TIPOS DE OKUPACIÓN, HISTORIA DE LA OKUPACIÓN EN ESPAÑA Y ACTUALIDAD.
La okupación es la ocupación física de un espacio legalmente poseído por un propietario. Se trata de ignorar el derecho de propiedad privada, se trata de tomar lo que nos pertenece, se trata de demostrar que se puede vivir al margen del sistema. ¿Por qué este espacio tiene que ser de alguien? ¿Acaso el aire es de alguien?
NOTA: en este documento, que no tiene desperdicio, se utilizan muchos textos y se he formado una especie de collage de textos y documentos. para acceder a ellos en forma completa, revisa la pagina principal de textos Okupa y fijate que puedes acceder a los originales.
LA OKUPACIÓN DE TIERRAS
La okupación de tierras es una idea bastante vieja. Comenzó en el mismo momento en que se inventó la propiedad privada. En el momento que alguien decidió que un trozo de territorio era suyo y otro alguien decidió que eso no podía ser así. La tierra es de todos. En la Revolución Inglesa los [diggers] se dedicaron a cultivar grandes haciendas sin utilizar. Realmente en toda Europa siempre han existido tierras comunales, en la península ibérica los pastos de los puertos de montaña solían y suelen ser comunes. Los ganaderos de las aldeas llevan el ganado de distintas ganaderías y lo juntan para cuidarlo más fácilmente. Esto también existía en la Inglaterra del siglo XVIII, de hecho las tierras comunales eran las que garantizaban el sustento de mucha gente. Cuando el capitalismo entonces naciente necesitó mano de obra barata se aprobaron las leyes [Enclosure Acts], que privatizaban y dividían estas tierras comunes provocando un éxodo del campo a la ciudad.
Posteriormente ha habido numerosos casos de ocupaciones de tierras como durante la I República española o la Revolución mexicana con su lema Tierra y Libertad sacado a su vez del movimiento socialista / populista ruso, que pedía lo mismo. En España durante el trienio bolchevique andaluz se ocuparon numerosas haciendas que pertenecían a los grandes terratenientes de la época. En la II República española también se dieron numerosos casos de invasiones de tierras. Pero destacamos por la cantidad de kilómetros cuadrados colectivizados a la Revolución Española en donde aproximadamente el 60% de la zona republicana fue colectivizada de una u otra manera. En general es típico de las sociedades campesinas pobres que no tienen mucho que perder y que ven en la okupación un modo de sobrevivir.
LA OKUPACIÓN RURAL
LPor otra parte llamamos okupación rural a la re-habilitación de pueblos abandonados o despoblados. En Europa hay miles de pueblos y aldeas que han sido abandonados por sus habitantes. Muchas veces ha sido por su inviabilidad económica, otras veces porque han construido un embalse y les han inundado las tierras cultivables. El caso es que con el envejecimiento de la población muchos pueblos se abandonan y su cultura se pierde. Desde los años 70 ha existido un movimiento que trata de "volver al campo" okupando casas en estos pueblos. Se le suele dar el nombre de [neo-ruralismo]. Y también puede ser tanto legal (comprando casas y terrenos) como ilegal (okupando). El neo-ruralismo legal está teniendo cierto auge con el "turismo ecológico" o "turismo rural". Los montes se llenan de nueva gente, nuevas caras, nueva vida... Sin embargo hay que destacar por su importancia el neo-ruralismo ilegal. Es decir la okupación física de un pueblo abandonado que suele ser de alguien o de una institución.
Según un estudio del 97, en aquel año había estos municipios. Hoy en día no son los mismos:
· Pontevedra: La Cavada, La Fraga-Baños
· León: A Noitiña-Sobredo (El Bierzo, miembro de la FACC) / [Mataveneros] (en la línea del movimiento Rainbow; escuela libre) / Poibueno
· Gipuzkoa: Bikunieta / Minas de Arditurri-Oiartzun
· Nafarroa: [Lakabe] (diecisiete años de duración, doce adultos y catorce niñ@s, uno de los símbolos del movimiento; [aqui] un relato de un encuentro) / Arizkuren
· Huesca: Aineto / Artosilla / [Ibort] (en la zona de [Serrablo]; Arrendados los tres por la dirección General de Aragón) / [Sasé] / Campol / [Mipanas] / Bergua / Morielo de San Pietro ::.Okupas y neorrurales en el Pirineo Central
· Girona: funcionan gran número de comunidades y masías, como por ejemplo, Mas Molar o Monars. Existe además una cierta coordinación entre las casas de cuatro comarcas gerundenses desde hace algún tiempo fiestas, intercambio, apoyo mutuo...
· Soria: Manzanares-Montejo de Tiermes / Abioncillo (pueblo-escuela)
· Guadalajara: Matallana
· Alacant: La Mariola-Alcoi
· Badajoz: Las Adelfas, Villanueva de la Vera
· Huelva: El Calabacino / Los Molinos
· Málaga: [Los Arenalejos]-Alozaina ([aqui] el relato de unos encuentros)
· Tenerife: El Cabrito (La Gomera, explotación turística de un núcleo rural abandonado)
* Barcelona:[Can Pasqual], [Can Masdeu]
Listado “COMUNIDADES, COLECTIVIDADES,
ECOALDEAS Y ASENTAMIENTOS EXISTENTES”
aparecido en “PUEBLOS VIVOS. Experiencias de Vida Comunitaria, año 2000/2001”
- ALBORADA (Coín. Málaga). Fundada en 1995.
- AMAYUELAS (Palencia). Komenzó a funcionar a principios de los ’90.
- ARTANGA (Nafarroa). Aldea okupada el 11 de junio de 1998.
- ARTOSILLA (Sabiñanigo. Huesca). Aldea okupada en 1986.
- BALTA (Coín. Málaga).
- EL HAYAL (Villacarriedo. Cantabria). Comenzó a funcionar en 1995.
- CAN MIREIA (Barcelona). Bloke de pisos okupados en 1996.
- COLECTIVIDAD A NOITIÑA ( El Bierzo. León). Okupación rural desde 1989.
- COMUNIDAD A (Ponferrada. León). Empieza a funcionar en junio de 1996.
- COMUNIDAD DE TURBALLOS (Muro. Alicante). Desde 1981.
- COMUNIDAD WALDEN (Ciempozuelos. Madrid).
- EL FONOLL (Tarragona). Okupado por naturistas desde 1998.
- EL INDIANO (Puerto Serrano. Cádiz). Desde 1983.
- EL PARDAL (Jaén). Desde 1981.
- LA SEMILLA (Tarifa. Cádiz). Desde 1997.
- LOS ARENALEJOS (Alozaína. Málaga). Desde 1990.
- LOS JARDINES DE ACUARIO (Totana. Murcia). Desde 1998.
- MANZANARES (Soria). Desde 1992.
- MATAVENERO y POIBUENO (Astorga. León). Desde 1989.
- MOLINO VIEJO (Puertomingalvo. Teruel). Desde 1998.
- NUEVA TIERRA (Sevilla). Desde 1999.
- LA PAM (Monzón. Huesca). Desde 1997.
- PERMACULTURA MONSANT (Tarragona). Desde 1992.
- TANQUIÁN (Desde-Pantón. Lugo). Desde 1993.
- VECINOS DE PANO (Pano. Huesca). Desde 1990.
OTRAS OKUPACIONES NO RESEÑADAS EN EL LISTADO:
- LAKABE, RALA, ARITZKUREN,… todas estas en el pre-Pirineo navarro.
EN 2001 ESTABAN EN PROYECTO LAS SIGUIENTES COMUNIDADES, COLECTIVIDADES Y ECOALDEAS:
- ALDEA ALTERNATIVA. Situación: Sur de España.
- ALDEA COOPERATIVA (Mataró. Barcelona).
- EQUI-LIBRE (Santa Bárbara. Tarragona).
- GEA (Valencia).
- VALDEPIÉLAGOS (Madrid).
LA OKUPACIÓN URBANA
Moviéndonos a las ciudades tenemos el caso de la okupación urbana. Esto no es otra cosa que entrar en un local abandonado sin el consentimiento de su propietario. Puede ser un acto político o sin otra política que la de buscarse un techo bajo el que cobijarse. Aunque en teoría las constituciones occidentales reconocen el derecho a una vivienda digna, la realidad nos muestra a miles de personas viviendo en la calle mientras otros miles de pisos se quedan vacíos. Es completamente lógico que exista la okupación.
Haciendo un poco de historia vemos que este fenómeno no es algo nuevo. Un caso extremo de este caso fue la [huelga de alquileres] de Barcelona en 1931, cuando decenas de miles de personas se negaron a pagar sus alquileres durante meses. También ocurrió en otras ciudades de Europa ([Glasgow] en 1915) y norteamérica. La okupación a gran escala ha tenido lugar en alguna que otra ocasión. Por ejemplo en el Londres de la postguerra mundial. Cuando una gran parte de la población estaba sin casa debido a los bombardeos alemanes y había un gran número de casas deshabitadas. Se llegaron a okupar barrios enteros. En Lisboa en 1974 ocurrió otra famosa oleada de okupaciones que involucró a unas 10.000 familias.
OKUPA Y PREOKUPA
Las okupaciones de viviendas consisten en la apropiación de edificios abandonados para uso residencial, y son un exponente de las contradicciones existentes entre el derecho a la vivienda y la existencia de un potente mercado inmobiliario basado en la propiedad privada. En épocas recientes la ocupación de viviendas, conocida con el nombre anglosajón de "Squatting", fue una práctica ligada a los grupos sociales alternativos y muy extendida (desde las décadas de 1960 y 1970) en las áreas centrales de ciertas ciudades europeas, como Amsterdam y Berlín. La okupación suele producirse sobre edificios abandonados o infrautilizados, no exclusivamente residenciales, pues también afecta a locales industriales o de espectáculos; de modo preferente suele tratarse de personas con fuertes carencias residenciales o grupos de jóvenes radicales, que consideran esta actividad como una vía hacia una forma de vida alternativa y contestataria, y a los que se les denomina okupas.
