser, un estado de trascendencia de la realidad mundana al infinito. Va más allá del mundo físico y crea en el individuo una sensación de plenitud. (Leer más acerca del 7mo charka o sobre qué son los chakras)
LA GLANDULA PINEAL
La glándula pineal está situada en la parte posterior del cerebro. Esta glandulita tiene tan sólo cinco milímetros de diámetro. Está rodeada de una fina arenilla muy importante. La glándula pineal es un pequeño tejido rojogris. Esta glandulita está íntimamente relacionada con los órganos sexuales. La glándula pineal secreta ciertas hormonas que regulan todo el progreso, evolución y desarrollo de los órganos sexuales. La ciencia oficial asegura que después de que estas hormonas han logrado su objetivo, cual es el desarrollo total de los órganos sexuales, entonces degenera en un tejido fibroso que ya no es capaz de secretar hormonas. Descartes aseguraba que esta glándula era el asiento del alma. Los orientales aseguran que esta glándula es un tercer ojo atrofiado.
Cuando la ciencia médica del mundo occidental descubrió que esta glándula es tan sólo un pequeño tejido rojogris situado en la parte posterior del cerebro, entonces rechazó la afirmación de Descartes y de los orientales. Mejor hubiera sido no sentar dogmas científicos y estudiar todos los conceptos en forma ecléctica y didáctica.
Los yogis de la India aseguran que la glándula pineal es la ventana de Brahama, el ojo de diamante, el ojo de la polividencia que mediante cierto entrenamiento especial nos da la percepción del ultra.
La ciencia occidental debería estudiar estos conceptos de la yoga oriental. La ciencia occidental no es toda la ciencia. Es urgente estudiar también la ciencia oriental. Necesitamos una cultura integral, total.
El microscopio nos permitió percibir objetivamente lo infinitamente pequeño. El telescopio nos permitió ver lo infinitamente grande. Sí la glándula pineal nos permite ver el ultra de todas las cosas deberíamos estudiar la yoga oriental, y desarrollar esa maravillosa glándula. Los yogui de la India tienen practicas con las cuales se puede lograr una superfunción especial de la glándula pineal. Entonces percibimos el ultra. Negar estas afirmaciones de la YOGA oriental, no es científico. Es necesario estudiar y analizar.
Los sabios orientales dicen que de la potencia sexual depende la potencia de la glándula pineal. Ahora podremos explicarnos las bases científicas de la castidad.
No hay duda de que todos los grandes videntes Bíblicos fueron grandes pinealistas. La castidad científica combinada con ciertas prácticas les permitió ver el ultra de la naturaleza.
Los gnósticos dicen que en la glándula pineal está el átomo del espíritu santo. La Biología esta resuelta a investigar todas estas cosas. Los orientales afirman que en la glándula pineal se halla el loto de los mil pétalos. No hay duda que esa es la corona de los santos.
Los hombres de genio tienen la glándula pineal muy desarrollada. En los cretinos se ha descubierto que la glándula pineal se halla atrofiada.
Los grandes fenómenos de fascinación de masas tan comunes en la India, sólo son posibles cuando el Fakir autentico, tiene la glándula pineal lleno de gran vigor.
Las secreciones de las glándulas endocrinas son absorbidas directamente por la sangre. La sangre arrastra todas las secreciones de las glándulas endocrinas a otros órganos o glándulas, que entonces se ven impulsadas a un mayor esfuerzo, a un trabajo más intenso. La palabra hormona viene de una palabra griega que significa "excitar". Realmente las hormonas tienen el poder de excitar a todo el organismo, de obligarlo a trabajar.
Las secreciones de las glándulas endocrinas influyen también sobre la mente. Ahora nos explicamos por qué los indostanés se dedican a controlar la mente. Por medio de la mente podemos regular nuestras funciones hormonales.
Algunos sabios indostanes han permanecido enterrados durante muchos meses sin morir.
La Biología no puede permanecer indiferente a esto. Los Biólogos necesitan investigar todas esas maravillas del Asia.
Don Emmanuel Kant admite un "nisus formativus" para nuestro cuerpo físico. Los sabios orientales creen que ese nisus formativus en un cuerpo fluídico que se halla en contacto con el sistema nervioso gran simpático, y con el sistema nervioso liquido. No hay duda de que ese cuerpo fluídico es el cuerpo astral de los médicos medievales. Dentro del cuerpo astral está la mente humana y todos aquellos principios puramente anímicos.
Los sentidos de ese cuerpo astral parecen dimanar como flores de loto desde el fondo mismo de las glándulas endocrinas. Aquel loto de los mil pétalos mencionado por los yoguis de la India, es un sentido anímico del cuerpo astral.
El desarrollo especial de la glándula pineal nos permite percibir el cuerpo astral, y sus sentidos anímicos que como flores de loto emanan de las mismas glándulas endocrinas.
La ciencia médica juega con la mecánica de los fenómenos, pero no conoce el fondo vital. El desarrollo especial de la glándula pineal nos permite ver el mismo fondo vital.
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