Un video en youtube con música chamánica de shamanes de Baikal, Rusia...
"la palabra chamán deriva del idioma evenca, que es propio de un pequeño grupo de cazadores y pastores de renos de idioma tungu de Siberia. Aunque algunos eruditos argumenten que la palabra deriva del sánscrito, el término chamanismo se usa, en sentido restricto, apenas para designar las tradiciones espirituales de la Siberia y Mongolia. Inicialmente, fue apenas utilizada para designar un líder espiritual de esta región, pero en el inicio del siglo XX, la designación se aplicó a un abanico de curanderos y curanderas."
Estas tradiciones espirituales que tradicionalmente no tienen nombre, comparten una cosmología de niveles, conectados por un árbol, un pilar o montaña. Abarcan la capacidad de viajar dimensionalmente en la separación del espíritu del cuerpo y del vuelo chamánico hasta el cielo y de la capacidad de entrar en contacto con las energías telúricas, del infra mundo, el mundo bajo la tierra. De un modo típico, la iniciación del chamán se realiza a través de su rendición a los espíritus que lo conducen a una especie de “muerte chamánica”, o desmembramiento, llevado a cabo por los espíritus, que después de esa rendición lo vuelven a reunir, ayudándolo a renacer, más consciente de su poder, y entronizado con los poderes de estos espíritus. En gran parte de la región, hay una asociación entre el chamán y el herrero. Todavía ocurren variaciones locales muy importantes. En la costa del Pacífico frente por frente a Alaska, los Tchuktchins y los esquimales siberianos viven tradicionalmente de la caza de la ballena y de la morsa. Son muy diferenciados del pueblo de la floresta del interior, que viven de la caza del reno y del alce, por veces creándolos en grandes rebaños, y también de la pesca, en los numerosos ríos y lagos. Más para el sur, a la medida que la floresta va siendo sustituida por la estepa, las sociedades de cazadores se volvieron al pastoreo, disponiendo de grandes rebaños de carneros, de cabras y hasta de camellos.
Hay varios tipos de chamánes, incluso en el seno de una misma sociedad, y hasta del mismo campamento. Unos juegan el rol de curanderos, otros de descubrir la caza, otros aún alejan los malos espíritus o entraban en contactos con los muertos. La idea del chamán idealizado, tal como presenta Mircea Eliade, se vuelve cada vez más difícil de sostener en cualquier investigación en esta región social y ecológicamente diversificada. De un modo general, hay dos grandes inclinaciones que constituyen la calidad espiritual de la región. A que sin duda más ha atraído la atención presenta un tipo de chamán que participa de fuerzas inmanentes del mundo, que sean humanos, animales o elementos como el agua y el aire. En este tipo de chamanismo, el chamán tiene la habilidad de mezclar su energía con las energías de cualquier cosa, como por ejemplo un animal. Estos chamánes son capaces de viajar dimensionalmente, generalmente con la finalidad de de alterar una situación desfavorable, como una enfermedad. Otro tipo de chamanismo es el del clan, que se preocupa por la reproducción y la familia. Este tipo de chamanismo se asocia con un culto del cielo y de las montañas. Los locales de culto, constituidos por un amontonado de piedras con un palo vertical en la cima, se mantiene populares y son designados por "oboo" en la Mongolia y regiones vecinas. Los chamánes del segundo tipo raramente entran en estados de trance y, en lugar de eso, se concentran en la oración. Estos chamánes no se mezclan energéticamente con las energías de los animales ni viajan dimensionalmente, pues su medicina no implica en el uso de esas habilidades.
Entre los Buriatas y los Icautos, las diferencias corresponden a una clasificación nativa de los chamánes, en blancos y negros. Hablando de un modo general, los chamánes negros entran en trance y contactan con los espíritus de los mundos subterráneos y de la enfermedad, mientras los chamánes blancos oraban antes de que entren en trance, invocando bendiciones para los hombres y para los animales domésticos, concedidas por los dioses y por los espíritus auspiciosos del mundo superior. Estos chamánes blancos corresponden a lo que en otras partes del mundo se designa por “sacerdotes”.
Como ya expliqué anteriormente, el chamán siberiano consigue viajar dimensionalmente y “abandonar” su cuerpo y viajar hasta otras regiones del cosmo, y particularmente hasta un mundo superior y también un interior. Esta capacidad es tradicional en otras partes del mundo también y nos permite designar sociedades y culturas chamánicas.