En España, las primeras okupaciones de viviendas se asociaron a los movimientos vecinales de los últimos años del franquismo y afectaron de manera prioritaria a la vivienda de propiedad pública (Montjuïc en Barcelona y La Ventilla en Madrid). A partir de la década de 1980 el movimiento okupa adquiere un sesgo claramente juvenil y alternativo, suscitando reacciones muy diversas. En determinadas ocasiones y lugares se reprime con violencia, pero en otras zonas se adoptan posturas tolerantes, como es el caso de ciertos ayuntamientos vascos. Incluso algunas sentencias judiciales han relacionado el fenómeno con el derecho a la vivienda. En cualquier caso, el fenómeno se mantiene vivo y con una fuerte presencia en los medios de comunicación(Grupo Aduar, 2000).
Viviendas y centros sociales en el movimiento de okupación
La extensa experiencia de organización y proyección social del movimiento de okupación en el Estado español (aproximadamente dos décadas) no se corresponde con análisis rigurosos acerca de su génesis y desarrollo. De hecho, algunas dimensiones centrales en dicho movimiento, como las dinámicas de reestructuración urbana y las prácticas de autogestión experimentadas por sus miembros, han quedado en un segundo plano ante una imagen mediática distorsionadora y un incremento continuado de su represión por parte de las autoridades en los últimos años. Demostramos en este trabajo la importancia de esas dos dimensiones para explicar la evolución del movimiento de okupación y describimos las diferencias y diversidades que se alojan en su seno, atendiendo especialmente a lo sucedido en las modalidades de okupación de viviendas tanto como de centros sociales. Por último, se sugiere que existe evidencia suficiente como para afirmar que las localizaciones urbanas de las okupaciones se hallan ligadas, mayoritariamente, a espacios de probable reestructuración económica, aunque las excepciones a esa pauta son considerables, al mismo tiempo que ha sido el único movimiento social en abanderar la denuncia crítica de los procesos de especulación urbana y de las políticas públicas que les dan cobertura.
Para todos los analistas hay un punto de inflexión indiscutible en la evolución del movimiento okupa: el año 1996, puesto que es cuando entra en vigor el nuevo Código Penal que incrementa ostensiblemente el castigo a la okupación y, al mismo tiempo, porque es el año en el que se inaugura la mayor visibilidad mediática del movimiento, con la okupación del Cine Princesa en Barcelona y las intensas protestas y coaliciones desatadas a raíz de su desalojo.
Hasta esos sucesos se habían producido okupaciones en numerosas ciudades españolas desde los primeros años de la década de 1980. Hablamos de okupaciones dadas a conocer públicamente, algo siempre más tímido en los casos iniciales en los que el destino de la edificación rehabilitada era un uso exclusivo de vivienda y, desde luego, algo imprescindible en cuanto se pretendía iniciar un centro social. Esta progresión creciente en la creación de centros sociales okupados, a veces de forma también exclusiva e independiente de los usos residenciales, habría sido, a nuestro entender, uno de los factores que más abrieron la práctica de la okupación a otros sectores juveniles y políticos. Pero los orígenes del movimiento, como se ha argumentado ya suficientemente en los textos referenciados, hay que buscarlos en experiencias similares europeas y del movimiento vecinal del tardofranquismo. Imitaciones o recreaciones simbólicas, muchas veces, más que aprendizajes o réplicas precisas de aquellas estrategias.
La jurisdicción civil que persigue la okupación hasta 1996 de forma "suave" e irregular y los "palos de ciego" que dan las autoridades municipales a sus okupaciones locales ante la manifiesta legitimación pública de soluciones autónomas al problema de la vivienda, contribuyeron también al crecimiento de estas prácticas, aún con deficiente invisibilidad pública (es decir, sin suponer amenazas o retos dignos de tener en cuenta para las autoridades) y con una notable consideración de marginalidad urbana (aún cuando esta connotación podía variar mucho de un lugar a otro).
Después de 1996 vamos a encontrar al movimiento de okupación también volcado en nuevas olas de protesta anticapitalista, ahora más masivas y denominadas "antiglobalizadoras" (con manifestaciones extraordinarias en Barcelona, Madrid y Sevilla en los últimos tres años, además de la cada vez mayor vinculación con redes sociales más amplias y con las "contra-cumbres" organizadas en otras ciudades europeas). Sin embargo, eso no significa subsunción o disolución. El movimiento de okupación ha seguido extendiendo su experiencia de autoorganización social, de reokupaciones y de transmutación de muchos de sus proyectos de intervención social, pero los costes han aumentado y han mudado el contexto de legitimación y las capacidades de incidencia social (para consolidar las okupaciones y para ganar simpatías, apoyos y coordinación entre quienes apuestan por este tipo de desobediencia urbana). Los desalojos preventivos y las numerosas ilegalidades o arbitrariedades legales (judiciales, policiales o políticas) que se han producido en estos últimos años (por citar un caso, el desalojo del CSO 190 en Granada), han ido acompañadas de las primeras fuertes condenas a personas acusadas de okupar y de delitos asociados a la defensa de tales okupaciones (daños materiales al mobiliario urbano, resistencia a la autoridad, etc.) o ligados a acciones que han encontrado en los centros sociales su mejor espacio de desarrollo (las manifestaciones antifascistas o la lucha contra las prisiones, por ejemplo).
Las campañas de prensa, policiales y judiciales criminalizando irresponsablemente a todo el movimiento de okupación al ligarlo con grupos armados (e.t.a. -independentismo vasco-, g.r.a.p.o. -comunismo extraparlamentario- y distintas cédulas de anarquismo insurrecionalista) se han intensificado y continúan hasta la actualidad, con casi una docena de personas detenidas que residían o dinamizaban casas okupadas (por ejemplo, cuatro jóvenes de Valencia que dinamizaban el Centro Social Malas Pulgas fueron acusados inicialmente de organización terrorista y detenidos al día siguiente del desalojo -15 de octubre de 2002-, permaneciendo tres de ellos en prisión preventiva hasta el 11 de marzo de 2003, ya que la Audiencia Nacional desestimó los cargos de terrorismo, devolvió el sumario a la Audiencia Provincial de la que partió y los jóvenes fueron puestos en libertad bajo fianza aguardando la celebración del juicio por desórdenes públicos, daños y asociación ilícita: a partir de informaciones publicadas en http://nodo50.org/cartelera_libertaria).
En conclusión, existen suficientes pruebas como para afirmar la constitución de un movimiento social con progresivo crecimiento en el número de okupaciones, especialmente notable a partir del incremento de su represión penal (desde 1996 en adelante). La práctica de la okupación, tanto de viviendas como de centros sociales, es central en este movimiento, aunque han sido los centros sociales los espacios que más atracción contracultural y conflicto político han generado, al mismo tiempo que, de forma a menudo paradójica, se tendía a infravalorar la prioridad reivindicativa de las necesidades de alojamiento, desde el propio seno del movimiento. No obstante, hay un vínculo estrecho entre ambas modalidades de okupación (ver Fig. 9 y 10) y desde finales de la década de 1980 se ha ido tejiendo un red densa de relaciones sociales de cooperación y auto-organización, presente en todos los momentos críticos de estas formas de desobediencia civil legítima (la entrada en el edificio, el desarrollo de actividades sociales en el mismo, las acciones públicas de protesta y la defensa ante los desalojos, fundamentalmente) (ver Cuadro 2). De forma semejante a lo sucedido en otros países: "No todos los participantes en el movimiento precisan residir en casas okupadas. Existe una ética del hazlo-tú-mismo y una ideología de la auto-determinación. Obviamente, los participantes no suelen tener muchos recursos, pero algunos de ellos son ricos en capital social y cultural, como los artistas y los estudiantes." (Pruijt, 2002). Y, en coherencia con las múltiples diferencias que han existido entre unas okupaciones y otras (incluso en una misma ciudad), entre los distintos proyectos (o, incluso, la ausencia de ellos) y entre los distintos grados de informalidad de las organizaciones y colectivos que han protagonizado las okupaciones, se ha suscitado una clara autoimagen de movimiento difuso, plural, inasible y hasta fantasmático que no debemos menospreciar:
Resulta significativo el hecho de que en varias ciudades españolas que tuvieron experiencias de okupación, algunos de sus activistas o colaboradores eventuales dieran el salto a constituir centros sociales autogestionados pero sin okupar, especialmente en los últimos cuatro años (Xaloc en Valencia, Espai Obert y Arrán en Barcelona, La Màquia en Girona, Ateneu Candela en Terrassa, La Trama y La Revuelta en Zaragoza, A Cova dos Ratos en Vigo, Mil Lúas en A Coruña, Likiniano en Bilbao, etc.).
OKUPANTES EVENTUALES
En Udondo (gaztetxe de Leioa), en La Kelo (gaztetxe de Santutxi) o en el Laboratorio 03 (de Madrid) se han admitido residentes eventuales sobrevenidos de otros desalojos y que participaban activamente en dichos centros sociales. Pero cuando el número de residentes es elevado (como aconteció, por ejemplo, en el Laboratorio 2 de Cabestreros, o en La Hamsa, en Barcelona) suele hacerse necesaria la independencia entre la asamblea de la "casa" y la del centro social, aunque se reclame a representantes de la vivienda a la última asamblea cuando advienen circunstancias que afectan a todos (necesidades de mejoras en las infraestructuras del edificio, amenazas de desalojo, agresiones externas, robos internos, etc.). No obstante, la propia disposición del edificio puede indicar la mayor o menor dependencia entre ambas modalidades de okupación: el aislamiento físico en distintos pisos, la clausura con puertas y cerraduras sólo en posesión de los residentes, la separación en distintas estancias o construcciones dentro del mismo solar, etc. contribuyen a evitar el principal problema de intromisión del conjunto de la vida social en la vida particular de los residentes (teniendo que abrir las puertas del centro social a cualquier hora y a cualquiera, soportando los ruidos del bar o la música no deseada de conciertos, encontrándose con perros o personas desconocidas que pasan por sus habitaciones, etc.).
