"Un modo de ver los alucinógenos vegetales es considerarlos como feromonas o exoferomonas intraespecies. Las feromonas son compuestos químicos exudados por un organismo con el propósito de llevar mensajes entre organismos de la misma especie. El significado del mensaje no es intrínseco de la estructura química de la feromona, sino a una convención establecida evolutivamente. Las hormigas , por ejemplo, producen una cantidad de sercreciones que tienen significados muy específicos para otras hormigas. Sin embargo , estos "idiomas" químicos son específicos para cada especie; la hormiga de una especie no puede leer las feromonas de otra. De hecho, se sabe del caso en el que una feromona tiene un significado para una especie tiene uno completamente diferente para otra. De un modo similar la palabra inglesa "no" significa "si" en griego.
Si los alucinógenos operan como exoferomonas , entonces la relación dinámica simbiótica entre los primates y los alucinógenos vegetales es en realidad una transferencia de información de una especie a otra. El primate obtiene un aumento de su agudeza visual y accede al Otro trascendente, mientras los beneficios para el hongo provienen de la domesticación que hace el primate del ganado que hasta entonces era salvaje, con lo que se expande el nicho ocupado por el hongo. (...) parece razonable sugerir que el lenguaje humano surgió de la sinergia del potencial de organización de los primates logrado por medio de los alucinógenos vegetales. (de Hongos y evolución. Terence Mckenna, La nueva conciencia psicodélica).
de Hongos y evolución. Terrence Mckenna, La nueva conciencia psicodélic