Los pueblos siberianos creen tradicionalmente que el mundo se divide en tres niveles. Los seres humanos viven en el nivel medio, pero el mundo superior, en el cielo, es alcanzable por intermedio de un pequeño orificio. Este mundo tiene una superficie sólida (siendo pueblada incluso por animales) y se divide en varios niveles. Los cazadores del extremo norte creían que había apenas tres, pero más al sur, en resultado de la influencia de los imperios de las cortes próximas, muchos más se consideraron, pensándose que el gobernante supremo, Bai Ulgen, viviese en el noveno nivel. Del mismo modo, el mundo inferior se encontraba dividido en diverso niveles, y era frecuentemente considerado el reino de los muertos.
Estos otros mundos eran parcialmente como el nuestro, con montañas, ríos y criaturas. Los Nganasãs estaban convictos de que el mundo inferior era mucho frío, y vestían los muertos con pieles adecuadas para el invierno. Los Iacutos, por el contrario, pensaban que el cielo es que era frío, y, por veces, los chamánes regresaban de un “viaje” hasta el cielo totalmente cubiertos por cristales de hielo.
El primer contacto con los espíritus (en especial en Siberia y Mongolia) para el chamán, es el compromiso de lo es el camino hacia la completa destrucción de la personalidad del futuro chamán. A esto se sigue la reconstrucción de la consciencia del chamán, cuyo nuevos poderes no se limitan a un añado externo o herramienta. En la realidad, es una especie de visión íntima de las cosas, una perspectiva de la naturaleza del mundo, y en particular, de las formas de sufrimiento humanas que él o ella muchas veces ha sufrido personalmente, como la muerte de personas amadas, pérdida de bienes, enfermedades, etc., de modo tan intenso, que muchas veces es un proceso de años hasta que la persona realmente pueda estar en poder de su conciencia y razón de su misión de vida como curador(a). La interiorización de todas estas experiencias llevará al aparecimiento de una nueva personalidad, y es ésta que se exprime a través de la destrucción de la anterior naturaleza del chamán.
La experiencia psíquica del candidato se expresa en su interior por el desguace del cuerpo. Él o ella podrán verse como un esqueleto, una tema ampliamente encontrado en Asia y en las Américas. En Siberia, cada hueso y cada músculo es tomado aparte, contado y colocado a ser reunido con los restantes, mientras la sangre del candidato reasuma por las articulaciones del cuerpo inerte, en su tienda, rodeado por parientes ansiosos. Hay otros procesos, según quiénes el chamán puede volverse una persona diferente, y el terror de la experiencia puede surgir colmado de éxtasis y placer.
En la iniciación del chamán, el tema muerte se completa con renacimiento, y el movimiento del chamán en el espacio cósmico es por veces comparado al regreso al útero. Más allá de ser amamantado al pecho de una madre-espíritu, el chamán siberiano es aún ocasionalmente embalado en una cuna de hierro por espíritus, sobre un nido de ramas del árbol del mundo. Entre los esquimales de Alaska, el túnel de pasaje para el iglú significa claramente el pasaje vaginal para el útero, y la palabra "ani" tanto significa "salir del iglú" como "nacer". Solo cuando un chamán aguarda entre venidas su renacimiento es que siente que el interior de su madre es como un pequeño iglú, pero que el pasaje de salida es tan pequeño que él tendría dificultad de salir. Solamente cuando oyó una voz a incitarlo a salir es que acabó por forzar la salida a través de un pasaje angosto.
Son estos imágenes que hacen con que algunos psicoanalistas y psicólogos interpreten la iniciación y el trance chamánico como una regresión infantil. Por supuesto, sin embargo, que ni todos los retornos al útero son regresivos, una vez que el chamán renace como un adulto integrado y extremadamente poderoso. En este aspecto, la iniciación chamánica se asemeja a la iniciación vulgarmente efectuada en muchas sociedades por ocasión de los ritos de la pubertad, de la cual se dice que el adolescente regresó al útero para renacer, de esta vez como completamente adulto o, por otras palabras, como una persona más completa del que anteriormente.
El pueblo Inuíte no vive solo en la Siberia, algunas de sus tribus viven en Alaska y otras en Canadá. Este pueblo cree que los mamíferos y pájaros tienen una conciencia colectiva. Usan una única palabra para identificar todos los miembros de una especie. Por veces, hay dos personas con el mismo nombre, y este hecho le confiere una determinada relación entre sus almas, y simpatía mutua. El nombre puede ligar las personas, y hasta toda una especie. Además, una persona se asocia asimismo a personas muertas que tenían el mismo nombre, formando una red de almas parcialmente compartidas que funciona como un puente entre los vivos, los muertos y el reino animal. Creen que profiriendo un nombre, crean una realidad, aun cuando apenas de carácter mental.