OKUPACIONES
Cada edificación okupada, no obstante, posee su particular expediente administrativo, habitualmente lleno de vericuetos. Resulta singular, por ejemplo, el caso de los antiguos colegios que quedaron obsoletos por su inadaptación física a las exigencias de la nueva legislación educativa (es el caso del edificio okupada por el centro social S’Eskola en Palma de Mallorca y, tal vez, el de la calle San Agustín en Zaragoza y La Kelo en Santutxi), o que, simplemente, pasaron a integrarse en planes de remodelación urbana que les instaban a desaparecer (como el previsto acondicionamiento de la ribera del Ebro en Zaragoza, afectando a la okupación conocida como Casa del Río). En otras ocasiones se trata de instalaciones públicas con una privilegiada localización central en la ciudad pero cuyas funciones y personal han sido desplazados a otras más modernas: estos serían los casos, por ejemplo, de los cuarteles militares donde se encuentra La Kasa de la Muntanya en Barcelona, de los laboratorios del Ministerio de Agricultura abandonados en el barrio histórico de Lavapiés en Madrid, okupadas por el primer Laboratorio como centro social, del edificio de la Bolsa de Bilbao en pleno casco viejo que albergó la primera iniciativa de centro social en aquella ciudad…
Los antiguos cuarteles de Barreiro en Vigo o la fábrica La Maret (provincia de Girona) serían paradigmáticos, por el contrario, de localizaciones periféricas con respecto a los núcleos poblacionales y con muy desiguales resultados en cuanto a duración (unas semanas en el primer caso y unos 5 años en el segundo). El aumento progresivo de viviendas okupadas en zonas periurbanas de Barcelona, por ejemplo en torno al parque de Col.Serola (La Santa, Can Pi, etc.), ha propiciado también un nuevo modelo de asentamiento okupa que mantiene constantes vínculos con las okupaciones más céntricas de la ciudad al mismo tiempo que comienza a generar actividades de socialización y de intervención local propias. Vetustas instalaciones ferroviarias, modestas y deterioradas construcciones universitarias, propiedades eclesiásticas acumulando mugre o edificios de viviendas que no consiguieron su correspondiente licencia de primera ocupación por irregularidades constructivas, constituyen otras tantas categorías de la abultada casuística de okupaciones a lo largo de todo el territorio estatal.
Afirmamos, en todo caso, que si bien todas las casas okupadas aprovechan de una manera u otras las especiales condiciones jurídicas, arquitectónicas y urbanas de los inmuebles objeto de reapropiación, la mayoría de los centros sociales okupados han tendido a ubicarse en zonas especialmente retrasadas en su incorporación a la reestructuración urbana y económica de mayor calado. Los centros históricos de grandes ciudades como Madrid (tanto Lavapiés como Tetuán), Valencia (el barrio del Carmen y, con sus peculiaridades, Ruzafa o Zaidía), Sevilla (la Alameda de San Luis y el entorno del Pumarejo en La Macarena), Barcelona (tanto el Raval o Ciutat Vella en general, como, con sus peculiaridades, Sants o Gràcia) o Málaga (donde radica la Casa de las Iniciativas) o, simplemente, los espacios centrales de poblaciones más pequeñas (Palma de Mallorca, Vigo, Vitoria-Gastéiz, Pamplona-Iruña, Santiago de Compostela, Gijón, Terrassa, Móstoles, etc.) han conocido casas okupadas incluso años antes de que comenzasen las operaciones más ambiciosas de rehabilitación, en aquellos lugares donde se han producido las ocupaciones.
En definitiva, parece existir evidencia suficiente para afirmar que se trata de un movimiento que entra de lleno en las problemáticas urbanísticas: tanto en las escalas micro como en las macro, tanto en una vertiente constructiva como en otra crítica, tanto por la apropiación y mantenimiento de los espacios okupados como por la denuncia de la especulación y de la reestructuración urbanas. Es decir, un movimiento que plantea alternativas de vida urbana desde la diferencia y diversidad de movimientos sociales que se cruzan en las casas okupadas. En ese sentido creo que una buena caracterización de este tipo de movimientos sociales se encuentra en un elocuente texto de Michel Foucault que los concebiría como luchas anárquicas, transversales e inmediatas, que “critican las instancias de poder que les son más próximas”, que “no creen que la solución a su problema pueda radicar en un futuro”, que afirman el derecho a la diferencia individual a la vez que “se enfrentan a todo lo que pueda aislar al individuo”, que “se oponen al gobierno por la individualización” y, por lo tanto, a un orden urbano esencialmente policial y mercantil (Foucault, 1982).
La mayor parte de estos espacios se engloban dentro de la cultura denominada DiY (Do it Yourself), traducido al castellano como Háztelo tu mismo/a, que se fundamenta en las teorías y realidades anarquistas; otros se basan en la cultura neomarxista, según objetivos ligados al reformismo y a la transformación del Estado y la sociedad capitalista. No obstante, la mayoría de estos espacios y especialmente aquellos que tienen una trayectoria más dilatada y que cuentan con un significativo número de residentes y desarrollan acciones que se incrustan en el tejido urbano se localizan en el centro norte europeo y en particular en el Reino Unido (Martinez, 2002).
En el Estado español, este tipo de espacios se localizan en casi todas las Comunidades Autónomas, generalmente en sus capitales de provincia, aunque la mayoría se asientan en ciudades con un cierto nivel de vida como Madrid, Barcelona, Valencia, Vitoria, Bilbao, Zaragoza, Vigo, A Coruña, Palma de Mallorca o Pamplona, aunque también se ubican en ciudades como Granada, Córdoba, Sevilla…
EL MOVIMIENTO OKUPA EN ZARAGOZA
En el caso particular de Zaragoza, el movimiento okupa, tiene una larga trayectoria, y vicisitudes, y ha sido uno de los pioneros en el estado español. La primera okupación se produjo a finales la década de los ochenta, en concreto en 1986 en el antiguo edificio del diario “Amanecer” de la calle Coso situada en el centro de Zaragoza; en un inmueble perteneciente al Estado y que llevaba diez años abandonado y fue realizada por diferentes colectivos como el equipo A, Estudiantes Anarquistas, y otros grupos de carácter libertario. La okupación duró trece días después de los cuales la policía desalojó el edificio sin incidentes, debido fundamentalmente a los problemas y al mal estado del edificio, la falta de idoneidad para residir, y las presiones por los intereses en la especulación inmobiliaria de la zona. Actualmente se sitúa un hotel de cuatro estrellas.
Inicialmente la okupación, que se llamaría La Casa de la Paz, es apoyada por personajes ilustres de la política aragonesa como Emilio Gastón (quien sería después Justicia de Aragón), José Antonio Labordeta (en la actualidad representante en el congreso de los diputados de C.H.A.), Mercedes Gallizo (destacada miembro del P.S.O.E. aragonés), y además, se legaliza como asociación cultural ante la Delegación del Gobierno representando al C.S.O.A.. A pesar de ello, el uso de este espacio por estos colectivos es cada vez menor, lo que se acentúa como consecuencia del fracaso obtenido en el referéndum para la integración de España en la O.T.A.N. ya que el espacio se había okupado como espacio desde donde gestionar y coordinar a grupos para la lucha ecologista, y antimilitarista. Esto supuso que la gestión de este inmueble fuese asumida por el Ateneo Libertario de Zaragoza, revitalizandose el número de actividades.
En el C.S.O.A, trabajaran diferentes colectivos especializados en múltiples problemáticas: el Ateneo Libertario de Zaragoza, que es el grupo más numeroso y de mayor actividad; el C.A.M.P.I. Aragón, colectivo antimilitarista pro insumisión, con una labor especifica a favor de la insumisión al servicio militar obligatorio; Ruda colectivo de ámbito feminista; Mala Raza (creado en 1992, funciona como distribuidora de material, libros, fanzines, discos…), la Cooperativa (colectivo que se dedica a realizar un fanzine y otras actividades); Rebel (colectivo de carácter trotskista surgido de diversas escisiones del antiguo MC, y de liberación); Gays y Lesbianas de Aragón, etc. Todos ellos conforman la asamblea de la Casa de la Paz que se reúne de manera periódica y aborda los diferentes temas que afectan al C.S.O.A.: reparto de días para realizar actividades, coordinación, reparaciones e infraestructuras. Cada colectivo tiene su espacio dentro del C.S.O.A.. La Casa de la Paz ha sido la okupación más importante, duradera y más fuerte que ha existido hasta el momento en Zaragoza. (Colectivo de Okupas de La Casa de la Paz, 1987,1988, 1993; Colectivo Kontra corriente, 1993).
El desalojo de esta okupación se produce después de seis años, el jueves 23 de diciembre de 1993, coincidiendo con otros desalojos de importantes okupaciones en el ámbito estatal, como el Kasal popular de Valencia o Minuesa en Madrid, entre las que existe un alto de grado de coordinación y comunicación. (Okupación de Minuesa, 1991; Asamblea Kasal Popular de Valencia, 1993; Asamblea de cruz verde, 1995; Bilbo Zaharreko Gaztetxea, 1995).
A pesar de la confrontación, movilizaciones y altercados durante varias semanas, la coordinación de los poderes públicos, policía municipal, nacional, Ministerio de Justicia y Ayuntamiento es muy estrecha favoreciendo el desalojo. Inmediatamente después se produce una okupación de un día en un inmueble de Torrero perteneciente al obispado, que se abandona por sus reducidas dimensiones.
En enero de 1994 se okupa durante una semana, por parte de los colectivos de La Casa de la Paz, el antiguo Colegio de San Agustín, propiedad del Ayuntamiento. Situado en la calle del mismo nombre, a la altura de los números 19-21, en el barrio de La Magdalena, y ubicado en el casco histórico de la ciudad, caracterizado por su alto índice de gentrificación social, infravivienda y marginación urbano-social (Dieste, 2001). Este colegio ya había sido okupado en 1991 por la Asociación de Vecinos Lanuza Casco Viejo, con el fin de utilizarlo como centro social y que el Ayuntamiento se había comprometido a financiar. Los vecinos hartos de esperar esta financiación lo abandonaron sin que el Ayuntamiento diera una utilidad pública a este espacio, a la espera de declararlo en ruinas.
