Mundo interior , mundo exterior, Albert Hoffman


Publicado por la editorial La Liebre de Marzo encontré este ejemplar en la casa de un amigo y me interese por conseguirlo aunque sea en su versión digital... no tuve suerte, pero si encontré una reseña y algunas datas del libro escrito por Albert Hoffman.

Fragmentos de Libro 
"En la realidad acustica se dan relaciones pertinentes entre un emisor , existente en el espacio exterior , y el receptor que existe en el espacio interior . Del mismo modo , la antena para señales acusticas , el oido , presenta en su funcion de elemento del receptor humano solamente un campo de recepcion muy limitado . Al igual que los colores , los tonos no existen objetivamente . De nuevo , en el proceso de la audicion tienen existencia objetiva las ondas , concentraciones y estiramientos del aire , que son semejantes a olas , que el timpano del oido registra y que en el centro auditivo del cerebro son convertidos en la experiencia psiquica del sonido .

Nuestro receptor de ondas acusticas reacciona ante las ondas que estan comprendidas en un ambito que abarca desde 20 vibraciones por segundo , correspondientes a los tonos mas graves , a 20.000 vibraciones , las cuales constituyen los tonos mas agudos . Las vibraciones que sean mas lentas y mas rapidas que las que hemos mencionado no se perciben; carecen , pues , de existencia en la realidad humana ."

"Sigue siendo un secreto la forma en que las señales energeticas y quimicas del mundo exterior, recibidas por las antenas , experimentan el transito a la dimension psiquica de las sensaciones. En este punto existe una gran laguna sobre la capacidad cognoscitiva del humano .

Una caracteristica fundamental de nuestra imagen de la realidad , que se deduce de las reflexiones precedentes , es su inherente limitacion. Esta limitacion reside en el espectro tan estrecho en que nuestros receptores reaccionan a los impulsos que nos llegan . ¿ Que mundo tan disitinto veriamos si nuestra antena para ondas electromagneticas , nuestro ojo , y el receptor psiquico fueran sensibles a otra longitud en el espectro de ondas ? A las ondas largas del ambito de la radio , por ejemplo : entonces nuestra vista alcanzaria hasta otros paises ; o las ondas ultracortas de los rayos X , en cuyo caso los objetos opacos nos resutarian transparentes y , en consecuencia , un mundo tan transparente seria para nosotros tan real como nuestro mundo actual .

" La metafora de la realidad como un producto de un emisor y de un receptor pone de manifiesto que la imagen , aparentemente objetiva del mundo exterior , que designamos como realidad , es de hecho una imagen subjetiva . Este hecho fundamental indica que la pantalla no se encuentra fuera , sino en el espacio interior de cada ser humano . Todo hombre porta en su inteiror su propia y personal imagen de la realidad , generada por su receptor privado ."

" Cada hombre es el creador de su propio mundo pues sola y unicamente en el se hacen realidad el cielo , las estrellas y la tierra y la vida multicolor que existe sobre la misma .
En esta verdadera capacidad cosmogonica , de crearse su propio mundo , reside la autentica libertad y responsabilidad de cada hombre "

" La experiencia emocional de la cancelacion del dualismo sujeto/objeto conduce a un estado espiritual que se denomina conciencia cosmica o , en la tradicion cristiana , Unio Mystica . Pudee producirse solo como resultado de la meditacion , o de la meditacion unida al Yoga , de la tecnica respiratoria o de drogas enteogenas o espontaneamente como gracia . Consiste en la experiencia visionaria de una profunda realidad que comprende al emisor y al receptor ."