Los bártulos y sus nombres eran igualmente reales. El nombre de una persona hace parte de su alma, en el modo simboliza su existencia social y su relación con el medio ambiente. Representa aún la esencia de la persona, pasada a otra, después de su muerte.
Entre los Inuítes aquél que pretende volverse un chamán deberá afirmar: "vengo hasta ti porque pretendo ver". La idea es que la sabiduría envuelve una especie de segunda visión, o visión interior, y se asocia muchas veces la pérdida de la visión normal por la persona. El poder chamánico se exprime frecuentemente en términos de “una visión especial”, por eso, en loa ritos de pasaje de iniciación, los ojos de los chamánes siberianos son “arrancados” (durante su iniciación) por espíritus herreros y sustituidos por ojos especialmente adecuados a la visión de otras realidades.
En las pequeñas tribus de cazadores de renos y de pastores, como los Evencos y los Iucagires en el norte y nordeste de la Siberia, el chamán era un jefe de clan y negociaba con los espíritus sobre las almas de los animales que irían a ser cazados. Para el lado del noroeste, entre los Nganasás, el chamán estaba menos conectado al clan, más bien viviendo de forma más separada, como eremita, o hombre sabio, como el chamán celta, o el mago. En la costa del Pacífico, entre los Tchuktchis y los Coriaques, el clan era menos importante y las familias pudieron ejecutar algunos de sus propios ritos chamánicos.
Además de la cultura nativa, hubo una fuerte influencia del Budismo de la Edad Media acá, surgió una cosmología más elaborada, y el chamanismo estaba más fuertemente institucionalizado. Además de curanderos, los chamánes servían muchas veces de sacerdotes que realizaban ritos. Durante los rituales importantes, el papel del chamán era lo de escoltar hasta el otro mundo el alma del caballo o de otro animal muerto en las ceremonias de post caza.
En el siglo XIX y en el principio del siglo XX, por ocasión de los primeros estudios antropológicos, estos pueblos chamánicos se habían tornado la frontera entre los modernos imperios ruso y chino. En Mongolia y en Siberia del Sur, el chamanismo competía con la forma tibetana del budismo, el Lamaísmo. Pero Mongolia se caracterizaba por poseer fuentes escritas no europeas relativas al chamanismo. The Secret History of the Mongoles, y los trabajos del viajante Rashid Al-Din demuestran que, mientras el chamanismo mongolico hace miles y miles de años, era semejante en muchos aspectos a lo que hoy se practica, a pesar de las constantes modificaciones políticas y sociales ocurridas. Mongolia fue pacificada dos veces por misioneros budistas, mientras la corte china compartía el culto del cielo con las tribus del interior. El cielo es masculino, y la fuente de la buena fortuna y del éxito militar. Es frecuentemente referido como padre, y el jefe mongol Gengis Kan pretendía ser hijo del cielo. La asociación del cielo con la línea masculina acarreó aún la importancia del poderío militar. Para un chamán, la pretensión de ser capaz de entrar en el cielo era una aventura en un área políticamente sensible, y por eso, este tipo de chamanismo tendía a encontrarse en locales más apartados, como en las tribus de cazadores, de preferencia en regiones más centrales de los imperios. En el siglo pasado, las tradiciones fueron aún blanco de severa represión por parte del comunismo, principalmente con la creación de la Unión Soviética, pero recientemente volvieron a surgir en varios puntos de la Siberia.
El chamanismo en esta región está íntimamente relacionado con las tradiciones espirituales y creencias que se encuentran en dos partes muy diferentes del mundo. De inicio, América del Norte fue muy probablemente colonizada desde la Siberia, por cazadores que atravesaron el Estrecho de Bering cuando allí aún no existía una conexión de tierra entre los dos continentes. El chamanismo de los esquimales del norte americano es casi idéntico al de los Tchuktchis, del lado siberiano del mar. Las tradiciones chamánicas de la Mongolia son próximas de la filosofía pre-budista y de las varias formas de religión que se encuentran en Nepal y en el sudoeste asiático y Asia meridional.
Nota: ("Jaguar Dorado" - Fuente: www.xamanismo.com )
http://www.youtube.com/watch?v=u5lnZZcgIQk
Gracias ...
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