El 25 de mayo de 1996, día que entra en vigor el nuevo código penal en el cual, la okupación pasa a ser considerada delito y no falta, se lleva a cabo la okupación de este espacio. En este momento la asamblea de okupas no cuenta con las mismas personas que realizaron las okupaciones de Utrillas o de la Casa de la Paz, por lo que su capacidad política y de gestión es mucho más débil. El desalojo, realizado cinco días más tarde, por las fuerzas de orden público es violento e incluso vejatorio, cuenta con el apoyo del vecindario a los okupas que se enfrentan a la policía. En este desalojo se aplicarían estrategias de resistencia utilizadas con éxito en otras ciudades que permitieron una mayor defensa a las cargas policiales. Ante la situación creada intervendrá el Justicia de Aragón, llegándose a un acuerdo por el cual los okupas no serán detenidos, abandonarán el recinto sin denuncia alguna de la policía y el compromiso de obtener un local destinado a centro social y la rehabilitación del espacio de San Agustín como equipamiento para el barrio. A fecha de hoy, el solar se utiliza como vertedero, dedicándose al tráfico y consumo de drogas.
Este desalojo supondrá un duro golpe para el movimiento okupa, creándose discrepancias entre diversos colectivos, crisis ideológicas y mínimo desarrollo de actividades. Desde el C.S.O.A. La Casa de la Paz no se ha conseguido mantener un espacio okupado más de una semana, con lo cual las actividades de los colectivos se han visto notablemente perjudicadas, así como los ánimos y moral de las personas pertenecientes al movimiento okupa de Zaragoza.
A pesar de todo unas cien personas del movimiento de okupación, en proceso de renovación, decide okupar el 1 de mayo de 1998 la llamada Casa del Río, otra antigua escuela situada en la ribera izquierda del Ebro. El edificio, que se encuentra en la calle Camino del Vado, se encuentra abandonado y es frecuentado habitualmente por yonquies, por su fácil acceso y proximidad a una zona de venta y tráfico de drogas. La okupación dura una semana y será desalojada por la policía tras unas treinta identificaciones.
Como respuesta a este desalojo, el colectivo, decide okupar un inmueble inmediatamente, pero sin el objetivo de perdurar mucho tiempo en él mismo y siguiendo la misma estrategia que ya se llevó a cabo después del desalojo del C.S.O.A. Casa de la Paz. Entre el 5 y 12 de junio de 1998 se okupan unas antiguas viviendas anexas a varias naves industriales de finales de siglo XIX que se encuentran situadas en la avenida de Cataluña, números 21 y 23.
Finalmente, el 11 de Marzo de 2000 se produce la del centro social MIJU en la calle Río. Esta okupación fue promovida por un colectivo de barrio como es K.A.L.A., el cuál había sido desahuciado de sus locales en fechas anteriores y compartió el espacio con inmigrantes que no participan en las actividades del C.S.O.A. por su situación de ilegalidad en España y el miedo a la deportación a sus países de origen. A su vez, en el número nueve, se encontraban las instalaciones del Club Ozanam que funcionaban como club social para un millar de ancianos y eran gestionados por la fundación Bernardino Montañés. Estas instalaciones, al igual que las naves del C.S.O.A. Miju, pertenecían a la inmobiliaria Espuelas y también se encontraban okupadas.
EL MOVIMIENTO OKUPA EN LA ACTUALIDAD
En España, a partir de agosto del ‘96, la okupación deja de ser procesada por la vía civil y pasa a ser juzgada por el código penal. Se criminaliza, te sacan de tu kasa para meterte en una celda. La falta de vivienda es un problema internacional. Esto se da por consecuencia del sistema capitalista ke impera en el planeta. Simplemente por creerse ke la propiedad privada va por encima del DERECHO A TECHO.
La okupación va más allá de un simple estilo de vida. Es una lucha por rescatar espacios muertos, oponerse a las estructuras establecidas por el sistema. Es una alternativa para una sociedad más justa e igualitaria. Cuando hablo de okupación no sólo me refiero a okupar edificios abandonados, cualkier espacio muerto es rescatable. Estos espacios se convierten en espacios de trabajo para vivir, para conocer otras alternativas en la vida. ¿Por ké si unos tienen otros no pueden tener? Necesitamos espacios para crear libremente, no le debemos nada a nadie. ¿Por ké nos privan de un techo o de un espacio para vivir, compartir y crear conciencia?
Las intenciones del estado van más allá de defender la propiedad privada. Mayor intención tienen en tratar de kallar al ke se keja y de eliminar las formas alternativas de vida y de ideas. Al estado nunca le ha gustado ke el pueblo se keje y se entere de sus injusticias y aberraciones. Nunca le ha interesado tener un pueblo con conciencia y mucho menos ke piense. Le temen a las luchas de los pueblos por su libertad y mejores condiciones de vida. El estado siempre tiene ke tener el control. Le temen a los espacios okupados y convertidos en centros sociales y/o viviendas autogestionadas, por éstas y más razones.
El movimiento okupa en España se fortalece y grita su indignación ante la injusticia de los cientos de desalojos, el abuso de las fuerzas y violencia ke se dan en lo desalojos. Una vez declarada la guerra contra los okupas se crea un estado de tensión y furia entre el estado y los okupantes. La cantidad de desalojos ke se ha dado en un año son inexplicables. Mientras en unos países buscan la solución para la falta de vivienda, otros, como España, se dedican a aumentar este problema.
KONKLUYENDO (a modo de reflexión)
La okupación no es un acto de "rebelión" kontra el estado por unos grupos de jóvenes "rebeldes sin causa". La okupación no tiene edad, ni es una etapa de la vida, ni tiene "pinta". Todos somos okupas. Debido al alto nivel de vida en Barcelona, lo costoso ke sale estudiar, alkilar un piso-siendo extranjera no tienes trabajo- me moví a una okupa. La kasa llevaba cuatro años okupada y vivíamos cuatro. Pasó de ser un criadero de ratas, pulgas, polvo, etc. a una vivienda. La kasa se comparte, se trabaja por mantenerla y por lo ke hace falta. En noviembre recibimos la primera karta de los juzgados avisando la orden de desalojo. Presentamos diferentes recursos para alargar el proceso. Esto no dura más ke unos meses más, luego a la kalle. La razón de los propietarios para sacarnos de allí era simple y sencillamente ke la kerían ver muerta y vacía otra vez. Es "increíble" kómo para algunas personas el valor material va por encima del valor de la vida del ser humano.
Nosotr@s decidimos resistir hasta el final cueste lo ke cueste. No nos parece justo ke por un capricho inexplicable se nos dejara en la kalle después de tanto esfuerzo por mantener la kasa. Se convoca una manifestación frente a la kasa para resistir. Pero esta vez les viramos la tortilla ante lo ke esperaban de nosotr@s. La policía espera una resistencia activa para tumbar kabezas y nosotros les dimos una resistencia pacífica. "Celebrábamos" la orden número 25 de desalojos en unos ocho meses. Los recibimos con un pastel y chocolate caliente ke fue lo primero ke voló en cantos. El estado demostró una vez más ke ellos no entienden el concepto de lo ke es pacífico. Unas 50 ó 60 personas sentadas en la kalle resistiendo y la policía abriendo el paso a palo limpio, demostrando ke ellos son los abusadores, los violentos, los ke alteran la paz de nuestras kasas.
¿Kién vigila a la policía y a los medios de comunicación, ke nos mienten descaradamente, diciendo ke recibir a porrazos y hechar a una gente por la fuerza y la violencia de su kasa, es una manera pacífica de solucionar un problema social, más complicado, ke justificar el exagerado presupuesto en dispositivos represivos para kallar la voz de los ke se kejan? Nos desalojaron, nos dejaron en la kalle, pero komo dicen por ahí: " ¡UN DESALOJO OTRA OKUPACION!" Nos movemos y okupamos otra vez y todas las veces ke haga falta. No nos kallarán. La lucha sigue y seguiremos trabajando por realizar nuestros sueños y ser la peor pesadilla para el sistema. Ningún desalojo será el último, siempre serán otro golpe de la especulación kontra nuestra libertad. No somos criminales, cada kasa ke desalojan es una familia ke tratan de destruir. Imagínense ke los gobiernos decidieran apropiarse de todas las kasas del mundo y nos kedáramos sin techo. No nos kedaría más opción ke rescatar los espacios y okupar.
¡BASTA YA DE DESALOJOS! ¡OKUPA Y RESISTE!
La okupación es la ocupación física de un espacio legalmente poseído por un propietario. Se trata de ignorar el derecho de propiedad privada, se trata de tomar lo que nos pertenece, se trata de demostrar que se puede vivir al margen del sistema. ¿Por qué este espacio tiene que ser de alguien? ¿Acaso el aire es de alguien?
NOTA: en este documento, que no tiene desperdicio, se utilizan muchos textos y se he formado una especie de collage de textos y documentos. para acceder a ellos en forma completa, revisa la pagina principal de textos Okupa y fijate que puedes acceder a los originales.
LA OKUPACIÓN DE TIERRAS
La okupación de tierras es una idea bastante vieja. Comenzó en el mismo momento en que se inventó la propiedad privada. En el momento que alguien decidió que un trozo de territorio era suyo y otro alguien decidió que eso no podía ser así. La tierra es de todos. En la Revolución Inglesa los [diggers] se dedicaron a cultivar grandes haciendas sin utilizar. Realmente en toda Europa siempre han existido tierras comunales, en la península ibérica los pastos de los puertos de montaña solían y suelen ser comunes. Los ganaderos de las aldeas llevan el ganado de distintas ganaderías y lo juntan para cuidarlo más fácilmente. Esto también existía en la Inglaterra del siglo XVIII, de hecho las tierras comunales eran las que garantizaban el sustento de mucha gente. Cuando el capitalismo entonces naciente necesitó mano de obra barata se aprobaron las leyes [Enclosure Acts], que privatizaban y dividían estas tierras comunes provocando un éxodo del campo a la ciudad.
