En su libro Por favor, mátame (la historia oral del punk) Gillian McCain y Legs McNeil (antiguo redactor jefe de Spin y Nerve) afirman que antes del punk no había ninguna forma que tuvieran los jóvenes para liberar violentamente todo su descontento acumulado. Comentan que musicalmente, salvo algunas bandas, ‘‘el resto del rock and roll parecía odioso. Todo era hippie y no había nada que describiera lo que era nuestra vida’’. Motivados por el aburrimiento y la falta de medios alternativos, Legs McNeil y John Holmstrom crearon una revista que hablaba de los excesos de los muchachos de aquel entonces: Punk. Así surgió el término que describía de alguna manera la parte más oscura del individuo. Pronto esta palabra se popularizó y dio nombre a un nuevo género musical, que abarcó Estados Unidos y Europa. ‘‘Queríamos una revista que hablara de las reposiciones por televisión, de beber cerveza, de sexo, de las hamburguesas con queso, los cómics, las películas series B y aquel extraño (y nuevo estilo de) rock and roll que a nadie parecía gustarle’’. McNeils se refería a las nuevas agrupaciones de los barrios neoyorquinos que, poco a poco, preferían una fusión más agresiva. Cónsono con la aparición de Punk, la música inglesa parecía disfrutar de un cierto renacimietno. Tras varios años sin contar con el apoyo de las grandes disqueras londinenses, los pequeños grupos encontraron ayuda en un extraño personaje, Malcom McLaren, quien fungió como el dinámico promotor artístico de The Sex Pistols. Luego de varios rechazos -la industria estaba muy escéptica con esta peculiar novedad- en 1976 McLaren logró que su banda grabara siete sencillos. La adversidad no lo detuvo, sino que hizo posible la unión de las bandas The Clash, Siouxies and The Banshees y The Buzzcocks (músicos que de vez en cuando se asociaban para tocar y se hacían llamar The Bromley Contingent) para armar festivales underground. En 1977 obtiene su punto culminante: Sex Pistols lanza su corte Anarchy in the UK, que pronto se coronó como el himno punk por excelencia. Este éxito obligó a que el sello EMI se fijara en ellos. Como a los Sex Pistols les gustaban los problemas, sus presentaciones en televisión fueron igualmente controversiales. La más recordada fue en el show Thames Today. En plena grabación se desató una disputa entre espectadores y la banda, aquello fue tan serio que fue noticia de primera plana de los periódicos de la época. El espíritu rebelde se mantenía intacto. Por otro lado, y a la par de Punk, nacieron medios todavía más populares como los fanzines, revistillas a cargo de fans y groupies. Debido a los buenos resultados de los Sex Pistols, otros colectivos como The Clash pasaron de clubes de mala muerte a grabar con compañías como CBS. Más adelante, esto dio paso al desarrollo de otros géneros musicales. Sex Pistols, además de trabajar para la A&M Records, pudo sacar en mayo de 1977 el disco God Save the Queen, donde la música solo era un elemento más, ya que su campaña promocional incluía la venta de artículos como camisetas y calcomanías. El coro del tema que dio título a este álbum era muy esclarecedor para la filosofía de mercadeo del grupo: ‘‘no hay futuro ni para ti ni para mi’’. Por eso, no sorprendió a sus seguidores que Malcom McLaren organizara un concierto promocional en una embarcación llamada irónicamente Queen Elizabeth, justo cuando se llevaban a cabo las festividades del XXV aniversario de Elizabeth, la reina de Inglaterra. Como era de esperarse, la actividad culminó en puños y patadas, y con la intervención de la policía. Se cumplía un precepto básico del punk: provocar y confrontar. Visto a la distancia, el punk ha sobrevivido a nuestros días.
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