" Con la conciencia cotidiana vemos y experimentamos unicamente una pequeña porcion del mundo exterior , del emisor ; En el estado mistico - cuando el receptor esta abierto a toda la anchura de la banda de percepcion - nos hacemos conscientes , simultaneamente , de un universo exterior e interior infinitamernte mas amplio . La frontera erigida por nunestro intelecto entre el Yo y e mundo exterior se disuelve , y el espacio interior y el exterior se fuden entre si . La infinitud del espacio exterior se experimenta tambien en el interior . Ahora un espacio ilimitado se halla abierto a un numero ilimitado de imagenes que fuyen hacia adentro , y tambien a imagenes del pasado , a vivencias que se han acumulado durante toda la vida , a viejas imagenes que por la limitacion del espacio en la conciencia se habian almacenado en el inconciente . Todas estas imagenes interiores son dspertadas a una nueva vida y se funden con las que entran por vez primera . Esta vivencia extraordinariamente intensa de inumerables nuevas y viejas sensaciones y percepciones en el proceso de fusion mutua del espacio interior y exterior , genera un sentimiento de infinitud y de atemporalidad , de un eterno aqui y ahora .
El cuerpo , que en el estado habitual de conciencia es percibido como separado del mundo exterior , es sentido ahora como unido a la creacion , como parte del universo , cosa que de hecho es asi y esto proporciona un sentimiento de proteccion incluso desde el punto de vista de la existencia corporal . En tal estado extatico del emisor y del receptor el mundo material exterior y el mundo espirtual interior , se hallan fundidos mutuamente , son una misma cosa en la conciencia ; y de esta suerte surge un barrunto de idea primordial , de la idea que existia al principio , que estaba junto a Dios y que era Dios ."

Tapa del libro Mundo Interior Mundo Exterior
Reseña del libro Mundo exterior, mundo interior de Albert Hoffman

Hofmann encarnó la síntesis, tan inusual en nuestra civilización occidental, entre el científico y el místico.
Decidió ser químico porque quería desentrañar los componentes mínimos de la materia. Consideraba que, en una civilización focalizada en el mundo material, aquella profesión fijaba sus cimientos. Por otro lado, fue un filósofo experimental del espíritu. Campo intrascendente para las ciencias naturales. En este libro Hofmann busca darle coherencia espiritual a una ciencia que, vanidosamente, ha caído en el absurdo de ignorar el sentido de lo que describe.
La química, nos explica, ha llegado a la conclusión de que todo el Universo está compuesto de unos pocos elementos. Eso es algo fascinante, pero inútil para dilucidar la idea que organiza este Universo. Lo compara con alguien que quisiera describir la magnificencia de una catedral enumerando sus piedras, maderas y ladrillos.
En los ensayos de este libro, que no tratan de su descubrimiento más difundido, Hofmann concibe una nueva manera de relacionarse con las ciencias naturales, entendiéndolas no como instrucciones y medios para el saqueo de la naturaleza, sino como revelaciones del plan metafísico de construcción de la creación.
En el primero de estos cinco ensayos aborda la relación entre el mundo exterior y el mundo interior. Con ejemplos traídos de la ciencia, pero sin perder nunca la claridad, Hofmann nos explica que la imagen que tenemos del mundo exterior se encuentra mediatizada por las limitaciones de nuestros sentidos. Nuestros ojos, por ejemplo, sólo captan una mínima fracción del espectro conocido de ondas electromagnéticas. El mundo exterior es el emisor y nuestros sentidos son los receptores. Pero estos receptores captan una parte de la emisión. A dicha parte llamamos realidad. Sin embargo, este dualismo emisor/receptor, una construcción teórica que nos separa del mundo material para posibilitar el trabajo científico, ha hecho olvidar la idea que existe detrás de toda la construcción de esta catedral llamada universo. Esa idea pervive en cada organismo, es la azarosa y compleja distribución de la materia en esa proporción exacta que hace posible la vida. La disolución del ego en el todo, cuando el receptor está abierto a toda la anchura de la banda de recepción, nos conduce a un estado espiritual (que los cristianos llamaban unyo mistica) en el cual se funde el dualismo entre materia e individuo.
Hofmann nos cuenta que de niño, en uno de sus paseos por el bosque, experimentó esa fusión durante algunos minutos, tras la cual permaneció una sensación de pertenencia con el entorno como nunca antes había sentido.
A través de este libro conocemos los pensamientos de un químico que nunca olvidó aquella primera experiencia entre los bosques y a quien la química le regaló un medio para volver a ella.

Mundo exterior mundo interior, Albert Hofmann, La Liebre de Marzo, 1997, 127 págs.

¿Donde se puede comprar? Existen muchas webs de venta de libros en internet.

Comentarios