Posteriormente ha habido numerosos casos de ocupaciones de tierras como durante la I República española o la Revolución mexicana con su lema Tierra y Libertad sacado a su vez del movimiento socialista / populista ruso, que pedía lo mismo. En España durante el trienio bolchevique andaluz se ocuparon numerosas haciendas que pertenecían a los grandes terratenientes de la época. En la II República española también se dieron numerosos casos de invasiones de tierras. Pero destacamos por la cantidad de kilómetros cuadrados colectivizados a la Revolución Española en donde aproximadamente el 60% de la zona republicana fue colectivizada de una u otra manera. En general es típico de las sociedades campesinas pobres que no tienen mucho que perder y que ven en la okupación un modo de sobrevivir.
LA OKUPACIÓN RURAL
LPor otra parte llamamos okupación rural a la re-habilitación de pueblos abandonados o despoblados. En Europa hay miles de pueblos y aldeas que han sido abandonados por sus habitantes. Muchas veces ha sido por su inviabilidad económica, otras veces porque han construido un embalse y les han inundado las tierras cultivables. El caso es que con el envejecimiento de la población muchos pueblos se abandonan y su cultura se pierde. Desde los años 70 ha existido un movimiento que trata de "volver al campo" okupando casas en estos pueblos. Se le suele dar el nombre de [neo-ruralismo]. Y también puede ser tanto legal (comprando casas y terrenos) como ilegal (okupando). El neo-ruralismo legal está teniendo cierto auge con el "turismo ecológico" o "turismo rural". Los montes se llenan de nueva gente, nuevas caras, nueva vida... Sin embargo hay que destacar por su importancia el neo-ruralismo ilegal. Es decir la okupación física de un pueblo abandonado que suele ser de alguien o de una institución.
Según un estudio del 97, en aquel año había estos municipios. Hoy en día no son los mismos:
· Pontevedra: La Cavada, La Fraga-Baños
· León: A Noitiña-Sobredo (El Bierzo, miembro de la FACC) / [Mataveneros] (en la línea del movimiento Rainbow; escuela libre) / Poibueno
· Gipuzkoa: Bikunieta / Minas de Arditurri-Oiartzun
· Nafarroa: [Lakabe] (diecisiete años de duración, doce adultos y catorce niñ@s, uno de los símbolos del movimiento; [aqui] un relato de un encuentro) / Arizkuren
· Huesca: Aineto / Artosilla / [Ibort] (en la zona de [Serrablo]; Arrendados los tres por la dirección General de Aragón) / [Sasé] / Campol / [Mipanas] / Bergua / Morielo de San Pietro ::.Okupas y neorrurales en el Pirineo Central
· Girona: funcionan gran número de comunidades y masías, como por ejemplo, Mas Molar o Monars. Existe además una cierta coordinación entre las casas de cuatro comarcas gerundenses desde hace algún tiempo fiestas, intercambio, apoyo mutuo...
· Soria: Manzanares-Montejo de Tiermes / Abioncillo (pueblo-escuela)
· Guadalajara: Matallana
· Alacant: La Mariola-Alcoi
· Badajoz: Las Adelfas, Villanueva de la Vera
· Huelva: El Calabacino / Los Molinos
· Málaga: [Los Arenalejos]-Alozaina ([aqui] el relato de unos encuentros)
· Tenerife: El Cabrito (La Gomera, explotación turística de un núcleo rural abandonado)
* Barcelona:[Can Pasqual], [Can Masdeu]
Listado “COMUNIDADES, COLECTIVIDADES,
ECOALDEAS Y ASENTAMIENTOS EXISTENTES”
aparecido en “PUEBLOS VIVOS. Experiencias de Vida Comunitaria, año 2000/2001”
- ALBORADA (Coín. Málaga). Fundada en 1995.
- AMAYUELAS (Palencia). Komenzó a funcionar a principios de los ’90.
- ARTANGA (Nafarroa). Aldea okupada el 11 de junio de 1998.
- ARTOSILLA (Sabiñanigo. Huesca). Aldea okupada en 1986.
- BALTA (Coín. Málaga).
- EL HAYAL (Villacarriedo. Cantabria). Comenzó a funcionar en 1995.
- CAN MIREIA (Barcelona). Bloke de pisos okupados en 1996.
- COLECTIVIDAD A NOITIÑA ( El Bierzo. León). Okupación rural desde 1989.
- COMUNIDAD A (Ponferrada. León). Empieza a funcionar en junio de 1996.
- COMUNIDAD DE TURBALLOS (Muro. Alicante). Desde 1981.
- COMUNIDAD WALDEN (Ciempozuelos. Madrid).
- EL FONOLL (Tarragona). Okupado por naturistas desde 1998.
- EL INDIANO (Puerto Serrano. Cádiz). Desde 1983.
- EL PARDAL (Jaén). Desde 1981.
- LA SEMILLA (Tarifa. Cádiz). Desde 1997.
- LOS ARENALEJOS (Alozaína. Málaga). Desde 1990.
- LOS JARDINES DE ACUARIO (Totana. Murcia). Desde 1998.
- MANZANARES (Soria). Desde 1992.
- MATAVENERO y POIBUENO (Astorga. León). Desde 1989.
- MOLINO VIEJO (Puertomingalvo. Teruel). Desde 1998.
- NUEVA TIERRA (Sevilla). Desde 1999.
- LA PAM (Monzón. Huesca). Desde 1997.
- PERMACULTURA MONSANT (Tarragona). Desde 1992.
- TANQUIÁN (Desde-Pantón. Lugo). Desde 1993.
- VECINOS DE PANO (Pano. Huesca). Desde 1990.
OTRAS OKUPACIONES NO RESEÑADAS EN EL LISTADO:
- LAKABE, RALA, ARITZKUREN,… todas estas en el pre-Pirineo navarro.
EN 2001 ESTABAN EN PROYECTO LAS SIGUIENTES COMUNIDADES, COLECTIVIDADES Y ECOALDEAS:
- ALDEA ALTERNATIVA. Situación: Sur de España.
- ALDEA COOPERATIVA (Mataró. Barcelona).
- EQUI-LIBRE (Santa Bárbara. Tarragona).
- GEA (Valencia).
- VALDEPIÉLAGOS (Madrid).
LA OKUPACIÓN URBANA
Moviéndonos a las ciudades tenemos el caso de la okupación urbana. Esto no es otra cosa que entrar en un local abandonado sin el consentimiento de su propietario. Puede ser un acto político o sin otra política que la de buscarse un techo bajo el que cobijarse. Aunque en teoría las constituciones occidentales reconocen el derecho a una vivienda digna, la realidad nos muestra a miles de personas viviendo en la calle mientras otros miles de pisos se quedan vacíos. Es completamente lógico que exista la okupación.
Haciendo un poco de historia vemos que este fenómeno no es algo nuevo. Un caso extremo de este caso fue la [huelga de alquileres] de Barcelona en 1931, cuando decenas de miles de personas se negaron a pagar sus alquileres durante meses. También ocurrió en otras ciudades de Europa ([Glasgow] en 1915) y norteamérica. La okupación a gran escala ha tenido lugar en alguna que otra ocasión. Por ejemplo en el Londres de la postguerra mundial. Cuando una gran parte de la población estaba sin casa debido a los bombardeos alemanes y había un gran número de casas deshabitadas. Se llegaron a okupar barrios enteros. En Lisboa en 1974 ocurrió otra famosa oleada de okupaciones que involucró a unas 10.000 familias.
OKUPA Y PREOKUPA
Las okupaciones de viviendas consisten en la apropiación de edificios abandonados para uso residencial, y son un exponente de las contradicciones existentes entre el derecho a la vivienda y la existencia de un potente mercado inmobiliario basado en la propiedad privada. En épocas recientes la ocupación de viviendas, conocida con el nombre anglosajón de "Squatting", fue una práctica ligada a los grupos sociales alternativos y muy extendida (desde las décadas de 1960 y 1970) en las áreas centrales de ciertas ciudades europeas, como Amsterdam y Berlín. La okupación suele producirse sobre edificios abandonados o infrautilizados, no exclusivamente residenciales, pues también afecta a locales industriales o de espectáculos; de modo preferente suele tratarse de personas con fuertes carencias residenciales o grupos de jóvenes radicales, que consideran esta actividad como una vía hacia una forma de vida alternativa y contestataria, y a los que se les denomina okupas.
En España, las primeras okupaciones de viviendas se asociaron a los movimientos vecinales de los últimos años del franquismo y afectaron de manera prioritaria a la vivienda de propiedad pública (Montjuïc en Barcelona y La Ventilla en Madrid). A partir de la década de 1980 el movimiento okupa adquiere un sesgo claramente juvenil y alternativo, suscitando reacciones muy diversas. En determinadas ocasiones y lugares se reprime con violencia, pero en otras zonas se adoptan posturas tolerantes, como es el caso de ciertos ayuntamientos vascos. Incluso algunas sentencias judiciales han relacionado el fenómeno con el derecho a la vivienda. En cualquier caso, el fenómeno se mantiene vivo y con una fuerte presencia en los medios de comunicación(Grupo Aduar, 2000).
Viviendas y centros sociales en el movimiento de okupación
La extensa experiencia de organización y proyección social del movimiento de okupación en el Estado español (aproximadamente dos décadas) no se corresponde con análisis rigurosos acerca de su génesis y desarrollo. De hecho, algunas dimensiones centrales en dicho movimiento, como las dinámicas de reestructuración urbana y las prácticas de autogestión experimentadas por sus miembros, han quedado en un segundo plano ante una imagen mediática distorsionadora y un incremento continuado de su represión por parte de las autoridades en los últimos años. Demostramos en este trabajo la importancia de esas dos dimensiones para explicar la evolución del movimiento de okupación y describimos las diferencias y diversidades que se alojan en su seno, atendiendo especialmente a lo sucedido en las modalidades de okupación de viviendas tanto como de centros sociales. Por último, se sugiere que existe evidencia suficiente como para afirmar que las localizaciones urbanas de las okupaciones se hallan ligadas, mayoritariamente, a espacios de probable reestructuración económica, aunque las excepciones a esa pauta son considerables, al mismo tiempo que ha sido el único movimiento social en abanderar la denuncia crítica de los procesos de especulación urbana y de las políticas públicas que les dan cobertura.
Para todos los analistas hay un punto de inflexión indiscutible en la evolución del movimiento okupa: el año 1996, puesto que es cuando entra en vigor el nuevo Código Penal que incrementa ostensiblemente el castigo a la okupación y, al mismo tiempo, porque es el año en el que se inaugura la mayor visibilidad mediática del movimiento, con la okupación del Cine Princesa en Barcelona y las intensas protestas y coaliciones desatadas a raíz de su desalojo.
Hasta esos sucesos se habían producido okupaciones en numerosas ciudades españolas desde los primeros años de la década de 1980. Hablamos de okupaciones dadas a conocer públicamente, algo siempre más tímido en los casos iniciales en los que el destino de la edificación rehabilitada era un uso exclusivo de vivienda y, desde luego, algo imprescindible en cuanto se pretendía iniciar un centro social. Esta progresión creciente en la creación de centros sociales okupados, a veces de forma también exclusiva e independiente de los usos residenciales, habría sido, a nuestro entender, uno de los factores que más abrieron la práctica de la okupación a otros sectores juveniles y políticos. Pero los orígenes del movimiento, como se ha argumentado ya suficientemente en los textos referenciados, hay que buscarlos en experiencias similares europeas y del movimiento vecinal del tardofranquismo. Imitaciones o recreaciones simbólicas, muchas veces, más que aprendizajes o réplicas precisas de aquellas estrategias.
La jurisdicción civil que persigue la okupación hasta 1996 de forma "suave" e irregular y los "palos de ciego" que dan las autoridades municipales a sus okupaciones locales ante la manifiesta legitimación pública de soluciones autónomas al problema de la vivienda, contribuyeron también al crecimiento de estas prácticas, aún con deficiente invisibilidad pública (es decir, sin suponer amenazas o retos dignos de tener en cuenta para las autoridades) y con una notable consideración de marginalidad urbana (aún cuando esta connotación podía variar mucho de un lugar a otro).
Después de 1996 vamos a encontrar al movimiento de okupación también volcado en nuevas olas de protesta anticapitalista, ahora más masivas y denominadas "antiglobalizadoras" (con manifestaciones extraordinarias en Barcelona, Madrid y Sevilla en los últimos tres años, además de la cada vez mayor vinculación con redes sociales más amplias y con las "contra-cumbres" organizadas en otras ciudades europeas). Sin embargo, eso no significa subsunción o disolución. El movimiento de okupación ha seguido extendiendo su experiencia de autoorganización social, de reokupaciones y de transmutación de muchos de sus proyectos de intervención social, pero los costes han aumentado y han mudado el contexto de legitimación y las capacidades de incidencia social (para consolidar las okupaciones y para ganar simpatías, apoyos y coordinación entre quienes apuestan por este tipo de desobediencia urbana). Los desalojos preventivos y las numerosas ilegalidades o arbitrariedades legales (judiciales, policiales o políticas) que se han producido en estos últimos años (por citar un caso, el desalojo del CSO 190 en Granada), han ido acompañadas de las primeras fuertes condenas a personas acusadas de okupar y de delitos asociados a la defensa de tales okupaciones (daños materiales al mobiliario urbano, resistencia a la autoridad, etc.) o ligados a acciones que han encontrado en los centros sociales su mejor espacio de desarrollo (las manifestaciones antifascistas o la lucha contra las prisiones, por ejemplo).
Las campañas de prensa, policiales y judiciales criminalizando irresponsablemente a todo el movimiento de okupación al ligarlo con grupos armados (e.t.a. -independentismo vasco-, g.r.a.p.o. -comunismo extraparlamentario- y distintas cédulas de anarquismo insurrecionalista) se han intensificado y continúan hasta la actualidad, con casi una docena de personas detenidas que residían o dinamizaban casas okupadas (por ejemplo, cuatro jóvenes de Valencia que dinamizaban el Centro Social Malas Pulgas fueron acusados inicialmente de organización terrorista y detenidos al día siguiente del desalojo -15 de octubre de 2002-, permaneciendo tres de ellos en prisión preventiva hasta el 11 de marzo de 2003, ya que la Audiencia Nacional desestimó los cargos de terrorismo, devolvió el sumario a la Audiencia Provincial de la que partió y los jóvenes fueron puestos en libertad bajo fianza aguardando la celebración del juicio por desórdenes públicos, daños y asociación ilícita: a partir de informaciones publicadas en http://nodo50.org/cartelera_libertaria).
En conclusión, existen suficientes pruebas como para afirmar la constitución de un movimiento social con progresivo crecimiento en el número de okupaciones, especialmente notable a partir del incremento de su represión penal (desde 1996 en adelante). La práctica de la okupación, tanto de viviendas como de centros sociales, es central en este movimiento, aunque han sido los centros sociales los espacios que más atracción contracultural y conflicto político han generado, al mismo tiempo que, de forma a menudo paradójica, se tendía a infravalorar la prioridad reivindicativa de las necesidades de alojamiento, desde el propio seno del movimiento. No obstante, hay un vínculo estrecho entre ambas modalidades de okupación (ver Fig. 9 y 10) y desde finales de la década de 1980 se ha ido tejiendo un red densa de relaciones sociales de cooperación y auto-organización, presente en todos los momentos críticos de estas formas de desobediencia civil legítima (la entrada en el edificio, el desarrollo de actividades sociales en el mismo, las acciones públicas de protesta y la defensa ante los desalojos, fundamentalmente) (ver Cuadro 2). De forma semejante a lo sucedido en otros países: "No todos los participantes en el movimiento precisan residir en casas okupadas. Existe una ética del hazlo-tú-mismo y una ideología de la auto-determinación. Obviamente, los participantes no suelen tener muchos recursos, pero algunos de ellos son ricos en capital social y cultural, como los artistas y los estudiantes." (Pruijt, 2002). Y, en coherencia con las múltiples diferencias que han existido entre unas okupaciones y otras (incluso en una misma ciudad), entre los distintos proyectos (o, incluso, la ausencia de ellos) y entre los distintos grados de informalidad de las organizaciones y colectivos que han protagonizado las okupaciones, se ha suscitado una clara autoimagen de movimiento difuso, plural, inasible y hasta fantasmático que no debemos menospreciar:
Resulta significativo el hecho de que en varias ciudades españolas que tuvieron experiencias de okupación, algunos de sus activistas o colaboradores eventuales dieran el salto a constituir centros sociales autogestionados pero sin okupar, especialmente en los últimos cuatro años (Xaloc en Valencia, Espai Obert y Arrán en Barcelona, La Màquia en Girona, Ateneu Candela en Terrassa, La Trama y La Revuelta en Zaragoza, A Cova dos Ratos en Vigo, Mil Lúas en A Coruña, Likiniano en Bilbao, etc.).
OKUPANTES EVENTUALES
En Udondo (gaztetxe de Leioa), en La Kelo (gaztetxe de Santutxi) o en el Laboratorio 03 (de Madrid) se han admitido residentes eventuales sobrevenidos de otros desalojos y que participaban activamente en dichos centros sociales. Pero cuando el número de residentes es elevado (como aconteció, por ejemplo, en el Laboratorio 2 de Cabestreros, o en La Hamsa, en Barcelona) suele hacerse necesaria la independencia entre la asamblea de la "casa" y la del centro social, aunque se reclame a representantes de la vivienda a la última asamblea cuando advienen circunstancias que afectan a todos (necesidades de mejoras en las infraestructuras del edificio, amenazas de desalojo, agresiones externas, robos internos, etc.). No obstante, la propia disposición del edificio puede indicar la mayor o menor dependencia entre ambas modalidades de okupación: el aislamiento físico en distintos pisos, la clausura con puertas y cerraduras sólo en posesión de los residentes, la separación en distintas estancias o construcciones dentro del mismo solar, etc. contribuyen a evitar el principal problema de intromisión del conjunto de la vida social en la vida particular de los residentes (teniendo que abrir las puertas del centro social a cualquier hora y a cualquiera, soportando los ruidos del bar o la música no deseada de conciertos, encontrándose con perros o personas desconocidas que pasan por sus habitaciones, etc.).
OKUPACIONES
Cada edificación okupada, no obstante, posee su particular expediente administrativo, habitualmente lleno de vericuetos. Resulta singular, por ejemplo, el caso de los antiguos colegios que quedaron obsoletos por su inadaptación física a las exigencias de la nueva legislación educativa (es el caso del edificio okupada por el centro social S’Eskola en Palma de Mallorca y, tal vez, el de la calle San Agustín en Zaragoza y La Kelo en Santutxi), o que, simplemente, pasaron a integrarse en planes de remodelación urbana que les instaban a desaparecer (como el previsto acondicionamiento de la ribera del Ebro en Zaragoza, afectando a la okupación conocida como Casa del Río). En otras ocasiones se trata de instalaciones públicas con una privilegiada localización central en la ciudad pero cuyas funciones y personal han sido desplazados a otras más modernas: estos serían los casos, por ejemplo, de los cuarteles militares donde se encuentra La Kasa de la Muntanya en Barcelona, de los laboratorios del Ministerio de Agricultura abandonados en el barrio histórico de Lavapiés en Madrid, okupadas por el primer Laboratorio como centro social, del edificio de la Bolsa de Bilbao en pleno casco viejo que albergó la primera iniciativa de centro social en aquella ciudad…
Los antiguos cuarteles de Barreiro en Vigo o la fábrica La Maret (provincia de Girona) serían paradigmáticos, por el contrario, de localizaciones periféricas con respecto a los núcleos poblacionales y con muy desiguales resultados en cuanto a duración (unas semanas en el primer caso y unos 5 años en el segundo). El aumento progresivo de viviendas okupadas en zonas periurbanas de Barcelona, por ejemplo en torno al parque de Col.Serola (La Santa, Can Pi, etc.), ha propiciado también un nuevo modelo de asentamiento okupa que mantiene constantes vínculos con las okupaciones más céntricas de la ciudad al mismo tiempo que comienza a generar actividades de socialización y de intervención local propias. Vetustas instalaciones ferroviarias, modestas y deterioradas construcciones universitarias, propiedades eclesiásticas acumulando mugre o edificios de viviendas que no consiguieron su correspondiente licencia de primera ocupación por irregularidades constructivas, constituyen otras tantas categorías de la abultada casuística de okupaciones a lo largo de todo el territorio estatal.
Afirmamos, en todo caso, que si bien todas las casas okupadas aprovechan de una manera u otras las especiales condiciones jurídicas, arquitectónicas y urbanas de los inmuebles objeto de reapropiación, la mayoría de los centros sociales okupados han tendido a ubicarse en zonas especialmente retrasadas en su incorporación a la reestructuración urbana y económica de mayor calado. Los centros históricos de grandes ciudades como Madrid (tanto Lavapiés como Tetuán), Valencia (el barrio del Carmen y, con sus peculiaridades, Ruzafa o Zaidía), Sevilla (la Alameda de San Luis y el entorno del Pumarejo en La Macarena), Barcelona (tanto el Raval o Ciutat Vella en general, como, con sus peculiaridades, Sants o Gràcia) o Málaga (donde radica la Casa de las Iniciativas) o, simplemente, los espacios centrales de poblaciones más pequeñas (Palma de Mallorca, Vigo, Vitoria-Gastéiz, Pamplona-Iruña, Santiago de Compostela, Gijón, Terrassa, Móstoles, etc.) han conocido casas okupadas incluso años antes de que comenzasen las operaciones más ambiciosas de rehabilitación, en aquellos lugares donde se han producido las ocupaciones.
En definitiva, parece existir evidencia suficiente para afirmar que se trata de un movimiento que entra de lleno en las problemáticas urbanísticas: tanto en las escalas micro como en las macro, tanto en una vertiente constructiva como en otra crítica, tanto por la apropiación y mantenimiento de los espacios okupados como por la denuncia de la especulación y de la reestructuración urbanas. Es decir, un movimiento que plantea alternativas de vida urbana desde la diferencia y diversidad de movimientos sociales que se cruzan en las casas okupadas. En ese sentido creo que una buena caracterización de este tipo de movimientos sociales se encuentra en un elocuente texto de Michel Foucault que los concebiría como luchas anárquicas, transversales e inmediatas, que “critican las instancias de poder que les son más próximas”, que “no creen que la solución a su problema pueda radicar en un futuro”, que afirman el derecho a la diferencia individual a la vez que “se enfrentan a todo lo que pueda aislar al individuo”, que “se oponen al gobierno por la individualización” y, por lo tanto, a un orden urbano esencialmente policial y mercantil (Foucault, 1982).
La mayor parte de estos espacios se engloban dentro de la cultura denominada DiY (Do it Yourself), traducido al castellano como Háztelo tu mismo/a, que se fundamenta en las teorías y realidades anarquistas; otros se basan en la cultura neomarxista, según objetivos ligados al reformismo y a la transformación del Estado y la sociedad capitalista. No obstante, la mayoría de estos espacios y especialmente aquellos que tienen una trayectoria más dilatada y que cuentan con un significativo número de residentes y desarrollan acciones que se incrustan en el tejido urbano se localizan en el centro norte europeo y en particular en el Reino Unido (Martinez, 2002).
En el Estado español, este tipo de espacios se localizan en casi todas las Comunidades Autónomas, generalmente en sus capitales de provincia, aunque la mayoría se asientan en ciudades con un cierto nivel de vida como Madrid, Barcelona, Valencia, Vitoria, Bilbao, Zaragoza, Vigo, A Coruña, Palma de Mallorca o Pamplona, aunque también se ubican en ciudades como Granada, Córdoba, Sevilla…
EL MOVIMIENTO OKUPA EN ZARAGOZA
En el caso particular de Zaragoza, el movimiento okupa, tiene una larga trayectoria, y vicisitudes, y ha sido uno de los pioneros en el estado español. La primera okupación se produjo a finales la década de los ochenta, en concreto en 1986 en el antiguo edificio del diario “Amanecer” de la calle Coso situada en el centro de Zaragoza; en un inmueble perteneciente al Estado y que llevaba diez años abandonado y fue realizada por diferentes colectivos como el equipo A, Estudiantes Anarquistas, y otros grupos de carácter libertario. La okupación duró trece días después de los cuales la policía desalojó el edificio sin incidentes, debido fundamentalmente a los problemas y al mal estado del edificio, la falta de idoneidad para residir, y las presiones por los intereses en la especulación inmobiliaria de la zona. Actualmente se sitúa un hotel de cuatro estrellas.
Inicialmente la okupación, que se llamaría La Casa de la Paz, es apoyada por personajes ilustres de la política aragonesa como Emilio Gastón (quien sería después Justicia de Aragón), José Antonio Labordeta (en la actualidad representante en el congreso de los diputados de C.H.A.), Mercedes Gallizo (destacada miembro del P.S.O.E. aragonés), y además, se legaliza como asociación cultural ante la Delegación del Gobierno representando al C.S.O.A.. A pesar de ello, el uso de este espacio por estos colectivos es cada vez menor, lo que se acentúa como consecuencia del fracaso obtenido en el referéndum para la integración de España en la O.T.A.N. ya que el espacio se había okupado como espacio desde donde gestionar y coordinar a grupos para la lucha ecologista, y antimilitarista. Esto supuso que la gestión de este inmueble fuese asumida por el Ateneo Libertario de Zaragoza, revitalizandose el número de actividades.
En el C.S.O.A, trabajaran diferentes colectivos especializados en múltiples problemáticas: el Ateneo Libertario de Zaragoza, que es el grupo más numeroso y de mayor actividad; el C.A.M.P.I. Aragón, colectivo antimilitarista pro insumisión, con una labor especifica a favor de la insumisión al servicio militar obligatorio; Ruda colectivo de ámbito feminista; Mala Raza (creado en 1992, funciona como distribuidora de material, libros, fanzines, discos…), la Cooperativa (colectivo que se dedica a realizar un fanzine y otras actividades); Rebel (colectivo de carácter trotskista surgido de diversas escisiones del antiguo MC, y de liberación); Gays y Lesbianas de Aragón, etc. Todos ellos conforman la asamblea de la Casa de la Paz que se reúne de manera periódica y aborda los diferentes temas que afectan al C.S.O.A.: reparto de días para realizar actividades, coordinación, reparaciones e infraestructuras. Cada colectivo tiene su espacio dentro del C.S.O.A.. La Casa de la Paz ha sido la okupación más importante, duradera y más fuerte que ha existido hasta el momento en Zaragoza. (Colectivo de Okupas de La Casa de la Paz, 1987,1988, 1993; Colectivo Kontra corriente, 1993).
El desalojo de esta okupación se produce después de seis años, el jueves 23 de diciembre de 1993, coincidiendo con otros desalojos de importantes okupaciones en el ámbito estatal, como el Kasal popular de Valencia o Minuesa en Madrid, entre las que existe un alto de grado de coordinación y comunicación. (Okupación de Minuesa, 1991; Asamblea Kasal Popular de Valencia, 1993; Asamblea de cruz verde, 1995; Bilbo Zaharreko Gaztetxea, 1995).
A pesar de la confrontación, movilizaciones y altercados durante varias semanas, la coordinación de los poderes públicos, policía municipal, nacional, Ministerio de Justicia y Ayuntamiento es muy estrecha favoreciendo el desalojo. Inmediatamente después se produce una okupación de un día en un inmueble de Torrero perteneciente al obispado, que se abandona por sus reducidas dimensiones.
En enero de 1994 se okupa durante una semana, por parte de los colectivos de La Casa de la Paz, el antiguo Colegio de San Agustín, propiedad del Ayuntamiento. Situado en la calle del mismo nombre, a la altura de los números 19-21, en el barrio de La Magdalena, y ubicado en el casco histórico de la ciudad, caracterizado por su alto índice de gentrificación social, infravivienda y marginación urbano-social (Dieste, 2001). Este colegio ya había sido okupado en 1991 por la Asociación de Vecinos Lanuza Casco Viejo, con el fin de utilizarlo como centro social y que el Ayuntamiento se había comprometido a financiar. Los vecinos hartos de esperar esta financiación lo abandonaron sin que el Ayuntamiento diera una utilidad pública a este espacio, a la espera de declararlo en ruinas.
El 25 de mayo de 1996, día que entra en vigor el nuevo código penal en el cual, la okupación pasa a ser considerada delito y no falta, se lleva a cabo la okupación de este espacio. En este momento la asamblea de okupas no cuenta con las mismas personas que realizaron las okupaciones de Utrillas o de la Casa de la Paz, por lo que su capacidad política y de gestión es mucho más débil. El desalojo, realizado cinco días más tarde, por las fuerzas de orden público es violento e incluso vejatorio, cuenta con el apoyo del vecindario a los okupas que se enfrentan a la policía. En este desalojo se aplicarían estrategias de resistencia utilizadas con éxito en otras ciudades que permitieron una mayor defensa a las cargas policiales. Ante la situación creada intervendrá el Justicia de Aragón, llegándose a un acuerdo por el cual los okupas no serán detenidos, abandonarán el recinto sin denuncia alguna de la policía y el compromiso de obtener un local destinado a centro social y la rehabilitación del espacio de San Agustín como equipamiento para el barrio. A fecha de hoy, el solar se utiliza como vertedero, dedicándose al tráfico y consumo de drogas.
Este desalojo supondrá un duro golpe para el movimiento okupa, creándose discrepancias entre diversos colectivos, crisis ideológicas y mínimo desarrollo de actividades. Desde el C.S.O.A. La Casa de la Paz no se ha conseguido mantener un espacio okupado más de una semana, con lo cual las actividades de los colectivos se han visto notablemente perjudicadas, así como los ánimos y moral de las personas pertenecientes al movimiento okupa de Zaragoza.
A pesar de todo unas cien personas del movimiento de okupación, en proceso de renovación, decide okupar el 1 de mayo de 1998 la llamada Casa del Río, otra antigua escuela situada en la ribera izquierda del Ebro. El edificio, que se encuentra en la calle Camino del Vado, se encuentra abandonado y es frecuentado habitualmente por yonquies, por su fácil acceso y proximidad a una zona de venta y tráfico de drogas. La okupación dura una semana y será desalojada por la policía tras unas treinta identificaciones.
Como respuesta a este desalojo, el colectivo, decide okupar un inmueble inmediatamente, pero sin el objetivo de perdurar mucho tiempo en él mismo y siguiendo la misma estrategia que ya se llevó a cabo después del desalojo del C.S.O.A. Casa de la Paz. Entre el 5 y 12 de junio de 1998 se okupan unas antiguas viviendas anexas a varias naves industriales de finales de siglo XIX que se encuentran situadas en la avenida de Cataluña, números 21 y 23.
Finalmente, el 11 de Marzo de 2000 se produce la del centro social MIJU en la calle Río. Esta okupación fue promovida por un colectivo de barrio como es K.A.L.A., el cuál había sido desahuciado de sus locales en fechas anteriores y compartió el espacio con inmigrantes que no participan en las actividades del C.S.O.A. por su situación de ilegalidad en España y el miedo a la deportación a sus países de origen. A su vez, en el número nueve, se encontraban las instalaciones del Club Ozanam que funcionaban como club social para un millar de ancianos y eran gestionados por la fundación Bernardino Montañés. Estas instalaciones, al igual que las naves del C.S.O.A. Miju, pertenecían a la inmobiliaria Espuelas y también se encontraban okupadas.
EL MOVIMIENTO OKUPA EN LA ACTUALIDAD
En España, a partir de agosto del ‘96, la okupación deja de ser procesada por la vía civil y pasa a ser juzgada por el código penal. Se criminaliza, te sacan de tu kasa para meterte en una celda. La falta de vivienda es un problema internacional. Esto se da por consecuencia del sistema capitalista ke impera en el planeta. Simplemente por creerse ke la propiedad privada va por encima del DERECHO A TECHO.
La okupación va más allá de un simple estilo de vida. Es una lucha por rescatar espacios muertos, oponerse a las estructuras establecidas por el sistema. Es una alternativa para una sociedad más justa e igualitaria. Cuando hablo de okupación no sólo me refiero a okupar edificios abandonados, cualkier espacio muerto es rescatable. Estos espacios se convierten en espacios de trabajo para vivir, para conocer otras alternativas en la vida. ¿Por ké si unos tienen otros no pueden tener? Necesitamos espacios para crear libremente, no le debemos nada a nadie. ¿Por ké nos privan de un techo o de un espacio para vivir, compartir y crear conciencia?
Las intenciones del estado van más allá de defender la propiedad privada. Mayor intención tienen en tratar de kallar al ke se keja y de eliminar las formas alternativas de vida y de ideas. Al estado nunca le ha gustado ke el pueblo se keje y se entere de sus injusticias y aberraciones. Nunca le ha interesado tener un pueblo con conciencia y mucho menos ke piense. Le temen a las luchas de los pueblos por su libertad y mejores condiciones de vida. El estado siempre tiene ke tener el control. Le temen a los espacios okupados y convertidos en centros sociales y/o viviendas autogestionadas, por éstas y más razones.
El movimiento okupa en España se fortalece y grita su indignación ante la injusticia de los cientos de desalojos, el abuso de las fuerzas y violencia ke se dan en lo desalojos. Una vez declarada la guerra contra los okupas se crea un estado de tensión y furia entre el estado y los okupantes. La cantidad de desalojos ke se ha dado en un año son inexplicables. Mientras en unos países buscan la solución para la falta de vivienda, otros, como España, se dedican a aumentar este problema.
KONKLUYENDO (a modo de reflexión)
La okupación no es un acto de "rebelión" kontra el estado por unos grupos de jóvenes "rebeldes sin causa". La okupación no tiene edad, ni es una etapa de la vida, ni tiene "pinta". Todos somos okupas. Debido al alto nivel de vida en Barcelona, lo costoso ke sale estudiar, alkilar un piso-siendo extranjera no tienes trabajo- me moví a una okupa. La kasa llevaba cuatro años okupada y vivíamos cuatro. Pasó de ser un criadero de ratas, pulgas, polvo, etc. a una vivienda. La kasa se comparte, se trabaja por mantenerla y por lo ke hace falta. En noviembre recibimos la primera karta de los juzgados avisando la orden de desalojo. Presentamos diferentes recursos para alargar el proceso. Esto no dura más ke unos meses más, luego a la kalle. La razón de los propietarios para sacarnos de allí era simple y sencillamente ke la kerían ver muerta y vacía otra vez. Es "increíble" kómo para algunas personas el valor material va por encima del valor de la vida del ser humano.
Nosotr@s decidimos resistir hasta el final cueste lo ke cueste. No nos parece justo ke por un capricho inexplicable se nos dejara en la kalle después de tanto esfuerzo por mantener la kasa. Se convoca una manifestación frente a la kasa para resistir. Pero esta vez les viramos la tortilla ante lo ke esperaban de nosotr@s. La policía espera una resistencia activa para tumbar kabezas y nosotros les dimos una resistencia pacífica. "Celebrábamos" la orden número 25 de desalojos en unos ocho meses. Los recibimos con un pastel y chocolate caliente ke fue lo primero ke voló en cantos. El estado demostró una vez más ke ellos no entienden el concepto de lo ke es pacífico. Unas 50 ó 60 personas sentadas en la kalle resistiendo y la policía abriendo el paso a palo limpio, demostrando ke ellos son los abusadores, los violentos, los ke alteran la paz de nuestras kasas.
¿Kién vigila a la policía y a los medios de comunicación, ke nos mienten descaradamente, diciendo ke recibir a porrazos y hechar a una gente por la fuerza y la violencia de su kasa, es una manera pacífica de solucionar un problema social, más complicado, ke justificar el exagerado presupuesto en dispositivos represivos para kallar la voz de los ke se kejan? Nos desalojaron, nos dejaron en la kalle, pero komo dicen por ahí: " ¡UN DESALOJO OTRA OKUPACION!" Nos movemos y okupamos otra vez y todas las veces ke haga falta. No nos kallarán. La lucha sigue y seguiremos trabajando por realizar nuestros sueños y ser la peor pesadilla para el sistema. Ningún desalojo será el último, siempre serán otro golpe de la especulación kontra nuestra libertad. No somos criminales, cada kasa ke desalojan es una familia ke tratan de destruir. Imagínense ke los gobiernos decidieran apropiarse de todas las kasas del mundo y nos kedáramos sin techo. No nos kedaría más opción ke rescatar los espacios y okupar.
¡BASTA YA DE DESALOJOS! ¡OKUPA Y RESISTE!
joder, me has dejado de piedra con el último trozo del movimiento en la actualidad, mira te cuento mi historia así cortita. Tengo casi 22 tacos, y simple y llanamente estoy hasta los webos de tener esta vida tan... "normal", estoy ahora en la casa de alquiler de mi abuela, con mi madre, ni me falta pan en la mesa, ni me falta ropa, ni me falta agua, y tal, lo tengo todo y gratis... pero hay algo en mi que me hace rechazar todo eso que tengo, es un... quiero ganarme la vida yo solo, a mí manera, no me siento nada libre, siento como si estuviese encadenado a esta vida que no es lo que yo quiero hacer con ella. Muchos me dicen, pues busca un trabajo y cómprate una cas... pero ahí está el otro problema.. podrían verlo como vagancia lo que diré, pero nada más lejos de la realidad, joder simplemente tampoco me sale de los webos tener que andar currando haciendo cosas mayormente innecesarioas, más que servicios de tontadas para consumir, pk de otra cosa no encuentro apenas, aunque sea de lo que sea, tener que andar currando, para que un, o unos cerdos se vayan lucrando a mi costa para luego cobrar unos putos papeles que he de gastar para comer y demás, luego currar, papeles, gastar, comer, currar papel, gastar, comer... nadie de mi alrededor entiende lo que digo (bueno un par si), pero simplemente, lo entiendan o no, ami NO E GUSTA, odio totalmente cómo funciona, no solo españa sino la mayoría del planeta, tener que pagar para todo joder, se quejan de lo malo que es el tabaco que si uno acaba dependiendo del tabaco... y del dinero qué?? casi el puto planeta entero está atrapado en el dinero!!, cuando se enteren de eso qué harán? sacar medicamentos de pago para cur ese vicio??.... sé que la gran ironía es que a veces, en una vida okupa, por webos hace falta dinero para según qué cosas... me parece un tanto iríonico, pero puedo sobrellevarlo sin sentirme un hipócrita, pero a más alejado esté del dinero, MEJOR, y sobretodo sobretodo, me quiero ir de aquí y okupar, de mi familia me voy yo solo, pero joder cómo me gustaría traerme a todos conmigo... por qué es todo tan dificil? :S
ResponderEliminarMi pregunta gran pregunta es, tengo ya algun colega que sabe de esto, y me ha contado flores de la okupaciónm, aunke también las partes malas, y me convence, MUCHO, aun así, quiero una tercera opinión por parte de un desconocido para mi, como el que escribió esta entrada, podrías opinar qué crees que debería hacer? me lanzo o no me lanzo?, quiero formar parte de esta lucha, pero no quiero cagarla y arrepentimre... vale la pena totalmente?
PD: sinceramente, sea lo que sea que me responda, mi decisión está tómada :/ ya toca pensar en mi y en mi decision, aunke igualmente, quiero saber opiniones ;)
lo mejor que puedes hacer es buscar un trabajo tio y dejarte de joder con toda esa mierda. crece y formate... !! boom
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